Ahora que todo había sucedido nada era como antes, la figura que tenían de mi familia cayó hasta lo más profundo.
Solo se tomaba como un chiste mal contado mi existencia, un héroe que no puede utilizar la espada del héroe, no había una mejor descripción para mí fracaso reciente.
Estaba devastado ante mi inferioridad pero la clase héroe también era una arma que podía utilizar.
Aunque no soy el espectáculo principal para esos nobles, mi título puede potenciar mis habilidades.
Regrese a mi hogar desanimado, todo el publico que antes estaba concentrado en mi se largaron como perros lamebotas hacia el héroe plateado.
Si darme cuenta lo empecé a llamar héroe plateado porque no conocía su nombre, ni me interesaba.
Al entrar al solitario lugar que consideraba mi hogar, ya no había casi ningún sirviente en este lugar. La situación económica de la familia iba empeorando, era notable después de todo lo que antes era tan iluminado con sirvientes que saludaban y me cuidaban, se esfumaron en un instante.
Actualmente solo había 4 personas en esta gran mansión, yo, mi padre y dos mayordomos que eran la mano derecha de mi madre.
Nunca me trajeron confianza, desde que murió mi madre solo esperaban que yo les diera una esperanza de que les sacará de esta lamentable situación, quisiera ver la cara arrugada de esos malditos doble cara.
Lo que no me esperaba es que ellos se adelantarán a sus planes, al escuchar mi noticia de ser rechazado por la espada del héroe.
La casa por alguna razón estaba con las luces apagada, algo raro de ver, normalmente mi padre estaba activo a estas horas para hacer una deliciosa cena.
Me preocupe demasiado y corrí a buscar a mi padre, no había rastros de él, hasta que llegue a su habitación. Su cuerpo estaba lleno de sangre, lo apuñalaron varias veces sin piedad alguna.
-Pa-Papá no no, por favor no.-La cara de aquel chico se torno a unos ojos desesperados por ver algún signo de vida.
-No... por favor te lo ruego, papá no me dejes, eres lo último que me queda. Siento ser un hijo tan inútil, siento no ser lo suficientemente fuerte para protegerte.-Su cuerpo ya estaba frío, el asesinato se hizo hace una hora como minimo. Llorar no servía de nada, frunció el seño y se limpio lo último que salía de lágrimas pero no podía parar de llorar.
El era su padre la única figura que lo quería pero había muerto de esta forma tan horrible, por lo menos papá ahora te juntas con mamá y tú amigo. Tan solo cerré los ojos de mi querido padre para que descanse en paz.
Estoy seguro fueron esos malditos... pero porque razón, que buscan. Me di cuenta muy tarde, era una trampa.El cuerpo tan exhibido en un lugar tan visible, esto únicamente puede se-
Antes de que lo pensara la puerta de la habitación de mi padre resonó con gran fuerza, la tiraron encima.
-¡Es el caballeros, ese niño malagradecido ahora quiere practicar técnicas malignas con el cuerpo de su padre por su inutilidad!- Gritó ambos mayordomos de mi madre con una cara asquerosa que parecía estar asustados.
Ambos mayordomos parecían haberme atrapado con las manos en la masa, esos malditos buscan quedarse con lo últimos que le quedaba a mi padre.
Dos caballeros de armadura dorada corrieron y me tumbaron contra el suelo.
-Ughh!!!-Grito con dolor aquel niño.- Que creen que están haciendo, son idiotas acaso.-El cuerpo está muy frío y como rayos mataría a mi PROPIO PADRE!!!.
Me estaba irritado demasiado, imaginar que ellos creían que sería capaz de eso.
-No hace falta que sigas mocoso, tú un héroe falso no tienes ningún derecho a protestar. Tus mayordomos ya nos explicarón las inmundicias que cometieron tu y tu nefasto padre.- Habló un gordo que entró con extrema arrogancia, era el mismo padre que vio mi título.-Como consideración ante dios por el error mío de verte como héroe solo te meteremos entre rejas pero el cuerpo de tu padre servirá de enseñanza para no criar demonios como tú.
-¡¡Maldito gordo, si tocas un solo cabello de mi padre juro que te buscaré, BASTARDOOO!!!-Grito furioso, ya no se podía controlar y mantener sus sentimientos al margen.
El papa ni se inmuto, solo alzó su mano y los guardias me llevaron directamente a unas celdas.
Me botaron con rudeza y tenían una cara que dirigía a mi desprecio y asco hacia mi. Malditos bastardos creen que su maldita justicia está bien dirigida, su justicia no estaba nada más que llena de rencor de un gordo que no puede aceptar que descubrió dos héroes.
El tiempo pasó y no tuve ningún juicio justo que defendiera mi inocencia, nadie me defendió de la injusticia que vivía.
Así los días pasaron, día tras día esperaba que alguien me sacará de aquí pero al año de estar aquí me acostumbré al ambiente.
La prisión era algo que no me imaginaba , la crueldad y la supervivencia del más fuerte fue lo único que aprendí.
Los primeros días fui acosado por unos delincuentes de casos graves, al parecer para esos malditos de la iglesia mi crimen no fue diferente al de innumerables personas que disfrutaban matar.
Me adapte de forma monstruosa, mi capacidad con el titulo de héroe hizo que todas mis capacidades tanto físicas como mágicas evolucionarán.
Ya era lo suficientemente fuerte como para no ser atormentado por los delincuentes, pero en vez de resentirme decidí hacer reflexionar a estos tíos que eran compañeros en esta prisión.
No era como si quisiera ayudar y que todos merezcan una segunda oportunidad pero estaba demasiado aburrido como para hacer algo más.
-Lo primero que quiero decir es que esos pensamientos de matanza que tienen no los llevan a nada, me oyeron.
-Pero jefe, usted mismo fue encarcelado como asesino de su padre, como espera que nosotros cambiemos si usted puede que sea lo mismo a nosotros.-Menciono un delincuente de aspecto musculoso pero con varios golpes en sus cabeza.
-Vuelves a hablar tan fácilmente de mi padre y juro que te dejare flotando por un rio.
-Lo siento no lo vuelvo a hacer. Discúlpeme jefe por mi excesiva confianza a su figura.
-Alguien más piensa como este idiota sobre mi para explicarles como lo se resolver.- Dijo con una cara de un asesino en serie.
-¡¡No, jefe!!- Gritaron todos en una coordinación perfecta.
Bueno no eran tan malas personas, algunos de ellos incluso su situaciones los llevaron a hacer lo que hicieron. No justifico sus acciones pero demuestran determinación por cambiar.
De todos ellos yo era el único que verificadamente por la iglesia asesiné a alguien. Los asesinatos eran bastante raros incluso entre delincuentes, la mayoría solo robaba por necesidad.
Después de que el tipo musculoso trato de intimidarme, le dejé la cara roja de los golpes que tire resultando que me nombraran su jefe. Supongo que ahora es más divertido estar en este lugar, ya dejé la esperanza de salir, ahora instruyó a estas personas al bien y entreno para poder escapar, después de todo mi caso es especial.
Cómo odio este maldito destino, yo solo quería vivir feliz...