-Podrias dejar de seguirme niña, no me parece que sea recomendable que sigas a un ex delincuente.
Note la presencia de una persona que me estaba siguiendo, sus pasos eran demasiado ligeros para tratarse de la figura de un hombre. Sus pasos eran delicados y calculados en cada centímetro, claramente era una profesional en esto.
Lo ma sprobables es que yo también no me hubiera percatado de esto, si no fuera que ya lo había anticipado. Estoy utilizando una capa de mana de luz en un radio de 1km, por lo tanto todo lo que esté en este radio ya fue registrado en mi cerebro.
Ahora solo debo hacerla salir, llevándola a este callejón sin salida. Le hice que camine directo a una trampa y me colgué con hilos para llegar justo en la entrada. No tiene salida, es un plan simple y contundente.
La chica encapuchada se alteró un poco pero se mantuvo serena, se adapta muy bien y es sorprendente.
-...
-Mira si no quieres hablarme no me importa pero por favor deja de perseguirme.
Gire la cabeza y me dispuse a irme de una buena vez pero ella no iba a dejarme lo fácil.
-¡No te vallas! Te lo ruego.
-Entonces puedes hablar, eso es bueno. Captaste mi atención, ahora adivino perteneces al grupo del héroe ¿No?
-Eso...-Ella empezó a juguetear con sus uñas nerviosas.
-No lo sabía pero por tu reacción puedo suponer que acerté.
Ella se puso nerviosa al instante, antes de que me diera cuenta ella sacó un par de dagas y me convertí en su objetivo.
-Y aquí empezamos de nuevo ¿Por qué son tan salvajes?
-Callate, el héroe me dijo que te trajera o viera a dónde te dirigías pero como el plan salió fallido, solo me queda traerte a dónde él.
-Niña parece que me subestimas demasiado.
Empezó a correr a una velocidad notablemente veloz.
-*Manos divinas*
Mientras ella se votó encima de mi, dos manos doradas surgieron del suelo y la atraparon en el aire.
-Su-Sueltame.
-Me atacas primero, subestimas mi poder y además. ¿Crees que puedes vencerme así de fácil? Parece que no conoces nada del mundo niñita.
Mientras estaba conversando con aquella chica que me intento atacar, una bombas de humo bajaron de la parte de arriba de los edificios.
La chica por alguna razón sonrió de forma triunfante.
Cuando me di cuenta, el humo ya se había esparcido por todo el callejón. Se trataba de ¿Alguna magia que logra generar bombas? No lo sabía pero estaba seguro que era una magia muy avanzada.
Mi situación era mala, se trataba acaso de un humo para dormir. Estaba seguro pero hasta que pueda reaccionar, mis ojos empezaron a cerrarse de forma forzada.
Agarre con velocidad las dagas de esa chica, no podía moverse y su reacción al ser lenta me hizo las cosas más faciles.
Me corté con la punta de la daga en la palma de mi mano, haciendo que la sangre sea derramada.
-Tu, estás acaso loco!!!- Grito la chica con una preocupación expresada en su rostro. Nunca hubiera esperado ese resultado.
-No estoy loco, soy lo suficientemente conciente como para no dejarme caer en tu sucia trampa.
-Deja de decir tonterías, solo te iba a llevar a dónde el héroe. No quería que salieras lastimado.
-Recien consigo mi libertad y quieres que vuelva a ser encarcelado en un estúpido grupo como el del héroe. Sin embargo, soy razonable así que dejaré que me guíes hacia el, si noto una acción sospechosa, no esperes que te trate bien.
La chica suspiro de forma pesada, cancele mi magia de manos divinas y la dejé en el suelo.
Ella solo se me acercó a mí y saco de su bolsa unas vendas, envolviendo las alrededor de mi mano.
-Es idiota salir lastimado por ser tan testarudo.
-Te recuerdo que me querías atacar con tus dagas, asi que no reaccione sin sentido.
-Solo te iba a noquear en el peor de los casos. Cambiando de tema, sigueme hay personas que te esperan.
La chica solto lo que amarraba su capucha y me mostró su rostro.
Era una jovencita hermosa de pelo y ojos de color negro . Aunque toda su belleza no parecía ser liberada por sus simples prendas que llevaba. Su imagen era digna de una asesina fría, pero por sus acciones tempranas dudo mucho que sea tan despiadada.
Por su aspecto parecía que era menor a mí pero no me importaba en lo más mínimo, solo quería resolver esto.
Ya estaba pensando en que haría en el futuro, como ya no estaba atado a nada porque ya me quitaron todo lo que tenía solo quería irme de viaje.
Al seguir a aquella chica, se dirigió a una puerta escondida en lo profundo de la zona roja.
-¿No había otro mejor lugar para que se ubiquen?- Pregunté con una cierta incomodidad ante esta situación.
-Ya lo sé no necesitas repetirmelo, el querido héroe tuvo es maravillosa idea. -Abrio la puerta con un poco de vergüenza expresada.
Zinck!
Era otra vez mi sentido de área de luz, enserio que tan salvajes son los compañeros del héroe.
En el solo instante que me acerque a la puerta un trozo de hielo, espinas de sangre, flechas de viento, una luz cegadora y una patada descendente de una persona se dirigieron a mi.
-Enserio cómo odio mi vida. *Luz cegadora*.- Recitó tapándose los ojos de la luz, bloqueando la vista de las personas que atacaban y permitiendome ver en la oscuridad.
-Objetivos detectados 5, método de eliminación de daño confirmada, iniciando ataque. -Alzo su mano con una clara intención asesina.- *Presión de luz*, *Bolas de fuego*,*Barrera de luz*.
Al lanzar esos hechizos , neutralizar no todos los ataques que me habían lanzado. La presión hizo que el ataque descendente se desviará y las espinas de sangre perdieran su forma refinada. Las bolas de fuego chocaron con el hielo desvaneciendo ambos ataques y finalmente la barrera de luz bloqueo todas las flechas de viento.
La chica de pelo negro había quedado sorprendida por mi reacción.
-Ahora terminemos con esto. *Cadenas de justicia divina* encarguense.
Las cadenas doradas amarraron a todos los presentes menos la chica de negro que me acompañaba.
Solo quiero una vida tranquila pero ahora me metí con unos locos que me atacan... Que maldita mala suerte.