NOTA 1: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.
NOTA 2: Este capítulo contiene escenas de tipo LEMON (descripciones explicitas de contenido sexual) por lo que no es apto para menores de 18 años.
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Shinji estaba tan nervioso, que temblaba más que una porción de gelatina en medio de un terremoto. Sus piernas apenas lo mantenían de pie; de hecho, no sabía ni cómo se mantenía de pie. Su pulso estaba acelerado y su frente estaba cubierto de un sudor frío, sin contar con el dolor de estómago que sentía de lo nervioso que estaba en ese momento. Pero aun así, pese a todo, se mantenía de pie en medio de la cocina preparando el desayuno.
Pero el verdadero problema de Shinji, era que su mente seguía rememorando una y otra vez lo que había visto la noche pasada. No podía sacarse de la cabeza a Misato desnuda sobre su futón, masturbándose furiosamente y luego corriéndose en su cara. Aún podía recordar ese olor espeso a mujer en celo flotando en ese cuarto, pero por sobre todo, aún podía recordar su sabor, el sabor de Misato.
— Dulce — dijo Shinji con ojos soñadores y un hilillo de baba escurriéndosele por la boca — ¿¿PERO QUE DEMONIOS ESTOY PENSANDO?? — exclamó, jalándose el cabello y luego dándose de cabezazos contra la puerta de la nevera.
— ¿Y a ti que demonios te pasa?
— ¡¡Waaaaa!! — gritó Shinji dando un salto, para después quedar sentado en el suelo, mirando a Asuka con el rostro desencajado del susto y con una mano en el corazón.
— ¿Se puede saber qué demonios te pasa? — preguntó Asuka entre fastidiada y curiosa, ya que Shinji estaba comportándose más extraño de lo normal.
— N-nada… estoy bien — dijo Shinji poniéndose de pie.
— ¡Hump! Sirve el desayuno de una vez — exclamó Asuka arrugando el entrecejo, dándose la vuelta y encaminándose a la mesa con su habitual arrogancia.
Shinji suspiró resignado y obligó a su mente a apartar la imagen de Misato masturbándose. Lo que no pudo apartar fue el recuerdo del dulce sabor de Misato en su boca. Quería sentirlo otra vez.
— ¡¡Demonios!! — dijo Shinji desesperado, y comenzó a darse de cabezazos contra la puerta de la nevera por segunda vez en el día.
— Oye idiota. Deja de estar jugando y trae mi desayuno… ¡¡AHORA!! — ladró Asuka.
Shinji gimió con resignación y procedió a llevarle sus sacrosantos alimentos a su majestad Asuka, para que lo dejara de molestar, al menos por un rato. Una vez que todo estuvo servido, Shinji se sentó a la mesa, pero pese a lo bien que se veía y olía el desayuno que preparó, no tenía apetito.
— ¿Qué le pasa a Misato, que no viene? Ayer no se escuchaba borracha cuando le hablé — comentó Asuka.
Ante la sola mención de Misato, el Tercer Elegido se sonrojó por completo y no pudo evitar recordar el desfile de imágenes que lo estuvieron torturando toda la noche; imágenes que no lo dejaron dormir y que lo obligaron a masturbarse más de una vez. Justo en ese momento y como si supiera que hablaban de ella, la responsable de las pajas de Shinji apareció aún medio adormilada.
— Al fin te levantas. Y después te quejas de que llegas atrasada a NERV — comentó Asuka.
El momento que tanto temían Misato y Shinji, por fin había ocurrido. Sus miradas se cruzaron y se quedaron viendo directo a los ojos. El sonrojo fue inmediato y ambos quedaron tan rojos como una señal de tráfico. Apartaron la vista de inmediato como si se hubieran quemado.
En ese momento Shinji confirmó lo que se temía la noche anterior. No tenía valor para hablar con Misato, ni menos para mirarla a la cara. Por su parte, Misato también confirmó que estaba tan avergonzada, que era incapaz de mirar a Shinji a la cara y mucho menos hablar con él. El problema es que no sabía qué hacer al respecto. Misato estaba confundida… muy confundida
Luego de que Shinji dejó su cuarto la noche anterior, y de que ella se calmara un poco, se encontró excitada con toda esa situación. El recordar a Shinji observando cómo se masturbaba y luego ser alcanzado por los efectos de su corrida, era algo que la encendía como un árbol de navidad. Si a eso sumaba el haber visto a Shinji meneándosela y haber sido alcanzada por su corrida… la verdad perdió la cuenta de cuantas pajas se hizo la noche pasada.
Con un suspiro de resignación, Misato se metió en la cocina por su tradicional cerveza matutina. Como la primera no logró calmarla lo suficiente, optó por tomar una segunda cerveza y empinársela hasta el fondo. Luego de eso se sintió un poco mejor. Hubiera tomado otra, pero tenía que ir a trabajar y no lo consideró prudente.
— ¿Mala noche? — preguntó Asuka levantando una ceja.
— Sí, no pude dormir — dijo Misato con algo de resignación. Suspiró profundamente y armándose de valor, fue a sentarse a la mesa, donde Shinji estaba con la cabeza gacha y con la vista fija en su desayuno. Misato tuvo que usar toda su energía para levantar la cabeza y mirar a Shinji con una temblorosa sonrisa — Ho-hola, Shinji — dijo con algo de timidez.
— Hola Misato — dijo Shinji con voz temblorosa y sin levantar la vista.
— Dor… ejem. ¿Dormiste bien? — preguntó Misato, pero luego se regañó mentalmente por esa pregunta tan estúpida.
Shinji dio un respingo ante la pregunta de Misato. ¿Cómo se le ocurría preguntarle eso? ¿Quién podría dormir después de ver a una hermosa mujer masturbándose frente a sus ojos y luego retorcerse de placer al correrse?
— No pude dormir — dijo Shinji, apenado.
Un tenso silencio se estableció en esa habitación. Tanto Misato como Shinji estaban con la cabeza gacha y algo sonrojados, mientras miraban los platos del desayuno frente a ellos. Ninguno atinaba a decir nada y Asuka observaba esa interacción con una ceja levantada. Como no era ninguna tonta, la pelirroja intuyó que había pasado algo entre esos dos, pero no podía adivinar qué. Solo le quedaba una alternativa.
— ¿Qué rayos les pasa a ustedes dos? Están actuando extraño esta mañana.
Shinji y Misato dieron un respingo por la repentina pregunta de la pelirroja y le dedicaron una mira algo aprensiva a la chica.
— Nada, nada. ¿Qué nos va a pasar? Ajaja, ajaja, ajaja — respondieron Shinji y Misato en perfecta sincronización, riendo en forma nerviosa mientras ponían una mano en la nuca.
Asuka alzó un poco más su ceja; si fuera posible.
Luego de ese cometario por parte de la nerviosa pareja, la tensión continuó subiendo en intensidad hasta límites intolerables. Finalmente, el hilo se cortó por la parte más delgada.
— Yo… no tengo apetito. Me voy a la escuela — dijo Shinji, levantándose de la mesa y se fue casi corriendo a su cuarto por sus cosas. Un par de minutos después, salió casi arrancando del departamento.
Misato devolvió la vista al plato con su desayuno casi intacto, haciendo una mueca. Comprendía plenamente la reacción de Shinji. Era lógico que el chico estuviera nervioso y apenado por lo de la noche anterior. No era algo que un joven de 14 años pudiera manejar de buenas a primeras. ¡¡Rayos!! Ella tiene 29 años y tampoco podía manejarlo.
— Oye Misato. ¿Qué pasa entre ustedes dos? — preguntó Asuka, con ojos estrechos.
— ¿Qué? Nada ¿Qué va a pasar? — respondió Misato un tanto nerviosa, tomando un bocado de comida con sus palillos y llevándolo a la boca.
— ¿Lo descubriste masturbándose? — preguntó Asuka, con ojos estrechos.
Misato casi se cae de la silla mientras escupía lo que intentaba comer.
— ¡¡Claro que no!! — dijo Misato, descubriendo que lo que escupió fue a dar directo en…
— ¡¡KYAAAAA!! ¡¡Mira como me dejaste, tonta!! — rugió una histérica Asuka, cubierta de restos de comida a medio masticar.
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Shinji corrió y corrió hasta quedar sin aliento. Se detuvo a descansar cuando pasó por un pequeño parque que quedaba unas cuadras antes de la escuela. Se sentó en una banca y comenzó a rumiar su mala suerte, mientras recuperaba su ritmo normal de respiración.
Él ya sabía que no podría enfrentar a Misato esta mañana, luego de ser descubierto por ella en plena actividad manual. Ese fue el motivo por el cual fue a disculparse esa misma noche. Lo que nunca esperó, fue encontrarse con Misato en la misma situación; y siendo sincero consigo mismo, fue el espectáculo más emocionante y hermoso que había visto en su corta vida. Aun así, nunca hubiera imaginado que una mujer tan hermosa como Misato necesitara masturbarse.
Masturbarse era algo esperable para un patético intento de hombre como él, que ni en sueños podría conseguir a una mujer, pero no se podría esperar eso de Misato. Ella es una mujer tan hermosa, que podría tener en su cama al hombre que quisiera con solo chasquear los dedos. ¿Por qué tendría que recurrir a satisfacerse ella misma? ¿Acaso no tiene a Kaji? Suspiró con resignación, recordando como una mujer como Misato recurría a satisfacía a sí misma, mientras que él mataría por acostarse con ella y hacerle el favor. Suspiró.
Lo cierto es que Shinji le tiene un gran cariño a Misato, un cariño que nunca había sentido por nadie antes. Ella se había transformado en su mejor amiga y una especie madre para él, pero secretamente quería algo más. Deseaba a Misato como mujer, como amante. Por eso, luego de lo ocurrido la noche anterior, es como si su cabeza hubiera hecho cortocircuito y todo ese deseo y calentura reprimida por tanto tiempo, estuviera saliendo al exterior como un géiser. Quería a Misato, la deseaba, pero sabía que no podía acercarse a ella; mucho menos después de lo que había pasado. Lo peor de toda esta situación, es que justo ahora estaba más caliente que nunca. La erección que tenía lo estaba matando y lo único en que podía pensar era en Misato masturbándose, y en el dulce sabor de Misato.
— Demonios… ¿¿Qué se supone que voy a hacer ahora?? — gritó Shinji desesperado.
— ¿Sobre qué?
— ¡¡WAAAAA!! — chilló Shinji, dando un salto por la repentina pregunta.
El Tercer Elegido quedó sentado de culo en el suelo con el corazón en la mano. Para su sorpresa, se percató de que frente a él estaba la siempre seria Rei Ayanami, observándolo con sus misterios ojos color escarlata.
— ¡Rei! No me des esos sustos. Casi me da un ataqué — dijo Shinji ya más calmado, mientras se ponía de pie.
— ¿Sobre qué cosa no sabes qué hacer? — volvió a preguntó Rei, con su tono de voz monocorde, pero con una pizca de curiosidad en sus ojos.
— Nada, no te preocupes. Idioteces mías — dijo Shinji restándole importancia al asunto. Después de todo, no podía decirle que estaba caliente por pensar en el coño de Misato; o en su rico sabor — ¿Y tú que haces por aquí? — preguntó, tratando de sacar la mente de la cuneta.
— Te vi desde la acera. Parecías alterado. Si te sientes mal deberías ir con la doctora Akagi — dijo Rei mirándolo con seriedad.
Shinji tuvo una fugaz visión de la doctora Ritsuko Akagi, vistiendo únicamente una bata blanca y un par de ligas negras, pasándose la lengua por los labios mientras lo miraba provocadoramente, antes de arrodillarse ante él para obtener una "Muestra de Semen". Shjnji se llevó instintivamente una mano a la nariz para contener la sangre que amenazaba con salir. Agradeció mentalmente que ese día no tuviera que ir a NERV.
— No pasa nada. Estoy bien. Mejor vayamos a la escuela — dijo Shinji, a lo que Rei solo asintió con la cabeza y ambos se encaminaron a la escuela.
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La pareja de Pilotos EVA entró a la escuela caminando en silencio, uno al lado del otro. Shinji estaba un poco más calmado, ya que gracias al susto que le dio Rei, se le bajó esa molesta erección que lo aquejaba desde que despertó. La pareja caminó rumbo a su salón por el corredor en que unos cuantos alumnos estaban jugando un improvisado partido de fútbol.
Por estas cosas del destino, cuando Shinji y Rei estaban por entrar al salón, uno de los chicos pateó la pequeña pelota de plástico que usaban para jugar, y esta impactó con fuerza en la cabeza de Rei, haciendo que cayera dentro del salón de clases. Mientras eso ocurría, otro de los chicos, imitando al portero alemán Oliver Kahn, se mandó una espectacular volada para atrapar la pelota, pero chocó con Shinji y lo empujó dentro del salón. Shinji cayó de bruces y se resbaló por el suelo hasta que su cara impactó con algo ligeramente blando y cálido que detuvo su carrera por el suelo.
Lo primero que Shinji supo es que al respirar, sintió un aroma que por alguna razón le alborotó las hormonas. Lo segundo fue que lo que impactó su cara era algo muy cálido y acogedor, y al abrir un poco la boca, le pareció que tenía una tela frente a él. Lo tercero fue que tenía algo a cada lado de la cabeza, que si bien no lo mantenía prisionero, lo apretaba ligeramente.
Shinji se comenzó a incorporar lentamente mientras habría los ojos y para su absoluta sorpresa, frente a él estaba la entrepierna de una chica que usaba unas lindas bragas color rosa. Descubrió además que lo que tenía a cada lado de la cabeza, eran las piernas de la chica en cuestión. Comprendió también porque se había excitado: "Aroma de mujer"
Shinji se irguió y salió desde debajo de la falda con el rostro totalmente blanco por la impresión, para encontrarse con la segunda sorpresa del día. Había caído entre las piernas de Rei Ayanami, quien lo miraba con un ligero tinte rojo en sus mejillas, mientras juntaba sus piernas luego que él saliera de en medio de ellas.
— Rei… yo… yo… — intentó decir Shinji, pero se quedó sin palabras.
— Está bien. Fue un accidente — dijo Rei con seriedad, pero ligeramente sonrojada, apartando la mirada.
— Yo… yo… — fue todo lo que pudo decir un atontado Shinji, hasta que un chorro de sangre salió de su nariz y cayó inconsciente al suelo, con su cara aterrizando justo en el regazo de Rei, que sorprendentemente, estaba un poco más sonrojada que en un principio.
Los demás chicos dentro del salón de clases observaban lo que acababa de pasar con la boca abierta, sin atinar a decir nada.
— ¿Qué rayos pasa aquí? — preguntó Asuka al ingresar al salón y ver a la Rei sentada de culo en el suelo, a Shinji tendido boca abajo en el suelo con la cabeza enterrada el regazo de Rei, y a todos los demás observando a esos dos con la boca abierta.
— Oigan, ¿Por casualidad alguno ha visto nuestra pelota?
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Shinji abrió lentamente los ojos y se encontró con un techo, un techo desconocido; algo que era bastante común para él de un tiempo a esta parte. Dio un suspiro de resignación y se incorporó, percatándose de que estaba sentado en una cama.
— ¿Te sientes mejor?
Shinji dio un respingo al escuchar esa voz. La última voz que esperaba escuchar en ese momento.
— Sí, estoy bien. Gracias Rei — respondió Shinji, visiblemente apenado.
Rei solo asintió con la cabeza, sentada en una silla junto a la cama. Shinji paseó la vista por el lugar y dedujo que estaba en la enfermería de la escuela, pero le extrañó no ver a la enfermera ahí.
— La enfermera salió por un momento. Volverá dentro de poco — dijo Rei, entendiendo lo que buscaba Shinji con la mirada.
Shinji asintió con la cabeza y se produjo un incómodo silencio. El Tercer Elegido estaba muy nervioso con todo lo que estaba pasando. Como si no fuera suficiente lo ocurrido con Misato la noche pasada; ahora, por una causa caprichosa que escapaba a toda lógica, había terminado con la cabeza enterrada entre las piernas de Rei, teniendo de paso un "Encuentro Cercano" con su intimidad. Solo una delgada prenda de ropa no lo transformó en uno "Encuentro Directo", lo que convertía esto en… ¡¡UN BESO INDIRECTO!!
Shinji estaba temblando por lo que acabada de descubrir. Solo una delgada prenda de ropa había impedido que sus labios entraran en contacto directo con los "otros" labios de Rei, pero aun así, pudo sentirlos por sobre las bragas. Obviamente Shinji estaba más que alterado con todo esto, y el tener sentada junto a él a la chica a la que técnicamente había besado en sus "otros" labios, lo alteraba más aún, pero… ¿Qué rayos hacia Rei aquí?
— Rei… tú… ¿Por qué estás aquí? — se animó a preguntar Shinji, una vez logró encontrar su voz.
— Shinji… yo… vine porque no sé lo que me pasa.
— ¿A qué te refieres? — preguntó Shinji, confundido por esas palabras.
Para la total sorpresa de Shinji y en un acto que jamás se hubiera esperado, Rei se subió a la cama hasta quedar sentada a horcajadas sobre él, con sus piernas a cada lado de sus caderas, entonces se echó hacia adelante recargando las manos sobre la cama, haciendo que Shinji echara el cuerpo hacia atrás en forma instintiva, quedando atrapado contra el respaldo de la cama, mientras el rostro de Rei estaba casi apegado al suyo; tanto, que hasta podía sentir su dulce aliento.
— Rei... ¿Qué estás haciendo? — preguntó Shinji, impactado
— No sé que es lo que siento. Nunca había experimentado algo así — dijo Rei, con su rostro sonrojado y la respiración un tanto acelerada.
Los ojos de Shinji se abrieron como platos. ¿Acaso ella…?
— Cuando quedaste con tu cabeza entre mis pierna, experimenté algo que nunca había sentido antes — dijo Rei, mirando a Shinji con… ¿deseo? — Es como si algo hubiera estallado dentro de mí. Es como un fuego que viene de mi interior — dijo Rei con voz algo temblorosa.
— ¿Fuego? — preguntó Shinji, con cierto temor.
— Sí, aquí — dijo Rei, tomando una mano de Shinji y llevándola bajo su falda, justo entre sus piernas.
Shinji sintió que el corazón se le salía del pechó al sentir la húmeda entrepierna de Rei. Sus bragas estaban mojadas con su abundante lubricación, además, por el rostro de Rei, podría jurar que ella estaba disfrutando tenerle la mano en ese lugar. Demás está decir que la erección de Shinji era tan poderosa, que amenazaba con reventar el cierre del pantalón.
— Rei… no creo que… esto sea correcto — dijo Shinji, luchando consigo mismo para no comenzar a mover sus dedos como vio a Misato hacerlo la noche anterior.
— ¿Por qué me siento así? ¿Por qué siento este fuego entre mis piernas? — preguntó Rei en un susurro cargado de deseo, mientras miraba a Shinji con los ojos nublados por todas esas nuevas sensaciones que experimentaba, a la vez que su respiración se transformaba lentamente en un jadeo.
Shinji tragó sonoramente. Tuvo que hacer uso de toda su energía para no perder el control y cometer una locura, pero por más que trató, no pudo quitar su mano de entre las piernas de Rei. Se sentía demasiado bien.
— Este fuego que siento es tan intenso, pero placentero a la vez — dijo la chica peliazul, llamando la atención de Shinji — No sé por qué siento esto, pero quiero más. Quiero sentirte entre mis piernas otra vez… te necesito — susurró eso último casi en un jadeo.
Los ojos de Shinji casi salen de sus orbitas ante esas palabras cargadas de deseo, luego de lo cual, la chica se irguió hasta quedar de rodillas para luego moverse hacia arriba por la cama, deteniéndose cuando estuvo casi encima de la cara de un impactado Shinji. Entonces, comenzó a quitarse el vestido, quedando solo con la blusa blanca y sus bragas color rosa, en las cuales era visible una gran mancha húmeda en la parte de en medio.
Shinji miraba fascinado a la chica que estaba frente él. Jamás en su vida hubiera imaginado ver a Rei Ayanami en un trance semejante; tan ardiente… tan deseosa. En forma casi ausente. Shinji metió otra vez una mano entre las piernas de la chica, pasado sus dedos por sus empapadas bragas, arrancando un temblor y un gemido de Rei ante esta atrevida acción.
Al retirar su mano, Shinji vio sus dedos untados con un líquido transparente y espeso, idéntico al de Misato la noche anterior. Rei no estaba caliente, estaba ¡¡REQUETECONTRA CALIENTE!!
— Sí, sigue… por favor… más — dijo Rei, con voz cargada de deseo.
Ante esas palabras de la chica peliazul, Shinji sintió como sus cadenas se soltaban, dando rienda suelta a toda su lujuria contenida. Ya carente de toda duda, le bajó las bragas de un tirón, quedando con una espectacular vista de la intimidad de Rei justo frente a sus ojos.
Rei Ayanami tenía un bosquecillo de vellos de igual color al de su cabello, lo que le daba un aire algo exótico. Pero lo que realmente llamó su atención, fue el grueso hilillo de lubricación vaginal que conectaba su intimidad con sus bragas. Esto comfirmaba que la chica estaba tan mojada como lo estuvo Misato la noche anterior. Tragó sonoramente.
"¿Será Rei tan dulce como Misato?" Se preguntó Shinji.
Segundos después de formulada la pregunta en su mente, Shinji sujetó con fuerza a Rei de las caderas y se zambulló de cabeza en su intimidad, buscando un respuesta a su pregunta.
La Primera Elegida dio un profundo y gutural gemido de placer, cuando sintió la lengua de Shinji pasar por entre sus pliegues, lamiéndola descaradamente. Inmediatamente sujetó la cabeza de Shinji con las manos, presionándola aún más entre sus piernas, invitándolo a seguir en lo que hacía. Fue en ese momento se abrió la puerta de la enfermería, ingresando la enfermera seguida de Misato.
Ambas mujeres se congelaron en su sitio al ver a Rei de rodillas sobre la cama, vestida solo con una blusa, las bragas abajo y a Shinji con la cabeza metida entre sus piernas.
— ¿¿QUE CREEN QUE ESTAN HACIENDO?? — preguntó la enfermera, espantada, sonrojada y excitada por lo que veían sus ojos.
— No lo sé muy bien… pero me gusta — respondió Rei con la voz cargada de excitación, mirando a las mujeres con ojos nublados por el deseo y un hilo de baba escurriéndosele por la boca.
Al escuchar el grito de la enfermera, Shinji trató de ponerle un alto a su investigación de sabor, pero tuvo que forcejear un poco con Rei, ya que ella no quería dejarlo ir. Cuando finalmente logró apartarse lo suficiente de ella para mirar qué pasaba, se encontró con la enfermera y Misato, mirándolos con ojos desorbitados.
— Shinji… ¿Rei y tú…? — intentó decir Misato, pero no pudo terminar. Se quedó sin palabras.
— ¡¡Misato!! Esto no es lo que parece — dijo Shinji tratando de poner una excusa, con el rostro a escasos centímetros de la entrepierna de Rei y con un hilillo de lubricación vaginal conectando sus labios con los "otros" labios de Rei.
CERO CREDIBILIDAD.
— Me llamaron diciendo que tuviste un desmayo — dijo Misato cruzándose de brazos, mirando para otro lado con el rostro un poco descompuesto y los ojos humedecidos — Vine para ver cómo estabas, pero veo que estás bien atendido… yo… creo que mejor me voy.
Shinji vio a Misato retroceder y salir de la enfermería dando un accidental empujón a una todavía impactada enfermera. Por un momento, Shinji hubiera jurado que vio lágrimas en los ojos de Misato. Espera… ¿Lágrimas?
— Misato, espera. No te vayas. Déjame explicártelo... ¡¡NO TE VAYAS!! — gritó Shinji desesperado, estirando sus manos hacia la puerta por la que segundos antes había salido su tutora, y ocurrió algo verdaderamente curioso.
Pese a que no había nada frente a él, sus manos habían dado con algo blando. Shinji apretó un poco sus manos y comprobó que lo que sea que estuviera tocando era efectivamente blando. Otra cosa de la que se dio cuenta es que… ¿tenía los ojos cerrados?
Efectivamente, tenía los ojos cerrados y al abrirlos se dio cuenta que aún estaba en el salón de clases, tendido de espalda en el suelo con la cabeza apoyada en el regazo de Rei.
— ¿Entonces fue un sueño? — preguntó un acalorado y sonrojado Shinji, mirando a Rei, que lo observaba con una ligera pizca de preocupación, pero ella apartó la vista nada más entrar en contacto con sus ojos, a la vez que se sonrojaba levemente. Shinji miró extrañado a la chica por esa reacción tan poco común. ¿Acaso estaba avergonzada?
— Deberías soltar los pechos de la profesora — dijo Rei con voz monocorde, pero sin mirarlo directamente y manteniendo ese leve sonrojo en las mejillas.
Shinji no pudo seguir meditando en este extraño comportamiento de Rei, ya que sus palabras le hicieron recordar algo muy importante, "sus manos". Cuando Shinji desvió la vista de Rei, se encontró con la sorpresa de que sus manos estaban estiradas agarrando… ¡¡LOS PECHOS DE LA PROFESORA TENDO!!
Shinji quedó de piedra al ver como sus manos sujetaban los grandes y tentadores pechos de su hermosa profesora de 27 años, que estaba con una vena punzante en la frente y un puño en alto en forma amenazante. Por alguna razón, Shinji tuvo un mal presentimiento.
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Shinji estaba parado en el corredor sosteniendo dos cubetas de agua, con una mano marcada en su inflamada mejilla derecha.
— ¿Por qué estas cosas siempre me pasan a mí? — se preguntó, dando un suspiro de resignación, pero sin poder quitar de su mente ese perturbador sueño que tuvo con Rei, junto con el recuerdo de haber estado entre sus piernas y haberle dado un beso indirecto.
"Mierda. Estoy caliente otra vez" pensó Shinji con resignación.
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"Ejercicio"
Eso es lo que necesitaba para botar el exceso de tensión acumulado. Por lo que Shinji se esforzó más que nunca en la clase de deportes, incluso metió un gol en el partido de Fútbol, mientras las chicas hacían natación en un lugar aparte y cercado, para que ningún chico entrara a fisgonear. Aun así, se podía ver algo a la distancia, y en eso estaban los chicos mientras descansaban después del partido de Fútbol, a excepción de Shinji, que estaba haciendo lo mejor que podía para apartar su mente de todo lo que lo llevara a pensar en entrepiernas de mujer. No era tarea fácil, de hecho, era muy difícil, sobre todo con la sensación de los pechos la profesora Tendo aún en sus manos. Por otro lado, el grupo de revoltosos compañeros de clases alabando los milagros de la pubertad, no ayudaba demasiado a sus esfuerzos.
— ¡¡Miren a Rina-Chan!!
— Tiene un culito redondito y paradito. No me había dado cuenta.
— ¿Y qué opinan de las tetas de Yuna-Chan? Son enormes.
— Sí. Que ganas de estrujarlas con las manos.
— O meter la cabeza en medio ellas.
— Yo metería otra cosa en medio de ese par de tetas.
Los chicos estallaron en risas ante ese comentario.
— Oye Shinji, ¿Cuál es tu opinión de experto? ¿Hay alguna chica que te encienda? — preguntó Kensuke, divertido.
— ¿Shinji? — preguntó Touji, mirando extrañado a Shinji, que estaba algo apartado y mirando para otro lado con cara de resignado — Oye ¿Qué te pasa? Desde que metiste la cabeza entre las piernas de Ayanami y le agarraste las tetas a la profesora Tendo, que estas como en las nubes.
— Yo también estaría en las nubes si me hubiera pasado eso — comentó Kensuke.
Shinji ni se enteró de lo que decían sus amigos, ya que en ese momento estaba totalmente concentrado en apartar el recuerdo de la entrepierna de Rei y del beso indirecto que le dio a su intimidad, ya que solo una delgada tela separó sus labios de los "otros" labios de Rei.
Como Shinji seguía en las nubes, Touji optó por hacerle una llave por el cuello y arrastrarlo hasta donde estaban los demás, pese a los gritos y protestas del Tercer Elegido.
— Muy bien Shinji, ahora dinos. ¿Con cuál de las chicas te gustaría mandarte un Round? — preguntó Touji, con la cabeza de Shinji aún atrapada en una llave bajo el brazo.
— Touji, déjame… me ahogo — dijo un complicado Shinji.
— Vamos Shinji, dinos — dijo uno de los chicos.
— Sí, cuéntanos con cuál de las chicas te gustaría hacer cochinadas — dijo otro.
— Basta chicos. Touji, suel… tame — dijo Shinji, tratando de liberarse de la llave en la que estaba atrapado.
— Dilo — dijo Touji, estrechando su agarre.
— Déjame. Con lo de esta mañana y lo de anoche ya no quiero saber nada más del tema.
— ¿A qué te refieres con "Lo de anoche"? — preguntó uno.
Es ese momento, Shinji se dio cuenta de que había hablado más de la cuenta, pero el daño ya estaba hecho, porque fue rodeado por un grupo de adolescentes deseosos de saber a qué se refería, ya que todos sabían que vivía con dos hermosas mujeres.
— ¿Quieres decir que anoche paso algo entre Asuka y tú? — preguntó Kensuke, temblando de la emoción.
— ¡¡CLARO QUE NO!! — dijo Shinji, espantado.
— Entonces fue… ¿¿CON MISATO-SAN?? — preguntaron todos, emocionados y envidiosos.
La sola mención del nombre de Misato fue como un mazazo para Shinji, que recordó a Misato desnuda masturbándose sobre su futón y su espectacular corrida con la que le embetunó la cara; pero por sobre todo, su sabor. Antes de darse cuenta, una explosión de sangre salió de su nariz. Esa fue la confirmación para los demás.
— Entonces… ¿Es verdad? — preguntó uno.
— ¡¡NO!! — dijo Shinji, sujetando su sangrante nariz.
— ¿Y entonces por qué te sangró la nariz cuando mencionamos a Misato-San? — preguntó Kensuke, acusadoramente.
— ¿Calor al cerebro? — preguntó Shinji.
— Shinji... ¡¡DINOS LA VERDAD!! — rugieron todos.
— ¡¡QUE NO PASO NADA!! — grito Shinji, desesperado.
— ¡¡MIENTES!!
— ¿La viste desnuda? — preguntó uno, casi al borde del colapso.
La nariz de Shinji explotó sangre ante ese comentario, lo que para el grupo de chicos fue el equivalente a una confesión por parte del acusado.
— ¿¿LA VISTE DESNUDA?? — rugieron todos.
— ¡¡DÉJENME EN PAZ!! — gritó Shinji, soltándose sorpresivamente de la llave de Touji, corriendo lejos del grupo, lo más rápido que se lo permitían sus piernas.
— ¡Atrápenlo! — gritó uno
— ¡¡SHINJI, QUEREMOS LOS DETALLES!! — gritaron todos a coro, corriendo tras el joven Piloto EVA.
A cierta distancia de ahí en el sector de la piscina, las chicas observaban como Shinji corría desesperadamente por la pista de atletismo, seguido de cerca por los demás chicos, entre gritos y regaños.
— Me pregunto a qué estarán jugando ahora — dijo una.
— Son solo un montón de idiotas, sobre todo Shinji, que es el más idiota de todos — dijo Asuka, en forma despectiva.
— Todavía no puedo creer que le haya agarrado los pechos a la profesora Tendo — dijo otra.
— Y yo todavía no puedo creer que metiera la cabeza entre las piernas de Ayanami — dijo otra chica, lo que causó que todas miraran a Rei, que estaba sentada en una esquina ausente de todo como era su costumbre, pero con un leve sonrojo en sus mejillas.
— No me extraña. Shinji es un pervertido de tiempo completo — dijo Asuka, con desprecio.
— ¿Cómo puedes vivir con él, si es un pervertido? — preguntó otra.
— Porque sabe que si intenta algo, lo mato — dijo Asuka, levantando un puño.
— A mí me parece que lo de Ayanami fue un accidente causado por esos chicos que jugaban a la pelota en el corredor. Lo de la profesora Tendo también fue un accidente. Recuerden que en ese momento Ikari estaba inconsciente y estiró sus manos como si quisiera alcanzar algo mientras gritaba "No te vayas". Yo creo que estaba soñando — comentó Hikari recordando lo que pasó, analizando las cosas con algo más de raciocinio.
— Ahora que lo mencionas, creo que tienes razón — dijo una de las chicas.
— ¡Bah! No importa lo que digan. Shinji es un cochino y asqueroso pervertido. Estoy segura — dijo Asuka, cruzándose de brazos — No me extrañaría en lo más mínimo, que uno de estos días se metiera a los vestidores mientras nos cambiamos de ropa.
— No lo digas ni en broma, Asuka. Me moriría de vergüenza — dijo una de las chicas.
— Muy bien chicas, es todo por hoy. Vayan a las duchas — dijo la profesora, luego de lo cual las chicas se retiraron lentamente del área de la piscina, comentando lo último que dijo Asuka.
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Shinji hacía lo mejor que podía por escapar de esa manada de locos que demandaban a gritos saber qué había pasado con Misato. Obviamente no tenía intención de decir nada, por lo que seguía arrancando. Fue así como entre vuelta y vuelta, llegó frente a la puerta que daba a la piscina, donde estaban Touji y Kensuke haciéndole señas para que entrara. Shinji agradeció mentalmente a sus amigos y atravesó de un salto por la puerta, que fue cerrada tras él por sus amigos, pero los dos chicos no pudieron resistir el embate de la turba de calenturientos adolescente y salieron volando, cayendo de cabeza en la piscina.
Shinji gimió resignado y se echó a correr otra vez junto al borde de la piscina, seguido de cerca por los demás. Para su mala suerte, pisó un charco de agua, resbaló y se fue de bruces al suelo. Gracias al impuso que llevaba y a que todo el suelo fue mojado por las chicas cuando salieron de la piscina, Shinji resbaló de panza siguiendo esa senda de agua que lo llevó directo a…
— ¡¡NOOOOOOO!!
Pese a su desesperado grito, Shinji no se pudo detener y chocó con la puerta, abriéndola de golpe y entrando deslizándose de panza por el piso del vestidor de las chicas, que estaban en su mayoría desnudas; sea dicho de paso. Las chicas miraron sorprendidas como el chico pasaba deslizándose por el piso junto a ellas, para detenerse frente a una chica que estaba completamente desnuda, secándose la parte superior de cuerpo con una toalla.
Cuando Shinji finalmente abrió los ojos, se encontró frente a un par de pies descalzos y por acto reflejo levantó la vista, encontrándose con una desnuda y sorprendida pelirroja, que le ofrecía una privilegiada vista de su intimidad, ya que tenía las piernas ligeramente separadas. Shinji miró con ojos desorbitados el virginal sexo de Asuka, con dos hilos de sangre saliendo de su nariz. Solo pudo pronunciar dos palabras.
— Pelirroja… natural.
— ¡¡KYAAAAAAAA!! — gritó Asuka, tapándose con la toalla y mirando a Shinji con todo el odio que una pelirroja furiosa de 14 años podía ofrecer — Shinji… ¡¡TE VOY A MATAR!!
// Inserte aquí, escena de gratuita e intensa violencia explícita //
Continuará…
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Notas del Autor: Hola a todos, acá estoy otra vez con un nuevo capítulo de esta candente historia.
En este nuevo capítulo finalmente tuvimos la aparición de Rei Ayanami, teniendo una parte muy importante en el desarrollo de la historia, dejando a Shinji más estúpido de lo que ya estaba, al caer accidentalmente entres sus piernas, sentir su aroma de mujer y darle un beso indirecto. Tampoco podemos olvidar el candente sueño que tuvo con la chica peliazul.
Otra que no podía quedar ausente es Asuka, que también terminó por mostrarle a nuestro antihéroe lo que tenía escondido entre las piernas. La que estuvo falta de acción en este capítulo fue Misato, pero reaparecerá en el próximo.
Saludos y nos leemos.