Punto de vista de Seraphina
"Oye, Sera, ¿te importaría probar esto por mí?". me preguntó Kit desde la cocina, intentando preparar el desayuno mientras yo hacía las maletas para el corto viaje a casa. Una parte de mí ya lloraba la pérdida de no volver a despertarme con él.
Sólo han pasado dos mañanas, pero me encantaba sentir el sol entrar por las cortinas. Le bañaba con una luz dorada que le hacía parecer más despampanante de lo normal. Me había acostumbrado a sentir su piel contra la mía.
Acurrucados juntos bajo el edredón, rodeados de su olor. Terroso y almizclado e incesantemente Kit, deseé poder embotellarlo y llevármelo para olerlo siempre que quisiera. Tenía un efecto calmante sobre mí. Incluso anoche, cuando tuve una pesadilla, me desperté, hundí la nariz en su hombro y él me tranquilizó.
Cerré la cremallera de la bolsa y me acerqué a él, oliendo lo que parecían patatas fritas, pero no olía ni remotamente a hachís.
