Era el 28 de febrero, y tal como dictaba la sentencia eran puestos los criminales en la posición de ejecución, fue cuando se jaló la palanca como lo había ordenado previamente por el caballero de Luesia.
El cuello de Alicia estaba listo para recibir la hoja de la guillotina, cuando al caer sonó un disparo.
Increíblemente lo único que los presentes pudieron observar era como la hoja de la guillotina volaba por los aires, pero ¿Cómo un disparo pudo haber hecho algo así? Se preguntaban todos.
En realidad, el disparo solo fue una distracción, pues uno de los oficiales que estaban al lado del dispositivo golpeó, como si fuera una pelota de béisbol, la hoja de la guillotina con un pedazo de madera que a la vez rozó la cabeza de Alicia.
Aren quien observó todo se impresionó un poco.
«Qué fuerza.»
De inmediato, el sonido de disparos se centró en aquel lugar que asustaban en el piso. Aquel oficial que con una fuerza descomunal había destruido parte de la guillotina aprovechó el tiempo de confusión de todos los presentes para poder liberar a Alicia.
No se sabía de dónde provenía, mas el intendente tomó acción, y ordenó capturar al infiltrado y someter a los condenados.
Lo siguiente que vieron fue como el ambiente se cubría de una espesa niebla.
- ¡Son bombas lacrimógenas! - gritó uno de los guardias.
Aquel 'oficial' quien había ayudado a Alicia la tomó y corrieron, los otros oficiales fueron tras de ella dejando el estrado. Por otro lado, Aren fue arrestado otra vez y llevado de inmediato a una prisión más reforzada.
La ejecución de aquel día fue cancelada.
- ¡¿Cómo que escaparon?! ¡¿Acaso no estaban más de diez hombres detrás de él?! - preguntaba un oficial de alto rango y de contextura robusta dentro de una oficina un poco amplia donde estaban el intendente Rubén Blades; el jefe del DIS, Vicent Veramente; y otros oficiales más.
- ¿Qué pasó con la seguridad? ¿Acaso los oficiales que resguardaban el perímetro no se dieron cuenta? - habló otro oficial.
- ¡¿Cómo que no saben quien era el infiltrado?! ¿Dónde están los registros de los oficiales? -exclamaba otro oficial más.
Aquellos seguían gritando y poniendo excusas como si se tratasen de echar la culpa unos sobre otros. A todo esto, el intendente Rubén pudo observar algo extraño, la sonrisa constante en el rostro de Vicent había desaparecido lo que le causó escalofrío.
Vicent salió repentinamente de la oficina dejando el griterío que se escuchaba y mientras caminaba se podía observar como una mirada fría se reflejaba en su rostro.
Las noticias se hicieron públicas sobre el incidente en la ejecución y, más aún, en el escape de Alicia Enid.
Como si el reportaje estuviera saliendo de una televisión, era visto por dos personas sentadas frente a él.
- La primera parte resultó bien … es hora de la parte dos. - dijo la mujer que estaba sentada.
- ¿Por qué hiciste eso, Lois? -preguntó la otra persona que estaba a su lado.
- Te dije que éramos amigas, ¿verdad? … ¿crees que te dejaría morir así sin más? Por otro lado, no te preocupes por tu amigo, los oficiales se demorarán un tiempo hasta que hagan algo. - respondió, Lois.
- Ya veo. - respondió, Alicia.
- Lo bueno es que toda va según el plan.
- ¿Plan? - preguntó Alicia quien tenía sus ánimos por los pisos fruto de sus pensamientos y la violencia mental sufrida en prisión.
- Sí … antes de que vinieras, ya estaba siendo monitoreada … por eso, hice un par de planes en caso de que sucediera lo peor … pero cuando llegaste tuve que improvisar otros dos más.
- ¿Qué … quieres decir? - dijo Alicia.
- Plan A, B, C y D … El plan A era el más bonito, por así decirlo, resultaba si ninguna de las dos hubiéramos sido arrestadas; luego está el plan B si es que yo era arrestada; el plan C, el cual fue que sucedió, era si tú fueras capturada; y finalmente el plan D era si las dos hubiéramos sido … ya sabes … Pero dejando eso de lado, el tiempo apremia … es hora de actuar.
Siendo, así las cosas, Lois resguardó a Alicia no dejándola salir por ningún motivo y, aunque Alicia temía poner en peligro a Lois, se quedó en silencio.
Llegó la noche y, tal como se había acordado, se realizaría la propuesta señalada por Lois Valdelomar.
Utilizando aquel mapa que tenía, mandaría a un equipo a inspeccionar uno de los lugares, solo iría gente del grupo Valdelomar; sin embargo, llevarían cámaras para realizar un 'en vivo' que pudiera ser visto por ambos bandos. Esta acción era como un acto de buena fe por parte de Lois con el fin de mostrar la transparencia de sus intenciones.
Antes de que la operación sea puesta en marcha, Lorenz quien estaba al lado de Victoria, al ver por el monitor como uno de los integrantes del equipo de búsqueda era alguien que conocía, rememoró una charla previa que tuvo con él.
- Por lo que me dices, ustedes sabían que no hay pruebas suficientes para declarar culpable tanto a nuestra jefa, así como a su amiga Alicia, ¿Cómo entonces lograron llegar hasta este punto, Lorenz? - preguntó Eric.
- La situación era más critica de lo que creías … los altos mandos y todo el pueblo se iban en contra de Victoria … si ella no lograba dar con los criminales en un periodo de dos semanas, entonces seria condenada por mala gestión … sabes bien que aunque ella sea capaz, pero, por su edad y género, no hay muchas personas que estén de su lado … por ello hubo la idea de sacrificar a alguien para calmar las olas.
- Entiendo el punto, pero ¿eso es algo que ella misma pensó? - cuestionó Eric.
- … No … en realidad tampoco fue idea mía … pero hay alguien … desde el inicio de su gobierno hubo una persona quien nos dio su apoyo.
El joven Eric quedó esperando por la respuesta.
- El jefe del Departamento de Información y Seguridad … poco a poco nos iba asesorando de ciertas cosas complicadas y pudimos superar varias dificultades, pero … últimamente su comportamiento ha sido algo extraño.
- Vicent Veramente, lo he visto en algunas conferencias, pero él qué tiene que ver en esto … aún no entiendo siquiera como es que pudieron encontrar el historial de Alicia Enid … El grupo Valdelomar y la anterior gestión acordaron en eliminar todo registro de aquella chica … ¿Cómo es que ahora sale a la luz? - preguntó con gran énfasis, Eric.
- Vicent … de alguna manera cuando comenzamos a revisar los registros de personas acusadas por crímenes de falsificación de identidad, nos trajo el historial completo de ella … fue el mismo día que ella llegó a Luesia. Nosotros pensamos que era lo habitual, inspeccionar documentos de los viajeros que llegaban aquí para hallar relaciones con las pistas que teníamos … por alguna razón, él hacía énfasis en el registro de esa mujer.
- Ya veo … pero, aún así … ¿Cómo hicieron para que la acusaran si ella no estuvo por al menos cuatro o cinco año en Luesia? - afirmó Eric.
- ¡Eso es lo que no cuadra! Hasta el momento todo iba bien, el historial de esa mujer encajaba con las pistas, además ella era amiga de tu jefa… Lois Valdelomar ya estaba también bajo vigilancia por lo que encontramos en los almacenes Wilbur, así que todo iba calzando … pero luego que supimos que ella no había estado por años en la ciudad y lo que ahora me cuentas sobre lo que sucedió en ese lugar, todas nuestras teorías cayeron … nos desesperamos aún más … y … en esa desesperación fue que Vicent apareció y nos dijo que de igual manera el pueblo no esperaría … teníamos que tomar acción, y decidimos, al menos, tratar de tomar presa a Alicia Enid, pero lo peor vino cuando su amigo fue encontrado con los tres cadáveres … bueno, al menos, dos ahora … En ese momento, vino Vicent y mandó la captura de ambos, de ahí, ya sabes la historia.
El conocido de Lorenz no preguntó más, sino que quedó reflexionando.
Volviendo al presente, Lorenz que observaba el inicio de la operación esperaba que, en esta noche, se pudiera hallar algo.
El equipo de búsqueda estaba conformado por un líder, Yoshida Hayato; un sublíder, Eric Masías y quince hombres totalmente armados del grupo Valdelomar quienes llegaron a la ubicación que estaba a las afueras de la ciudad, pues era un punto donde no muchos concurrían; por tanto, un buen lugar para ocultarse.
En dos custers, aquellos hombres llegaron hasta el punto indicado. Aquel lugar, inesperadamente mostraba una especie de casona antigua y destrozada con otros establecimientos similares, pero aquella estructura era la que más llamaba la atención.
Solo un grupo de siete liderados por Eric se dirigió a revisar los alrededores, mientras que el otro grupo liderados por Hayato se adentró directamente a la casona.
No había tiempo que perder y antes que terminara la noche, debían de poder encontrar algo, pues la cabeza de Lois podría ser la siguiente en la guillotina; eso era lo que ella pensaba en el transcurso de la operación.
Todo el terreno parecía como un cementerio cubierto por la espesa niebla, todo arruinado como si hubiesen tratado de demolerlo en el pasado. Eric dividió su grupo en dos; mandó cuatro hombres delante de él como la vanguardia y él con el resto serían la retaguardia; esto lo hacían para reaccionar frente al potencial ataque enemigo.
Todos estaban atentos no solo al terreno, sino a sus intercomunicadores puestos en sus oídos en caso de cualquier aviso.
Entonces comenzaron a revisar las pequeñas edificaciones del perímetro.
Al ingresar a la casona, Hayato vio como era una especie de orfanato; esa fue la primera idea que se le vino en mente al ver varios juguetes en el suelo y más cosas que los niños usan. Todo estaba desordenado, las ventanas rotas, las paredes como si estuviesen quemadas; los hombres no perdieron el tiempo y se dividieron en parejas para inspeccionar el lugar sin que se alejasen demasiado.
Comenzaron a revisar los pisos superiores, pues no encontraban signos de alguien presente en la planta baja.
Pasaban las horas y no hallaban nada. Las cámaras escondidas en sus trajes mostraban todo lo que sucedía; sin embargo, no era muy alentador lo que grababan.
Los minutos, las horas pasaban y el primer grupo volvió a la planta baja. El mensaje de ningún hallazgo por parte de este equipo fue recibido por el equipo de Eric.
Por su lado, el joven sublíder estaba a la par que ellos, ya habían revisado casi una decena de viviendas abandonadas, pero nada. No obstante, eso cambiaria en la siguiente.
Al ingresar a otra vivienda, que era la única con dos pisos todavía intactos, notaron extrañamente que a diferencia de las demás, el lugar estaba vació. Era como, si todos los que hubieran vivido en el lugar, se hubieran mudado.
El equipo repentinamente se posicionó como si esperaran que cualquier cosa pasara. Caminaban lentamente todos juntos con sus linternas en las armas que habían sacado mientras inspeccionaban en el lugar.
En una de las ventanas, había algo oscuro que tapaba la vista. Uno de ellos se dio cuenta y dio señas a dos que estaban cerca de él; no señalaron con las linternas a ese lugar, para no espantar lo que parecía ser la silueta de alguien quien los observaba.
Sin embargo, inmediatamente uno de ellos disparó hacia aquel lugar, aunque no exactamente dónde estaba aquella silueta.
Al disparar nadie notó que se moviera; apuntaron entonces sus linternas y al ver se quedaron estupefactos, pues, al salir algunos de ellos, vieron un maniquí pintado de negro ocultando parte de la ventana.
- ¿Esto … estaba aquí antes? - se preguntó uno de los hombres.
El único pensamiento que tuvo Eric fue «¡Maldición!» entonces otro mensaje del primer grupo fue recibido - Eric, vengan de inmediato … encontramos algo.
El grupo salió de inmediato al encuentro en aquella casona.
Estando ya todos reunidos, Eric y Hayato se quedaron viendo en el suelo del primer piso como parte de la alfombra fue movida dejando ver una especie de puerta angosta que dirigía a un posible sótano. Aquella pequeña puerta fue abierta.
- ¿No que no encontraron nada antes? - preguntó Eric preocupado.
- Si … caminamos por todo lados, como todo el suelo esta hecho de madera, todo rechinaba … pero André se dio cuenta, ya que al pasar se tropezó en este lugar … notó un desnivel y al retirar la alfombra encontramos esto … al abrirlo pensamos encontrar un cuarto, pero como vez es solo una escalera, tal vez de un par de metros de profundidad. - explicó Hayato.
Repentinamente, una voz se escuchó en todos los transmisores.
- Hayato, solo ve tú con tu equipo … deja en la retaguardia a Eric … no quiero que se esfuerce más de los que ya hizo ayer. -ordenó Lois.
- Entendido. - respondió el hombre y comentó -parece que la princesa se preocupa por tu brazo, Eric … ¿fue demasiado cuando mandaste a volar esa guillotina? -con un tono algo altanero, pero amistoso.
- Cállate … al menos, yo no me quejo de mi trabajo. - respondió el joven.
Siendo así, los hombres liderados por Hayato bajaron uno por uno, pues la abertura de la entrada solo permitía una persona bajara a la vez. Al bajar al lugar notaron algo que les causó agrado: era una habitación con luces led verdosas pegadas a las paredes que estaban prendidas.
Este hallazgo emocionaba a los hombres; su pensamiento era el mismo «Este es el camino correcto.» mientras caminaban.
La habitación era espaciosa y solo tenía una puerta frente a ellos. Dos a cada lado de la entrada, mientras que uno trataba de abrirla; el resto se pegó a las paredes en posición de ataque.
Las habilidades del hombre encargado eran notorias, pues a los pocos minutos pudo abrir la puerta.
Todos enfriaron sus cabezas y al abrir la puerta por completo vieron un pasadizo como de una cárcel, solo que todas las rejillas estaban abiertas. El grupo no notó la presencia de nadie y, por tanto, inspeccionaron detenidamente el lugar.
Los alrededores estaban sucios y las rejas oxidadas; pero cuando ingresaron a uno de los espacios encontraron otra puerta del mismo color de la pared. Era tan simple sin diseño, pero era del tipo hermético que uno podría confundirse como si fuera un muro continuo.
Los hombres entendieron que las probabilidades decían que algo o alguien seguramente estaba ocultándose detrás; la adrenalina aumentaba en los corazones de aquel equipo.
Sin embargo, toda expectativa quedó desvanecida al ser abierta esa puerta; no era por no haber encontrado nada, sino que era por lo que podían vislumbrar a lo lejos.
El lugar donde habían ingresado era como una sala un poco amoblada la cual estaba poco iluminada; todo era como una especie de laberinto por donde iban hasta que vieron eso.
A lo lejos había como una especie de entrada, pero sin puerta que mostraba a una persona de perfil que no se movía. Un hombre de ropas formales; probablemente de alrededor de 30 años quien estaba parado ahí mirando el suelo.
No, no era así; en realidad no estaba parado. Al acercarse se dieron cuenta que ese hombre tenía sobre él una especie de cuerda amarrada a un madero clavado en lo alto y sus pies no tocaban el suelo. La cabeza del varón miraba hacia abajo.
Sí, estaba colgado.
Entonces, sintieron una brisa helada que venía desde aquel lugar que veían con extrañeza.
Caminaron lentamente alumbrando el lugar; toda emoción se convirtió en precaución y temor, ya que al adentrarse más entendieron que solo habían encontrado uno de muchos.
Tanto Lorenz como Thomas taparon los ojos de sus jefas pues sabían que iba a mostrarse algo grotesco después de esto.
Una gran cantidad de cadáveres colgados, de edades similares. Todos parecían de unos 30 años o menores, tanto hombres como mujeres.
Y al fondo de la habitación estaba una máquina de refrigeración que mantenía a los cuerpos en bajas temperaturas lo suficiente para pausar la putrefacción.
Toda la habitación inspeccionada estaba sin presencia de otros seres vivientes.
- El número … - dijo Hayato.
- ¿Qué? - respondieron los otros hombres.
- ¡¿El número que aparecía en este lugar mostrado en el mapa?! - exclamó el líder.
Uno de los hombres respondió - tre-treinta y siete, señor. - preocupado no por el grito de su jefe, sino porque se dio cuenta al igual que Hayato de algo.
La cantidad de cadáveres era de treinta y siete igual al número escrito sobre este lugar en el mapa que tenía Lois.
Ya eran cerca de las 3 a.m. cuando se hizo aquel horrible hallazgo y se dio la última orden.
- Todos regresen de inmediato … ya ha sido suficiente por hoy. Se enviarán patrullas a su ubicación de inmediato.- habló Victoria.
De repente, otra noticia se dijo por los transmisores - Hayato, creo que hemos visto … a alguien … un hombre encapuchado … estaba en la cima de una de las casas de afuera, pero ha desaparecido. - dijo Eric un poco alterado.
Todo el equipo salió y se reagrupó a las afueras de la casona, luego entraron a los custers e hicieron guardia hasta que las patrullas llegaron a donde estaban junto con un equipo forense.
Eran cerca de las 6 a.m. cuando el grupo de Hayato y Eric se retiraron de la escena.