Prendí una vela para visualizar a los seres que me intentaron atacar.
-Oye chica de negro, dijiste que el héroe me esperaba porque estás idiotas me atacaron.
-Eso sería, tal vez porque esperaban que te trajera inconsciente.
Una de ellas se enojo ante mi comentario y intento liberarse de forma brusca de las cadenas.
-No importa que tanto hagas, mientras tengas intenciones en contra de mi, las cadenas no te liberaran. A menos de que yo se los orde-
Las cadenas empezaron a desvanecerse de inmediato. Mi cara estupefacta lo decía todo, normalmente con los que utilizaba esa magia no salían hasta después de 2 horas de resignarse a atacar.
-¿Cómo hicieron eso?.-Pregunte estupefacto por la tan repentino cambio del sentido de odio a no querer atacarme.
Plap plap.
El sonido de unos aplausos sonó y las luces de la habitación fueron encendidas por un interruptor cercano.
-Wilfred bien hecho como esperaba de mi querido hero-
-Puedes guardarte tus formalidades heroe, solo te vine a agradecer como es debido. Tu eres la única persona con el poder suficiente como para liberarme, solo por eso cumpliré cualquier petición que desees.
-Sabia que eras un hombre inteligente, siéntate por favor.
Las demás integrantes se sentaron en una gran mesa redonda, solo que habían otras dos chicas acompañando al héroe. No me atacaron así que o su poder es demasiado peligroso para pelear o no están especializadas en pelea.
-Bueno iré directo al punto, como me ofreciste un favor no me negare a recibirlo. Solo tengo una petición y la volveré a repetir, se parte de mi grupo.
-De acuerdo.
-Se que te vas a ne-. Espera que dijiste, creo que escuche mal.
-Y yo creo que te debo de golpear en la cabeza para que te funcionen tus oídos.
Las chicas que también formaban parte del grupo me miraron curiosamente.
-Tranquilo, tranquilo Wilfred. Entonces como miembro de mi grupo tengo que pedirte un favor.
-Es una solicitud o una orden, señor líder.
-Un solicitud...-Dijo con una voz apagada de lo que antes era tan activa.
-Habla, veré si puedo cumplirla.
-Muchas gracias... Entonces... podrías entrenar a las chicas de mi grupo para que mejoren su fuerza.
-Negativo.-Repondi sin dudas en la cabeza.
-Que rápido... puedo saber la razón.
Las ví a cada una de ellas en un instante y respondí rápido.
-Cada una de ellas pertenecen a ámbitos aristócratas casi nulos.
Me di cuenta al verlas, nunca olvido caras y cada una de ellas era una noble de lo más bajo posible. Aristócratas como la 11va hija de una gran familia o 6ta hija de una familia pequeña o caída.
Parece que ellas se dieron cuenta de lo que pensaba y fingieron mirar para otro lado con una cara sombría. Puedo ver sus ojos y eran tristes.
-Como esperaba de ti Wilfred, pero su talento no es algo de subesti-
-Callate, su talento es lo mismo. Cuando me impactaron no estarían ni al nivel de un aventurero clase C y ese debería ser un promedio. Estamos hablando de los estándares del grupo del héroe.
Una chica de pelo verde, con una venda en sus ojos y una imagen voluptuosa se levantó de inmediato. Lo que mayor resaltaba era sus orejas puntiagudas y su bella piel blanca, así que debía pertenecer a los elfos.
-Se que usted está a un gran nivel comparable al de nuestro héroe pero no debería precipitar sus co-
-Parece que debo corregirte chica elfo, este tipo por lo menos estaría en un rango B pero para ser el héroe es un debilucho total. Además seguro tu fuiste la que me tiró las flechas de viento ¿No?
-S-Si esa fui yo.
-Pues tu habilidad es pésima, te concéntraste solo en el tamaño de las flechas y no en el impacto. Por simple respeto active una barrera, caso contrario no me harías ni cosquillas. No juzgare la venda que traes en tus ojos pero si quieres ser arquera, utilizar *visión espiritual* no lo es todo.
-Lo siento.- Dijo con la cara enrojecida, parecía linda tocándose sus uñas por la vergüenza, tal vez estar mucho en prisión me hizo más delicado por las mujeres, especialmente estás bellezas.
-Nos sirve de nada disculparte. Ahora tu!!.-Dije señalando a la chica que me disparó las espinas de sangre.
La figura parecía fria pero con un sutil miedo en sus ojos. Parecía que era de la raza de los vampiros, sus ojos marrones, el pelo de color blanco puro y su piel tan delicada eran una pista clara, además de los murciélagos que la rodeaban.
-Tranquila no te voy a atacar, me preocupa tu piel demasiado blanca. Si sigues utilizando sangre de esa manera, los desmayo serán frecuentes.
-Gracias por su preocupación pero mi sangre se repone ra-
-Escuchame hasta que termine, se que es tu habilidad usar sangre pero no me demuestras que valga la pena tus habilidades. Tus espinas eran tan débiles que con una pequeña presión perdieron todo su poder y hacerte daño de paso no me parece bueno. Cuídate mejor.
-S-Si gracias por sus consejos, señor.
Creo que era mi imaginación pero parecía que ella tenía una tierna sonrisa escondida. Voy a morir si las sigo viendo detenidamente.
No sé ni porque creo que ellas dos parecen como si no hubieran recibido ninguna reprimenda. Tiene al héroe siempre cerca porque no reaccionan así con el.
-Ahora tu, peliazul.
-Digame.-Lo dijo parándose elegantemente, sus ojos azules también demostraban no tener ningún sentimiento.
-Mira lo tuyo creo que es claro y no lo tengo ni porque decir, tu control del hielo es preocupante. Veo tus piernas están temblando, si no aprendes a controlarlo caerás enferma igual que la vampira que bota sangre.
-Ey!!- Dijo en un pequeño gritito, con un tierno puchero.
-Mientras sea de utilidad para el héroe, mi bienestar no es algo que sea de importancia.
-Pues para mí si, mira hay dos opciones o te enfermas, o enfermas a alguien del grupo por el frío que expulsas inconscientemente. Tómalo de ese punto, además tu hielo que me lanzaste tenia muy poca dureza,tanto así que el fuego que debería hacerlo trizas, lo desvaneció por completo.
-Disculpeme por mi incompetencia en la presentación.
-Dispararle a a alguien no es una maldita presentación.
Que dolor de cabeza, estás chicas les falta un poco de sentido común...