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Chapter 9 - CAPITULO 9, EN EL INTERIOR.

Era un lugar oscuro y húmedo, como alcantarillas, pero sin el hedor. Caminé apenas dos pasos cuando fui atacado velozmente, sin siquiera pensarlo, desenvainé y, como por arte de magia, le hice parry al ataque. Por obvias razones, el enemigo retrocedió, pero yo fui más inteligente y me le lancé encima para poder tumbarlo.

<о бог света, одолжи мне свою силу, и взамен я подарю тебе свою жизненную энергию: орв света!*> (conjuro) grité, y por arte de magia apareció un orbe que iluminó toda la sala.

Aproveché para ver cómo era el enemigo antes de darle el golpe de gracia. Mi expresión cambió a una de terror, no lo podía creer, ¿cómo podía ser posible? Mi enemigo, era Argel, o al menos tenía su apariencia. Aun con miedo pensé "Argel ya salió, eso no puede ser él"

 Me levanté aún con miedo, pero igual levanté la espada contra ese peculiar ser. Segundos antes de que dejara caer el tajo, el ser abrió los ojos y dijo "no me hagas daño, Liam, no seas culero, es que no te vi" de una forma tan patética que al menos yo le abría dado una patada. En ese instante recordé que Rodolfo le había dicho de algunos monstruos que viven en la oscuridad que al ser iluminados toman la forma de algo que el enemigo aprecie mucho para así hacerlo sufrir mentalmente hasta matarlo y que no funcionan los ataques físicos contra él (no recuerdo el nombre). Al haber recordado eso, no pude evitar sonreír y reír de forma demente.

<¡Mamaste verga, puto! о бог света, одолжи мне свою силу, а взамен я подарю тебе свою жизненную энергию: громовой поезд!> grité, y sin siquiera tiempo de reacción el enemigo había sido reducido a polvo por un brillante rayo.

Continúe caminando sin encontrarme con ningún enemigo por aquel lugar, fue así por al menos 20 minutos cuando apareció un monstruo, bueno, más que monstruo, era más bien un esqueleto. Rápidamente, arremetí contra aquel esqueleto, pero lo bloqueó fácilmente con un escudo ligero que llevaba.

<¿A sí? ¡pos chinga tu madre!>

Intente asestarle un golpe, pero el esqueleto me empujo la espada con el escudo y con la otra mano, la cual tenía un marro, me golpeó. Salí Disparado hasta chocar contra una pared.

dije de manera entrecortada por el dolor que me causaba el golpe del esqueleto.

Aun con el dolor me puso de pie mientras sonreía y salí corriendo a cortar al enemigo, el esqueleto trato de bloquear aquel ataque, pero yo fui más astuto, mili segundos antes de golpear el escudo di un giro al rededor del esqueleto para posicionarme detrás del esqueleto y de un tajo en la cabeza lo había logrado matar.

Continúe caminando y siguiendo el mismo patrón. Hasta que por fin di con la puerta a la sala del jefe. Sin pensarlo dos veces, entré a la sala. La sala era muy amplia, fácil, entraba un pueblo grande ahí, pero, extrañamente, estaba vacía. Recorrí de extremo a extremo en busca de algo que invocara al jefe, pero no encontré nada, lo cual me llevó a pensar que solo era una mala broma de aquel lugar. Pero al momento de tratar de salir, la puerta se cerró de golpe, dejándome encerrado en aquel lugar. Sin saber lo que ocurría aún comencé a escuchar tambores, no le di importancia, luego comenzó a temblar el suelo, el polvo se levantó y del techo cayó un enorme dios ogro* (*es un ogro más grande y poderoso que la mayoría, yo le di el nombre porque al no tener muchos conocimientos del mundo no le sé a eso y lo mío no es poner nombres) aun sin saber que ocurría desenvaine mi espada y me puse en guardia.