NOTA 1: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.
NOTA 2: Este capítulo contiene escenas de tipo LEMON (descripciones explicitas de contenido sexual) por lo que no es apto para menores de 18 años.
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Shinji se encontraba en los vestidores, entre deprimido y enojado consigo mismo por haber explotado en sangre frente a una sensual Ritsuko Akagi en traje de baño; y por luego haberse retirado de forma tan patética. No tenía remedio. Aun así, lo que realmente ocupaba su mente en este momento era cómo enfrentar a Misato. Porque era seguro que la actual causante de sus problemas masturbatorios estaría presente en las pruebas de sincronización de ese día. Otra que también estaría presente es la pelirroja natural. No se atrevía ni a imaginar lo que le diría o haría Asuka apenas lo viera aparecer.
— Ojalá Maya estuviera aquí para darme apoyo moral — dijo Shinji para sí mismo, con algo de resignación.
Es así como el Tercer Elegido comenzó a desvestirse desganadamente para colocarse su Plug-Suit, pero no pudo evitar una diminuta sonrisa en sus labios. Al menos ya sabía qué es lo que le veía Maya a doctora Akagi, como para alborotarle las hormonas de esa forma.
"Realmente está para comérsela" pensó Shinji, recordando el perfecto cuerpo de la doctora en ese ajustado traje de baño azul. Ese tentador par de pechos, firmes y erectos en los que había tenido la suerte de hundir la cara. Además la mujer tenía una cintura estrecha, caderas de ensueño y un par de largas y torneadas piernas. En honor a la verdad, siempre había deseado poder acariciar y besar esas piernas cuan largas eran; sin olvidar esa entrepierna tan tentadora.
"Que ganas de verle el coño" pensó Shinji con un hilillo de baba escurriéndosele por la boca.
— Maya la va a pasar muy bien si se le hace el milagro — comentó para sí, divertido y presionó el botón en la pulsera de su Plug-Suit haciendo que el traje se ajustara a su cuerpo.
Shinji sintió una incomodidad inmediatamente después de que el traje se ajustó a su cuerpo. Lo sentía como tirante en cierta parte. No le fue difícil darse cuenta donde estaba el problema, al ver como su traje estaba levantado sobre una poderosa erección, causada por sus divagaciones sobre el cuerpo de cierta rubia científica.
— No está mal el tamaño para tu edad, Ikari — dijo un técnico de mantenimiento, que acababa de ingresar a los vestidores, mirando divertido el Plug-Suit con nariz de Shinji, mientras que su compañero un poco más atrás, trataba de contener la risa.
— ¡¡Ack!! — fue lo único que pudo decir el Tercer Elegido, antes de darle la espalda a los dos hombres, llevando sus manos abajo para tapar el cuerpo del delito, mientras se ponía más rojo que el cabello de la pelirroja natural.
Los dos técnicos se largaron a reír a mandíbula batiente de la situación de Shinji, mientras que el susodicho solo deseaba que se lo tragara la tierra. Lo único bueno que había sacado de todo eso, es que se le había bajado de la vergüenza y ya no tendría que recurrir a la vieja y entrañable "paja".
— Odio mi vida — dijo Shinji, totalmente deprimido, mientras que detrás de él, los dos técnicos seguían riendo a más no poder.
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Maya salió de baño luego de ducharse por sexta vez esa mañana, para sacarse esa sensación a vómito del cuerpo, aunque sabía que estaba limpia. De hecho, su piel estaba más blanca de lo normal por efecto del agua y el jabón. Además, de seguir más tiempo bajo el agua corría el riesgo de arrugarse como una pasa. Suspiró pesadamente y procedió a terminar de secarse el cabello con una toalla. Entonces vio algo muy conocido para ella sobre la mesa del comedor; su querido Laptop, el cual contenía…
— ¡¡¡EL INFORME!!! — gritó Maya, dejando caer al suelo la toalla con que se secaba el cabello.
Efectivamente, en el disco duro de su Laptop estaba un importantísimo informe que la doctora Akagi necesitaría después de terminar con las pruebas de sincronización de ese día. Maya sabía lo importante de ese informe, pero como el día anterior había quedado en las nubes después de que su querida doctora le acariciara el cabello, se le había olvidado dejar la copia del informe sobre el escritorio de la rubia teñida. El problema radica en que al ser uno de esos informes "TOP SECRET", no lo podía enviarlo por correo electrónico, lo que significaba que…
— Tendré que ir a dejarlo en persona — dijo Maya esbozando una sonrisa traviesa, al darse cuenta que tenía una muy buena excusa para ver a su deseada doctora. Con ese pensamiento en mente, la mujer fue corriendo hasta su cuarto a ponerse algo muy sexy bajo su uniforme de NERV, ya que "nunca se sabe".
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Misato trataba de mantener la calma paseando de un lado al otro de su oficina, pero estaba fracasando miserablemente. Cada minuto que pasaba estaba más cerca de la hora de las pruebas de sincronización; más cerca de ver a Shinji. ¿Cómo estar tranquila sabiendo que en escasos minutos vería al chico que había despertado cosas en ella que ningún otro hombre antes había podido despertar? ¿Qué tenía Shinji de especial para hacerla sentir de esa forma?... aparte de un pene grande y gordo.
Misato gimió en resignación.
Bien, ya no sacaba nada con negar lo obvio. Deseaba a Shinji, eso era algo que ya tenía asumido, aunque sabía perfectamente que no era algo sano; eso la convertía en…¡¡Pedófila!!
Apenas ese pensamiento dejó la mente de la mujer, supo que estaba mal. Ella definitivamente no era una pedófila. Un pedófilo siente atracción por los niños, ella solo siente atracción por Shinji. Atracción por ese chico que le había untado la cara de semen en dos ocasiones; cosa que en honor a la verdad no le desagradó. Ese chico que la había visto masturbarse, ese chico que ella había masturbado, ese chico que deseaba que la masturbara a ella. Sí, eso sería algo muy interesante. Sentir a Shinji trabajando en su entrepierna, sentir sus dedos masajeando y frotando su vulva, su clítoris; o mejor aún, sentir la lengua de Shinji pasando por entre sus pliegues, saboreándola. Sí, eso sería genial.
— ¿¿Cómo puedo pensar eso en un momento así?? — se preguntó una histérica Misato, jalándose el cabello desesperadamente.
Finalmente la directora de Operaciones de NERV optó por calmarse y dejar de calentarse la cabeza, ya que estaba aquí para trabajar. Con esa resolución en mente, emprendió rumbo a las pruebas de sincronización del día, mientras trataba de ignorar el cada vez más intenso ardor entre sus piernas.
— Mierda — dijo de pronto Misato, ya sin poder soportar el fuego que ardía entre sus piernas, por lo que debió dar media vuelta y regresar a paso acelerado a su oficina para una "paja rápida" antes de las pruebas de sincronización.
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Un decaído y resignado Shinji, caminaba lentamente arrastrando los pies rumbo a realizar las pruebas de sincronización, de la misma forma en que un condenado a muerte va a enfrentar su destino. Aunque considerando la situación de Shinji, no era muy distinto a un condenado a muerte en ese momento. Detrás de la puerta que estaba un poco más adelante, se encontraba un grupo de mujeres que habían tenido un profundo impactó los pasados 2 días en su hasta ahora, nula vida sexual.
La reacción de Asuka al verlo otra vez realmente lo preocupaba, ya que por lo general eso traía consecuencias para su salud. Pero la que ocupaba por completo sus pensamientos era Misato. Su tutora; la mujer que lo había visto masturbarse, la mujer que él había visto masturbarse, la mujer que lo había masturbado, la mujer que para bien o para mal, le movía el piso en más de una forma, la mujer que él…
— ¿Cómo voy a poder verla a la cara después de todo lo que ha pasado? — se preguntó Shinji.
— Con el rostro de siempre. Nada más, nada menos — dijo alguien detrás de él.
— ¡¡Maya!! — exclamó Shinji con una genuina sonrisa, al ver a su nueva amiga.
— Veo que estás un poco complicado — dijo Maya, con una sonrisa comprensiva.
— Después de lo que ha pasado, no es para menos. ¿Pero qué haces aquí? Creí que tenías el día libre — preguntó Shinji, curioso.
— Así es, pero olvidé entregar un informe a la doctora Akagi — dijo Maya, señalando el Laptop que cargaba bajo un brazo.
— Sí, seguro — dijo Shinji con entendimiento, al ver como brillaban los ojos de Maya al mencionar a su deseada doctora.
— Como sea, no sacamos nada con quedarnos aquí. Vamos de una vez — dijo Maya, arrastrando a Shinji de un brazo hasta la puerta — Y recuerda esto. La Mayor Katsuragi debe estar tan complicada como tú, así que actúa con naturalidad hasta que puedan conversar a solas con ella.
— Es que no es solo Misato. También está Asuka — casi gimió Shinji.
— En ese caso espero que tengas listo tu testamento — dijo Maya con una sonrisa traviesa y accionó la puerta antes de que Shinji pudiera protestar.
Los ocupantes del cuarto voltearon al sentir abrirse la puerta, solo para encontrarse con una siempre sonriente Maya Ibuki, que arrastraba de un brazo a un renuente Shinji, que fue puesto literalmente de pie junto a Misato, por cortesía de su nueva amiga.
Misato se tensó inmediatamente al tener al objeto de sus calenturas y pajas recurrentes, parado junto a ella, mientras que su entrepierna comenzó con ese conocido, molesto, pero rico ardor otra vez.
Asuka se sonrojó tanto como su EVA al ver a Shinji entrar por la puerta, pero apartó la vista aparentando indiferencia. Aun así, su mente luchaba por apartar la perturbadora y a la vez excitante imagen del pene de Shinji creciendo frente a sus ojos; imagen que por alguna razón quería volver a ver, aunque se negara a admitirlo. Y es que no era fácil para ella admitir que pasó buena parte de la noche masturbándose, mientras tenía fantasías con Shinji poseyéndola mientras la hacía gozar gracias a su grande, gordo y erecto pene.
Por su parte, Rei se sonrojó levemente; muy levemente. Mientras; Ritsuko alzó una ceja, ya que Maya no tenía nada que hacer en NERV ese día, aunque no le desagradaba verla.
— Hola a todos — dijo Maya con su sonrisa a toda prueba, recibiendo un tímido saludo colectivo.
— ¿Qué haces aquí Maya? Te había dado el día libre — la cuestionó Ritsuko.
— Lo sé doctora, pero olvide entregarle ayer el informe que me solicitó. No podía mandar esa información por correó electrónico — dijo Maya, un tanto cohibida por la mirada penetrante de Ritsuko.
La rubia observó por unos largos y tensos segundos a Maya, antes de cerrar los ojos, dar un pequeño suspiro y esbozar una leve sonrisa.
— Está bien. Al menos puedo ver que estas mejor que ayer. Eso me alegra — dijo finalmente Ritsuko.
— Gracias doctora — dijo Maya con el corazón latiendo desbocado, luchando por no derretirse ahí mismo. Todo esto, mientras un conocido ardor la asaltaba entre las piernas.
Un tenso silenció se apoderó de la habitación luego esto, lo que causó que Ritsuko alzara una ceja.
— ¿Pasa algo? — preguntó la científica, mirando con especial atención a Misato y Shinji, que se veían especialmente nerviosos.
— No, no, claro que no, jajaja — dijeron Shinji y Misato, riendo nerviosamente con los ojos cerrados, mientras ponían la mano izquierda detrás de la nuca, todo al mismo tiempo, como si fueran un espejo del otro.
— ¿Vieron eso? Se movieron igual — dijo Hyuga, el otro ocupante del cuarto.
— ¿Eh? No, no. Coincidencia — dijeron Misato y Shinji, negando con una mano al mismo tiempo.
— Lo hicieron de nuevo — dijo Hyuga.
— Parecen mimos — comento Rei.
— ¡¡QUE NO!! — negaron Shinji y Misato al mismo tiempo y en la misma posición otra vez. Ambos se miraron a los ojos y se sonrojaron visiblemente, quedando congelados en esa posición.
"Son tal para cual" pensó una divertida Maya, conteniendo la risa.
— ¡¡Ya dejen de estar jugando y comencemos con las malditas pruebas de una vez!! — dijo Asuka, poniéndose entre Shinji y Misato, picada repentinamente por… ¿celos?
— ¿Asuka? — preguntó Shinji un tanto descolocado, al sentir como Asuka lo apartaba de Misato, lo que causó que la pelirroja se diera cuenta de lo que estaba haciendo, y de que estaba tocando a Shinji con las manos.
— ¡¡No me toques, cochino pervertido!! — rugió Asuka, dándole a Shinji una salvaje patada voladora estilo "Águila Encabronada" y mandándolo de cabeza contra el monitor de una consola.
— ¡¡SHINJI!! — gritaron Misato, Maya, Ritsuko y Hyuga, al ver al susodicho con la cabeza enterrada en un monitor. Rei solo abrió un poco más los ojos.
— ¿¿Qué demonios te pasa Asuka?? ¿Acaso quieres matar a shinji? — rugió una enojada Misato, tratando de sacar la cabeza de Shinji del monitor, ayudada por una preocupada Maya.
— Eso le pasa por tocarme — dijo Asuka cruzándose de brazos y mirando para otro lado.
— Pero fuiste tú la que lo tocó a él — comentó Rei, con voz monocorde.
— ¡¡A ti nadie te preguntó!! — rugió Asuka.
— ¿Shinji, estás bien? — preguntó una preocupada Misato, sacando finalmente la cabeza del susodicho del interior del monitor.
Una vez la cabeza de Shinji estuvo libre, reveló que el Tercer Elegido estaba inconsciente, con los ojos en blanco, la cara ensangrentada y un chorro de sangre saliendo desde la frente.
— ¡¡KYAAAAA!! ¡¡RITSUKO, HAS ALGO QUE SE NOS MUERE SHINJI!! — gritó un histérica Misato, abrazando a un inconsciente Shinji, mientras que a Maya le llegaba el chorro de sangre directo a la cara.
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Una enojada Maya, tomaba su séptimo baño del día, luego de que Shinji la bañara en sangre. Lo único que impedía que a la salida de NERV pateara al Tercer Elegido hasta matarlo, es que en esta ocasión no había sido culpa suya, ya que el chico estaba inconsciente. Pero eso no quería decir que no estuviera en deuda con ella.
— Con esta ya me debes dos, Shinji — dijo Maya para sí, cerrando la llave del agua.
La joven mujer salió de la ducha y tomó una toalla para secarse el cuerpo, mientras miraba con desgano la horrible ropa deportiva que le había prestado Hyuga, ya que su uniforme quedó completamente manchado de sangre.
— ¿Y ahora voy a tener que ponerme esta cosa? Genial — regañó Maya, secándose el cabello.
— No necesariamente — dijo una voz muy familiar para Maya.
— ¡¡Doctora Akagi!! — dijo una impactada Maya, al darse cuenta de que su deseada doctora estaba a unos pasos de distancia, cargando una muda de ropa. Tan impactada; de hecho, que no se dio cuenta de que se le había caído la toalla, quedando totalmente desnuda.
— Imaginé que no podrías conseguir una muda de ropa decente con Hyuga, así que te traje algo de mi ropa. Espero te quede bien — dijo Ritsuko con una leve sonrisa, dejando la ropa sobre la banca que estaba junto a Maya, donde esta había dejado la ropa que le prestó Hyuga.
— Gra-gracias, doctora — dijo Maya, que por alguna razón no podía moverse — ¿cómo está Shinji?
— Acabo de ponerle un par de puntadas en la frente, pero estará bien. Ya sabes; "mala yerba nunca muere" — dijo Ritsuko con una sonrisa mientras se acercaba a Maya, quedando justo frente a ella.
Maya tragó sonoramente al tener a la rubia tan cerca; cosa que había soñado innumerables veces mientras se masturbaba en la soledad de su cuarto. Desgraciadamente, ahora que su sueño finalmente se hacía realidad, no podía mover un solo músculo.
— ¿Sabes? No me había fijado que tienes un cuerpo tan lindo, Maya… sí, realmente lindo — dijo Ritsuko con voz… ¿sensual? Mientras miraba el desnudo y mojado cuerpo de su discípula.
— Gra-gracias doctora — dijo Maya, más roja que una señal de tráfico, al sentir como los ojos de la científica recorrían su cuerpo en forma… ¿descarada?
Maya se atragantó y sintió como si el corazón se le fuera a salía por la garganta, cuando vio cómo su amada Ritsuko se arrodillaba lentamente frente a ella. Estaba tan cerca, que prácticamente podía sentir como le rozaba la piel con el cabello mientras se arrodillaba, quedando con la cabeza justo a la altura de su entrepierna. ¿Acaso ella iba a…?
— Tu toalla — dijo Ritsuko, poniéndose de pie y extendiendo la toalla con una sonrisa… ¿traviesa?
— ¿Toalla? — preguntó Maya, totalmente descolocada, hasta que se dio cuenta de que la mujer frente a ella le extendía la mentada toalla — Gra… gracias — dijo Maya, soltando el aire que había estado conteniendo sin darse cuenta, a la vez que salía de sus calenturientas ensoñaciones.
— Ya que estás aquí, podrías ayudarme con las pruebas de sincronización. Me siento más cómoda trabajando contigo que con Hyuga — dijo Ritsuko encaminándose a la salida de los vestidores.
— Por… supuesto — dijo Maya, aun atontada por lo que había pasado.
— Te estaré esperando — dijo Ritsuko, dándole una última mirada y una fugaz sonrisa a su discípula, antes de salir de los vestidores.
— ¿Qué fue todo eso? — se preguntó Maya, aun con el corazón en la mano.
Luego de unos segundos en que su cerebro trabajó en forma frenética analizando lo que había ocurrido, Maya llegó a la única conclusión posible: "Ritsuko Akagi se le había insinuado". No podía equivocarse. Las señales fueron demasiado explicitas. Entonces eso quería decir que sí tenía una posibilidad. El rostro de Maya se iluminó.
— ¡¡YA-HOO!! — gritó, dando saltos de alegría al saber que tenía una gran posibilidad de realizar sus locas fantasías.
Luego de que pudo controlar su explosión desbordante de alegría, Maya, terminó de secarse y se aprontó a vestirse, momento en que se llevó la segunda sorpresa del día. La ropa que dejo su querida doctora, era exactamente la misma que ella usaba todos los días. Incluso agregó las pantys de color negro; solo faltaba la bata blanca de laboratorio. Entonces, cuando levantó la ropa para revisarla, se llevó la impactante sorpresa de ver unas hermosas bragas blancas debajo de blusa.
— No puede ser — dijo Maya, tomando con manos temblorosas la íntima prenda de vestir — Ella… ella… me prestó una de sus bragas.
Maya se llevó las bragas a la nariz, en inspiró lo más profundo que sus pulmones se lo permitieron.
— Aaaahhh… la esencia de la doctora Akagi — dijo Maya con ojos soñadores y un hilillo de baba escurriéndosele por la boca.
Finalmente, la emocionada mujer se puso las bragas con total delicadeza, disfrutando plenamente del momento, como si esta simple acción fuera lo más erótico del mundo.
— Aaaahhhh... las bragas de la doctora Akagi se sienten bien — dijo Maya, cuando se hubo terminado de poner la prenda de ropa, con los ojos nublados por el deseo — Mierda. Estoy caliente otra vez.
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Un mosqueado Shinji caminaba de regreso a los vestidores con un vendaje en la cabeza. Al final no pudo participar de las pruebas de sincronización de ese día, ya que estuvo en la enfermería donde la doctora Akagi tuvo que ponerle un par de puntadas en la frente. Pero no habían estado solo ellos dos en la enfermería, también estuvo Misato.
Aún podía recordar el rostro de preocupación de Misato, cuando rubia científica le remendaba la frente. Luego de eso, la rubia se retiró de la enfermería, quedaron ellos dos solos.
// FLASHBACK //
Una preocupada, nerviosa y excitada Misato, estaba de pie ante la camilla donde estaba recostado un recién remendado Shinji, con vendas alrededor de su cabeza.
— ¿Te… duele mucho? — preguntó Misato, tratando de olvidar el molesto ardor de su entrepierna.
— Un poco. Los calmantes ya están surtiendo efecto — respondió un nervioso Shinji.
— Ya veo. Voy a tener una charla muy seria con esa estúpida de Asuka, cuando terminen las pruebas de hoy — dijo Misato, frunciendo el ceño.
— Está bien. Yo… en el fondo me merecía esto — dijo Shinji, un tanto decaído.
— ¿Lo dices por lo de ayer? — preguntó Misato, a lo que Shinji asintió con la cabeza — No fue tu culpa. Eso fue… bien, una reacción normal del cuerpo.
— Sí, pero, ¡¡Auch!! — se quejó Shinji sujetando su cabeza, luego de intentar levantarse.
— ¡No te levantes de la cama! Ritsuko acaba de coserte la cabeza — dijo Misato, sujetando a Shinji de los hombros para mantenerlo recostado, pero quedando con el rostro a escasos centímetros del rostro del chico.
Shinji levantó la vista y se encontró con el rostro de Misato a escasos centímetros de distancia. Se sonrojó inmediatamente, pero no fue capaz de aparta la vista de ese hermoso par de ojos. Tampoco pudo dejar de ver esos sensuales labios, que había deseado secretamente desde el día en que conoció a esa excitante mujer que tenía al frente.
Por su parte, Misato estaba en el mismo dilema de Shinji, atrapada también en los ojos azules de ese chico que despertaba cosas en ella que ningún otro había podido despertar. ¿Era correcto sentir esto? No lo sabía, pero había llegado al punto en que ya todo le importaba una mierda. Deseaba a Shinji, y al verlo ahora a los ojos, podía ver que él también la deseaba a ella. ¿Entonces, cuál era el problema?
Sin que ninguno se diera cuenta, la distancia que los separaba comenzó acortarse lentamente, hasta que sus labios estaban a punto de rozarse, entonces…
— Mayor Katsuragi, la doctora Akagi…
— ¡¡WAAAAAAA!! — gritaron Misato y Shinji, separándose de un salto al escuchar una voz detrás de ellos.
— Perdón. ¿Interrumpo algo? — preguntó Hyuga dando un par de pestañadas, asomado por la puerta de la enfermería, sin estar muy seguro de lo que había visto.
— ¡¡Claro que no!! — dijo Misato, tratando de mantener la calma y la compostura — ¿Qué pasa?
— La doctora Akagi necesita hablar con usted — respondió el hombre de lentes.
— Sí, ya… ya voy — dijo Misato, más calmada — Shinji… descansa. Luego puedes irte a casa.
Después de esas palabras, Misato salió con paso firme de la enfermería sin mirar atrás, maldiciendo mil veces al idiota de Hyuga por aparecer en el peor momento, y pensando en que tenía que ir a cambiarse las bragas en forma urgente, ya que las sentía totalmente empapadas y no se sentía cómoda al caminar así. Además que el olor a excitación podía delatarla.
Hyuga dio una mirada extrañada a Misato, ya que estaba caminando de una forma algo extraña. Luego miró a un sonrojado Shinji que estaba sentado en la camilla de la enfermería, miró a Misato otra vez y luego a Shinji una vez más.
— No — se dijo Hyuga para sí, negó con la cabeza y regresó al cuarto de las pruebas de sincronización.
// FIN DEL FLASHBACK //
Shinji se estremeció al recordar lo cerca que estuvo de besar a Misato y de ser descubierto. ¿Qué demonios estaba pasando? Una cosa estaba clara; a Misato le pasaban cosas con él, así como a él le pasaban cosas con ella. ¿A dónde llegarían con todo eso?
Con esa pregunta en mente, Shinji se metió a los vestidores y encontró el lugar de cabeza. Varias duchas estaban fuera de lugar, tuberías por todas partes, las paredes picadas y los dos técnicos que se habían reído de su pene, trabajando; o más bien, "destruyendo" el lugar.
— Perdón… ¿Qué están haciendo? — preguntó el Tercer Elegido.
— Miren quien llegó. "Mr. Pantalones con Nariz" — dijo uno de los técnicos con una sonrisa, lo que sonrojo a Shinji en forma inmediata — ¿No leíste el cartel colgado en la puerta? Hay una cañería rota y la estamos reparando. Tendrás que ocupar las duchas de al lado.
— ¿Qué? Pero ese es el vestidor de mujeres — dijo Shinji, más rojo aún.
— ¿Y qué? A esta hora nadie ocupa esos vestidores. Además es una excepción — dijo un técnico.
— ¿Y quién sabe? Quizás logres impresionar a alguna chica con tus "Pantalones con nariz" — dijo el otro técnico, y ambos hombres se largaron a reír.
Muy a su pesar y en medio de las bromas de los técnicos, Shinji tuvo que salir de ahí y encaminarse al vestidor de mujeres. No es que necesitara un baño, ya que no se sumergió en el LCL, pero necesitaba un baño caliente para relajar las tensiones. Miró la hora en el reloj digital de su Plug-Suit y vio que era bastante tarde, ya que luego de que se fue Misato, se había quedado dormido por unas horas producto de los analgésicos, así que Rei y Asuka ya deberían haberse ido de NERV hace rato.
Aun así, golpeó la puerta y llamó un par de veces con voz fuerte. Cuando Shinji finalmente se convenció de que el vestidor de mujeres estaba vació, se metió dentro y preparó sus cosas para tomar un relajante baño caliente, cuidando de no mojarse la cabeza por sus puntadas.
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Rei Ayanami entró a los vestidores, luego de tener que quedarse hasta más tarde para unas pruebas anexas que le hizo la doctora Akagi. Se sorprendió al sentir correr el agua de una de las duchas, ya que Asuka hace rato que debería haberse ido de NERV. En todo caso no era asunto de ella. Simplemente procedió a quitarse su Plug-Suit, tomar sus útiles de aseo y encaminarse a una de las duchas para quitarse los restos del LCL. En eso el ruido del agua dejó de correr y pocos segundos después, un desnudo Shinji apareció frente a una sorprendida Rei, que se quedó de pie en su lugar observando al chico sin entender que hacía él ahí, ya que estaba segura de haber entrado en el vestidor de mujeres.
Por su parte, Shinji creyendo que aún estaba solo, salió de la ducha caminando a sus anchas, se quitó la gorra de goma que usó para cubrir su cabeza y comenzó a secarse el cuerpo con una toalla, sin percatarse que un par de ojos escarlata lo observan con mucho interés, sobre todo cierta parte de su anatomía.
Para Rei, el ver a Shinji desnudo normalmente no hubiera representado nada del otro mundo. De hecho, ya lo había visto desnudo una vez, cuando tuvieron que subir desnudos a los Entry-Plug para unas pruebas de sincronización. Pero esta ocasión era diferente. La verdad es que desde aquella vez que en que Shinji había quedado accidentalmente con la cabeza entre sus piernas, Rei había comenzado a sentir cosas que no había experimentado antes. Más específicamente, eran pensamientos sobre el Tercer Elegido; pensamientos que le hacían sentir un extraño ardor en…
— ¡¡WAAAA!! — exclamó Shinji, dando un salto al ver finalmente a una desnuda Rei Ayanami a unos metros de distancia, botando al suelo todos sus útiles de aseo en el proceso.
Rei miró a Shinji en forma no tan seria como se podría esperar, mientras que Shinji miró a la chica totalmente petrificado en su lugar, sin saber qué hacía Rei ahí, ya que hace rato que debía haberse ido de NERV. Pero pese a su confusión, Shinji no pudo dejar de echarle un buen vistazo al cuerpo de la Primera Elegida; después de todo es hombre.
Bueno, ¿qué se puede decir? Rei Ayanami tenía un perfecto y esbelto cuerpo, de piel blanca como la porcelana y a primera vista, suave como la seda. Sus curvas se habían acentuado gracias a los milagros de la pubertad, ya no estaba tan delgada, había ganado un poquito de peso, que se distribuía armoniosamente en su hermoso cuerpo. Sus pechos también habían crecido un poco y estaban firmes y erectos. Finalmente, estaba esa tentadora entrepierna donde se podía ver un bosquecillo de vellos azul claro, que confirmaba que el color del cabello de Rei era totalmente natural.
Por su parte, Rei observaba el cuerpo de Shinji con igual interés, ya que el cuerpo de chico estaba comenzando a desarrollarse. No por nada estaba en plena pubertad. Shinji había ganado algo de peso, por lo que ya no estaba tan raquítico; y si bien no eran muchos, sus músculos amenazaban con marcarse, y podía ver que sus hombros estaban más anchos. Pero lo que realmente llamó la atención de Rei, fue lo que Shinji tenía entre sus piernas, que estaba más grande de lo que recordaba, de hecho, ahora mismo estaba creciendo y levantándose. Rei se sonrojó visiblemente, pero no pudo despegar la vista. Estaba fascinada por ese pedazo de carne que ahora se veía duro y erecto.
— Que… grande — dijo Rei, mirando totalmente anonadada ese simiente de carne.
Shinji se extrañó por las palabras de Rei. Bajó la vista siguiendo la línea de visión de la chica, y se le desencajó la cara, al darse cuenta de Rei estaba muy entretenida… ¡¡MIRÁNDOLE EL PENE!!
— ¡¡WAAAA!! — exclamó Shinji, cubriéndose con las manos, más rojo que un tomate y preguntándose en qué momento se la había parado.
— ¿Siempre se levanta así? — preguntó Rei en un tono ya no tan neutro, mientras miraba interesada lo que Shinji trataba de ocultar.
— ¿Eh? — exclamó Shinji sorprendido por la pregunta, con los ojos convertidos en 2 puntitos.
— Había oído que a los hombres les pasaba eso. Pero nunca lo había visto — dijo Rei, dando un par de pasos adelante — Fue interesante verlo — agregó en un tono a medio camino entre inocente y… ¿Sensual?
Al ver a una desnuda Rei acercándose con intenciones que hasta ella misma parecía desconocer, Shinji trató de retroceder en forma instintiva, pero accidentalmente pisó el jabón que había dejado caer momentos antes y perdió el equilibrio yéndose de espaldas. Viendo esto, Rei estiró un brazo rápidamente y sujetó una de las manos de Shinji, tirando de ella para evitar que se cayera, pero lo hizo con demasiada fuerza. Sumado esto al precario equilibrio de Shinji en ese momento, dio como resultado que el joven Ikari se fuera contra una desprevenida Rei, que se fue de espaldas cayendo ambos aparatosamente al suelo.
Lo primero que Shinji supo es que al respirar, sintió un aroma que por alguna razón le alborotó las hormonas. Lo segundo fue que apegado a su cara había algo muy cálido y acogedor. Lo tercero, es que tenía algo a cada lado de la cabeza, que si bien no lo mantenía prisionero, lo apretaba ligeramente.
Shinji abrió los ojos lentamente y para su absoluta sorpresa, justo frente a sus ojos estaba un bosquecillo de vellos azul claro. Descubrió además, que lo que tenía a cada lado de la cara, eran piernas y… Shinji abrió los ojos desorbitados cuando finalmente se dio cuenta de su posición, ¡¡ESTABA CON LA CARA ENTRE LAS PIERNAS DE REI!!
Ahora entendía por qué se había excitado, "Aroma de Mujer". Eso a la vez significaba que…
Shinji trató de abrir un poco la boca para comprobar lo obvio y tal como esperaba, en vez de sentir una tela frente a sus labios, esta vez pudo sentir el suave y cálido roce de piel. Pero no era simple piel, eran… ¡¡LOS OTROS LABIOS DE REI!!
Shinji se irguió lentamente, separándose de esos labios que ahora podía apreciar en todo su esplendor, dándose cuenta que ese había sido… ¡¡SU PRIMER BESO A LOS OTROS LABIOS DE UNA MUJER!!
— Mi… primer beso — dijo Shinji en forma ausente, mirando embobado esos tentadores labios que segundos antes había tenido la fortuna de besar.
— ¿Tu primer beso? — preguntó una sonrojada Rei, sin entender de qué hablaba Shinji.
— Sí, mi primer beso en los otros labios de una… — intentó decir un embobado Shinji, pero se encasquilló a medio camino, al finalmente dándose cuenta de lo que estaba diciendo.
Shinji tragó sonoramente antes de levantar la vista, solo para encontrarse con el rostro de una sonrojada Rei, que le daba una mirada que no supo clasificar.
— ¡¡PERDON!! — dijo Shinji, alejándose de un saltó — Rei… yo… yo… perdóname — dijo Shinji, totalmente avergonzado y turbado a la vez, haciendo un esfuerzo sobrehumano por apartar la mirada del desnudo y hermoso cuerpo de Rei.
— Está bien. Fue un accidente — dijo Rei un poco más sonrojada, mientras juntaban tímidamente las piernas.
— Ten. Cúbrete — dijo Shinji tendiéndole una toalla, mientras miraba para otro lado y cubría su pene con la otra mano.
Rei tomó la toalla, pero no se molestó en usarla. Solo se limitó a ponerse de pie y mirar a Shinji, que estaba de pie a un lado de ella mirando para otro lado, mientras cubría su erección con las manos.
— No hace falta que te cubras — dijo la chica de pronto.
El Tercer Elegido se sorprendió al escuchar esas palabras y volteó el rostro lentamente para encontrarse con el sonrojado rostro de Rei, que le devolvía una mirada que nunca antes había visto en ella.
— ¿Rei? — preguntó Shinji dubitativo, sin saber muy bien lo que estaba pasando, pero intuyendo que efectivamente estaba pasando algo.
Ambos chicos se quedaron uno frente al otro, mirándose fijamente a los ojos, olvidándose por completo que ambos estaban desnudos.
— Así que… ¿Ese fue tu primer beso? — preguntó Rei, sonrojándose un poquito más.
— Rei, yo… en verdad no quise… — empezó Shinji.
— ¿Besar mis otros labios? — preguntó Rei, terminando la declaración del Tercer Elegido, mientras desviaba la mirada a un lado.
Shinji casi se atragantó en su propia sangre por la pregunta de Rei. Intentó hilvanar una respuesta medianamente aceptable y poco comprometedora, pero la chica se le adelantó.
— No me molestó que me besaras ahí — dijo ella, aún con la vista a un lado.
— ¿De… de verdad? — preguntó Shinji, sin poder creer lo que estaba escuchando, a lo que Rei respondió con una leve inclinación de cabeza y una tenue sonrisa.
Luego de unos tensos segundos que parecieron horas, Rei volvió a mirar a Shinji directo a los ojos, momento en que ambos chicos quedaron enganchados de los ojos del otro, como si el tiempo se hubiera detenido.
Para Shinji, todo esto era como un sueño hecho realidad. Rei Ayanami, esa fría, apática, misteriosa, pero hermosísima chica, estaba desnuda frente a él y aparentemente dispuesta a ir hasta el final. Esta era la realización de una de sus frecuentes fantasías masturbatorias. Para Rei, esta era una nueva experiencia, con sensaciones que jamás antes había experimentado, sensaciones que le gustaba sentir, sensaciones que solo Shinji podía despertar en ella.
Sin pensarlo ni darse cuenta, Rei comenzó a acercarse a Shinji, que a estas alturas estaba completamente paralizado y desarmado, sin poder resistirse a esa misteriosa chica de ojos escarlata, en la que parecía estar aflorando cierta aura de sensualidad que lo estaba idiotizando por completo.
— Sin embargo, hay algo que me gustaría aún más — dijo Rei, con voz suave y… ¿sensual?
— ¿Eh? — fue lo único que pudo responder Shinji al verse apegado a Rei, mientras esta lo abrazaba y acercaba su rostro lentamente, hasta finalmente juntó sus labios con los de él.
Por primera vez en mucho tiempo, Shinji Ikari estaba completamente desorientado y sin saber qué hacer. El que Rei Ayanami; de todas las personas, tomara la iniciativa y lo estuviera besando, ya era de por sí algo increíble. Pero sentir ese beso que cada vez se volvía más apasionado, era algo que ya estaba excediendo hasta sus más locas fantasías.
Ya sin poder pensar y dejándose llevar totalmente por la sugerente situación, Shinji se acercó aún más a Rei, para devolverle el beso y sumergirse de lleno en ese sueño hecho realidad, pero algo comenzó a sacar a Shinji de esa ensoñación.
Mientras la besaba, sentía que estaba tocando algo suave y cálido y Rei sintió que algo le estaba presionando el bajo vientre. Muy a su pesar, ambos jóvenes terminaron ese apasionado beso, para bajar la vista y encontrarse con la punta del pene de Shinji, enterrada sobre el bosquecillo de vellos azul claro que tenía Rei en esa parte de su anatomía, ad portas de ingresar a…
— ¡¡PERDON!! — exclamó Shinji, más avergonzado que antes; si fuera posible.
El joven y excitado Piloto EVA, rompió el abrazo e intentó retroceder dando tumbos y balbuceando disculpas, con tan mala suerte que volvió a pisar el jabón, yéndose de espaldas y dándose un limpio golpe de cabeza contra la pared, luego de lo cual, se deslizó por la pared hasta quedar sentado en el suelo, con los ojos en blando y la cabeza colgando a un costado.
— ¡Shinji! — dijo Rei, arrodillándose sobre las piernas de Shinji, mirando con preocupación al inconsciente chico, que le había dado sin querer su primer beso en sus otros labios.
En eso estaba la pareja de desnudos Pilotos EVA, cuando la puerta de los vestidores se abrió de golpe, producto de una potente patada germánica.
— ¡¡Scheisse!! Odio cuando se me olvida algo y tengo que volver a bus… car… lo.
La quijada de Asuka cayó hasta el suelo, mientras que sus ojos prácticamente se salieron de sus orbitas, al ver a un desnudo Shinji, con una desnuda Rei sentada sobre él, haciendo… haciendo…
— ¿¿QUÉ DEMONIOS CREEN QUE ESTAN HACIENDO?? — rugió una histérica Asuka, remeciendo todo el Geo-Frente y sintiendo una punzada de… ¿envidia?
— Shinji se desmayó — respondió Rei, aún sobre las piernas del Tercer Elegido, mientas lo sujetaba por los hombros, sin percatarse de lo comprometedora de su posición.
Asuka solo pudo pestañear ante las palabras de Rei. Considerando su actual posición, lo único que la pelirroja pudo pensar fue: "¿Tan duro le dio esta muñeca que Shinji se desmayó?"
— ¿Hum? Que extraño. Shinji está inconsciente pero sigue levantado — dijo Rei, mirando con curiosidad el pene del chico, que se negaba a morir pese a la inconciencia de su dueño.
— ¡¡NO LE AGARRES EL PENE, MUÑECA PERVERTIDA!! — rugió una histérica Asuka, al ver como Rei tomaba el miembro de Shinji con una mano, mientras lo miraba con curiosidad.
Continuará…
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Notas del Autor: ¡¡Hola a todos!!
Después de un capítulo un tanto reposado, la cosa vuelve a subir de tono con la participación de Maya y de Rei; esta última un poco perdida, pero que reapareció de una forma bien subidita de tono, pero que creo dejará a más de uno contento.
Las piezas de este calenturiento puzzle ya comienzan a acomodarse para el gran final. Maya parece que tiene una real oportunidad con Ritsuko, mientras que Shinji y Misato parece que finalmente se están entendiendo. Rei está mostrando que siente algo por Shinji y que no es tan fría como todos creen, mientras que Asuka… bueno; Asuka sigue gritando y regañando, mientras trata de negar lo que siente.
Solo me resta decir que si creyeron que este capítulo estuvo candente, esperen al leer próximo, donde tendremos a Shinji y Maya encerrados a solas en un ascensor. ¿Tendremos alguna escena como la de aquella famosa película de Michael Douglas? Ya veremos.
Saludos y nos leemos.