<¡¿Cómo que solo?!> preguntó Argel con miedo.
prosiguió Rodolfo. (pinche ratón, vaya el momento de decir lo importante)
Y sin más preámbulo, Rodolfo nos condujo a la mazmorra. Hicimos un disparejo para ver quién iba primero y así sucesivamente, y quedó: Argel primero, Jose segundo, Diego tercero y, por último, yo.
Chinguen a su madre todos.
Y así fue que Argel entró, no pasó ni la hora y Argel ya había regresado. Eso se debe a que, como su cuerpo es pequeño, es más ágil y veloz, lo cual equilibra su poder debido a que él no es muy fuerte.
Luego fue Jose, él sí tardó más, pero eso porque él se especializa en magia, la cual necesita tiempo para recitar, aunque a partir de cierto punto se pueden conjurar acortando el conjuro, pero eso ya es un nivel muy avanzado.
Después fue Diego, él fue más rápido que Jose pero más lento que Argel, porque él es en esencia un tanque.
Ahora que ya habían pasado todos iba yo, aun con algunas dudas de qué hacer, tragué saliva y me metí a ese oscuro y húmedo lugar