*Gabe*
El templo de Edwyna era el último lugar en el que quería estar. Hacía días que no dormía bien y mi mente estaba plagada de una incertidumbre que rozaba la paranoia.
Nunca había dudado de Val en mi vida, pero la acusación de Isolda se aferraba a mí como una maldición. No podía quitarme de la cabeza la imagen de sus manos sobre mi pareja.
Era culpa mía que pasaran tanto tiempo juntos. Le había pedido a Val que cuidara de Estelle en cuanto llegara. Tal vez fue un error. Era culpa mía si ella se estaba volviendo demasiado cariñosa con él.
También era culpa mía que Val pasara tanto tiempo lejos de Lucky. Él estaba loco por ella, pero tal vez su soledad le bastaba para...