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Chapter 22 - Cuenta la Leyenda

Cada pisada escuchándose en los alrededores, sintiéndose como si se alejara hacia algún desconocido lugar. Llenos de alivio aquel par que se escondía se mantenían alertas de cualquier movimiento extraño de aquella criatura humanoide que desparecía en medio de la densa niebla.

Parecía aún ser de noche, cuando aquel par que se mantenía escondido, trataron de comenzar de hablar estando seguros en sí de que ya no estuviera la presencia de aquella cosa que se paseaba por el lugar.

¿Qué … era esa cosa? - preguntó una mujer.

Qué sé yo … la cosa es que no nos atrape. - respondió un joven hombre de cabellos rubios con ojeras.

- Entonces ¿Por qué parece que supieras de eso?

- …

- ¿Te quedarás callado?

- Bueno … lo vi el primer día del accidente o, mejor dicho, en la noche.

- ¿Cómo así?

- Fui uno de los primeros que salió de este tren … al estar fuera vi a una mujer tirada en el suelo, parecía desmayada … la cosa es que cuando traté de ver lo que había pasado, pude ver una niebla que comenzaba a invadir todo el lugar. Cuando me di cuenta de un sonido extraño, corrí dentro del tren para esconderme … fue ahí que lo vi. - explicó algo serio aquel joven.

La mujer estaba totalmente atenta a lo que decía aquel hombre rubio.

Vi como aparecía la sombra de una persona, pero sus extremidades eran muy largas y deformes … además parecía tener patas en vez de pies. Me di cuenta que era una criatura que nunca había visto.

Quedó en silenció al terminar de hablar.

Pero entonces, ¿Qué pasó luego?

- Qué más quieres que te diga, ese monstro tomó a la mujer desmayada y se la llevó arrastrándola dentro de la niebla y desapareció … ¿contenta? - respondió aquel joven algo cansado y molestado.

… Ok … ¿Entonces qué hacemos ahora?

- Hay que esperar la mañana … de ahí nos iremos.

Como si la mujer tratara de ya no darle vueltas a aquel asunto, cambió de tema.

Bien … entonces … ¿Qué era lo otro que me contaste?

La mirada disgustada del joven cambio por una expresión entusiasmada.

- Ah … si …

Acomodándose dentro del tren, ambos conversaban en voz baja.

¿Primigenio? ¿Acaso te lo inventaste? - preguntó la mujer incrédulamente.

Anastasia … ¿crees que haría algo como eso?

La mujer quedó callada viéndolo con gran seguridad en sus palabras.

Bueno … sé que he dicho disparates antes, pero esto es algo verdadero … recuerdas sobre la investigación que hice hace cinco años.

Sí … 'esa investigación'. - comentó con sarcasmo aquella mujer llamada Anastasia.

- ¿Qué?

Digamos que tus investigaciones no son de los más … confiables. 

- …

- Solo digo la verdad.

El joven con ojeras suspiró y continuó hablando.

Bueno … ahora he encontrado una muestra para experimentar y probar mi hipótesis.

- ¿Hipótesis?

- ¡Sí! ¡Sobre la existencia de aquellos seres llamados primigenios! Aunque eran conocidos con otro nombre en las fuentes que he encontrado.

- Oye … cállate. No ves que nos estamos escondiendo.

- Ah, sí. Perdón por eso.

- Entonces … ¿acaso es una raza alienígena o algo así?

- No … ellos siempre han estado con nosotros. Se puede decir que los humanos y ellos somos cohabitantes de este planeta. Cuenta las leyendas de que fueron considerados como dioses por nosotros, pero ellos se negaron a ser llamados así y se aislaron del mundo.

Sí … cada vez que te escucho, me hace creer que estás más loco.

Oye, ¿quieres escuchar o no? - preguntó el joven justo antes de escuchar el sonido de una pisada que resonaba dentro del tren.

Los dos jóvenes se quedaron en silencio pasmados de aquel sonido.

O-Oye, Marcus … ¿Cómo hiciste para sobrevivir la última vez? - preguntó Anastasia atemorizada.

- Aunque lo diga … no creo que funcione esta vez.

Los pasos iban siendo más intensos y estruendosos con cada par de segundos que pasaba.

Realmente fue un error venir aquí.

La niebla nuevamente comenzó a aparecer en aquel cañón donde residía los restos del tren que había caído en su viaje a Madrid.

En un cuarto pequeño aislado, se encendió una luz. Una lámpara de mesa alumbró el cuarto donde estaba solo una mesa, dos sillas y dos personas sentadas en ellas.

Entonces … no fuiste capaz de ver lo que sucedió después de que esa luz apareció de repente antes de la explosión, ¿no es así?

- No … ya se lo he dicho. - respondió un joven de cabello blanco y ojos rojos.

¿Qué hay sobre lo que sucedió después del incidente? - preguntó un varón de unos 30 años que vestía ropas de oficial.

Bueno … cuando recuperamos la conciencia, supimos que habían varios fallecidos y no quedaba casi nada de víveres. Creo que se iban a reabastecer en la estación de Zaragoza.

Ya veo. - apuntaba el oficial en la Tablet que tenía en sus manos.

Por último, tengo entendido de que fueron dirigidos por un pequeño grupo liderados por alguien, ¿no es así?.

- Sí … Marcus era su nombre …

- Ya veo, ¿sabes algo sobre él?

- … No … solo su nombre … no tuve mucho contacto con él.

- Entiendo … bueno, le diré que lamentablemente no estaba él dentro de los sobrevivientes.

El joven de cabellos blancos quedó en silencio tratando de aparentar como sorpresa.

- ¿Está seguro que no sabe nada más sobre él?

- … No, señor.

- Bien, eso es todo. Puede retirarse, el oficial de la puerta le indicará a donde debe dirigirse.

- Gracias.

El joven se levantó y se retiró del lugar tranquilamente o eso aparentaba, mientras que el oficial se quedaba fijamente mirándolo irse.

Por favor, diríjase hacia la sala de espera y no se preocupe de su equipaje, ya que está siendo enviado al hotel Manster.

El joven asintió y se fue hacia aquella sala donde estaban reunidos algunas personas más.

Aquel muchacho pudo notar la presencia de sus conocidos y se reunió con ellos.

Y ¿Cómo te fue? - preguntó uno del grupo.

Algo … cansado, pero sin problemas. 

Repentinamente se escucharon voces de alivio y lloros. Dentro del lugar que era una gran comisaría, comenzaban a ingresar los familiares y conocidos de los sobrevivientes quienes habían sido llevados a que den sus declaraciones. Fuera del lugar se comenzaba escuchar el sonido de vehículos y reporteros quienes estaban grabando en vivo.

El tema era obvio, la caída de un tren que se dirigía a Madrid era lo que se mostraba en las primeras planas de los periódicos de la ciudad de Rivas.

Parece que dejaron entrar a los familiares … como sea, vayamos ahora. - dijo el más joven de aquel grupo.

Sí, vámonos. - agregó otro de ellos.

Los jóvenes se retiraron del lugar hacia la parte trasera de la estación de policía donde estaba esperando un autobús bastante grande el cual estaba siendo abordado por algunos pasajeros.

En la puerta estaba una agente quien guiaba y respondía todas las preguntas de los pasajeros.

-Buenos días; por favor, suban pronto, ya que en 10 minutos partiremos. - comentó la asistente a aquel grupo de jóvenes quienes se dirigía al bus.

Los jóvenes subieron y, pasando los minutos, el ómnibus se puso en marcha saliendo de la comisaría y recorriendo la ciudad.

Bueno, parece que están terminando de reorganizar el viaje hasta Madrid, pero he escuchado que iremos primero hasta Zaragoza. - comentó uno de los pasajeros del bus.

Pero ¿En qué iremos? - preguntó otro pasajero.

En tren. - respondió uno de los pasajeros burlescamente.

¡Oye! ¡No bromees así!

Aquellos pasajeros seguían hablando; por otro lado, el grupo de jóvenes escuchó lo que decían.

¿Qué harán ustedes, chicos? - preguntó uno de los jóvenes.

-Por mi lado, aprovecharé este tiempo para darme mi merecido descanso. Creo que estaremos un par de días en ese hotel Manster … cuando vaya a Zaragoza, también nos pagaran el alojamiento. Creo que nos quedaremos por un par de días más.

Yo también haré lo mismo que Glen. Todavía tengo tiempo, faltan como dos meses para el examen de ingreso. - respondió el más joven del grupo.

- Creo que todos los sobrevivientes que no han sido recogidos por familiares harán esto. Además, todo es gratis … y tú qué harás, Aren.

Un joven de cabellos largos respondió.

… Supongo que me quedaré … no tengo prisa.

Entonces está decidido, estaremos juntos por un poco más de tiempo … no es así, ¿Renato? - dijo el joven de cabellos blancos, mientras miraba hacia un rincón del bus donde estaban sentados como si estuviera acorralado, a aquel joven que tenía un traje de oficial, pero con una expresión algo resignada.

¿Quién diría que eres un oficial o algo así? Esas ropas son bastante geniales, ¿eh? - comentó Glen sarcásticamente.

- S-Sí … como ustedes digan …

El ómnibus llegó a su destino.

Era un gran edificio donde estaba puesto cinco estrellas en la cima. Un gran parque estaba frente al establecimiento y banderas en astas de diferentes naciones eran colocadas al lado del hotel.

El interior era aún más deslumbrante, los acabados eran modernos y lujosos, la recepción era amplia y bien decorada. Por otro lado, los servidores del hotel estaban ya preparados para la llegada de ellos y los guiaron por las instalaciones hasta mostrarles sus habitaciones.

El lugar donde estaban parecía ser un dúplex con suficiente espacio para hospedar a unas cinco personas. Además, estaban ya puesto sus equipajes en la habitación.

Ya era de tarde y en aquella habitación se encontraban aquel grupo teniendo un 'amena' charla.

Así que la empresa de viaje está asumiendo las responsabilidades y gastos, bueno era lo mínimo que pudieran hacer, ¿verdad? … Por otro lado, aún tenemos una conversación pendiente, ¿verdad? - comentó Glen en un tono algo molesto.

Mientras tanto Aren y Liam iban a salir a comprar a la tienda, pues parecían no querer estar encerrados en aquel lugar mientras hablaban con Renato.

No se olviden que mañana recibiremos una notificación sobre el cronograma de viaje. - comentó Liam.

Sí, sí … y no te olvides de comprarme algunos snacks. - comentó Glen.

El par se retiró de la habitación.

Bueno, entonces … ¿empezamos? - dijo Glen mientras sonreía ocultando sus intenciones.

E-Esperen …

Mientras tanto, Daniel cerró las cortinas para que nadie viera lo que iba a acontecer en ese apartamento ubicado en el cuarto piso.

C-Chicos … hay que hablarlo …

- No te preocupes … seguro que hablaremos … - dijo Daniel mientras se acercaba.

¿Q-Qué van a hacerme?

- Solo ajustar cuentas … ya sabes … por atacarnos antes.

- También vamos a enseñar modales.

Al salir Liam y Aren del hotel, pudieron escuchar una especie de grito desgarrador.

Los dos no voltearon a ver, solo siguieron su camino.

Caminando por aquellas desconocidas, pero acogedoras calles, Liam hizo una pregunta.

-Sabes, ¿quisiera poder continuar lo que hablamos cuando nos conocimos en el tren?

Parecía como la oportunidad perfecta del joven para absolver sus dudas sin la interrupción de otros y Aren lo sabía.

Sobre lo de la fotografía, ¿verdad?

Exactamente … tú estuviste en Luesia … al igual que aquí en Rivas, es una pequeña ciudad, pero estoy bien informado sobre lo que pasaba allá … tú eras uno de los que identificaron como culpables de los secuestros, ¿verdad?

Aren quedó en silencio.

Y parecía como si tuvieras algún conocimiento sobre quien pertenecía esa foto.

La intuición de Liam, aun siendo un niño, era bastante aguda.

¿Qué es lo que quieres saber? - preguntó Aren.

Ya llegando ambos a un minimarket, ambos se detuvieron en la entrada en silencio. Pasado unos segundos ingresaron.

Aquel lugar estaba bien abastecido y con algo de gente en su interior. Mientras tanto aquel par de jóvenes comenzaron a buscar algunas golosinas y comidas.

¿Tú … eres parte de Le Front? - preguntó Liam con gran seriedad.

Aren no respondió de inmediato, lo cual llenó de preocupación a Liam.

No.

Aunque contestó tarde, por alguna razón, su respuesta era convincente.

Entonces ¿Qué sabes sobre esa foto realmente? ¿Quién escribió lo que estaba detrás de la foto? ¿Por qué te culparon de los crímenes de las desapariciones?

Aunque las preguntas estaban definidas, Aren se cuestionaba por qué relacionaba las desapariciones en Luesia con aquella desconocida organización.

¿Por qué relacionas lo que sucedió en Luesia con la organización que llamas Le Front? - preguntó Aren.

Entonces fue que Liam se percató que Aren pudiera no saber realmente sobre eso.

- S-Sobre eso … - Liam no pudo decidir entre hablar más del tema o callar por precaución.

Repentinamente, Aren desvió su mirada de Liam viendo hacia la entrada del minimarket. Sin embargo, Liam no parecía percatarse aún.

«¿Será realmente cierto que él no sabe nada? Sé que al final parece los que hallaron culpables fueron falsamente incriminados … pero, entonces, ¿Por qué tiene esa foto? … ¿Qué debo hacer?»

Los pensamientos del muchacho fueron perturbados por el ruido exagerado de algunos varones que estaban en la zona de bebidas alcohólicas del establecimiento. Sin embargo, lo que frustró a Liam fue que chocaron abruptamente con él.

¡¿Por qué no pueden quedarse calla-…?! - antes de terminar de alzar sus quejas, Liam al igual que Aren quedaron perplejos de la escena mostrada frente a ellos.

Un grupo de jóvenes hombres universitarios estaban desnudos retándose a tomar más alcohol mientras que los trabajadores del local trataban de detenerlos.

El resto solo comentaban y tomaban fotos del suceso.

En una de las fotos se veía como estaban aquellos hombres bebiendo desquiciadamente, a los empleados tratando de detenerlos, y a Liam y Aren en medio de ellos con una expresión desatinada viendo a la cámara.