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Lux y Helen estaban sentados en un carruaje tirado por dos caballos. Los había conseguido el hombre de mediana edad que había preguntado a Helen sobre el paradero de Robin.
Viajaban sin parar y, según el cálculo de Lux, con esa velocidad, llegarían a su destino en dos días.
Aunque estaba muy preocupado por Colette y los demás, no había nada que pudiera hacer excepto rezar a los dioses para que estuvieran a salvo.
Por el momento, Lux centró toda su atención en su Libro del Alma.
Tenía dieciocho Núcleos de Bestias en la mano, y la mitad de ellos eran Núcleos de Bestia de Rango 2. Las Hormigas habían sido muy generosas al darle estos Núcleos de Bestias porque su exploración ayudó enormemente a que forrajearan de manera segura en las áreas donde los mosquitos acababan de alimentarse.
Ahora que se enfrentaba a una situación de emergencia, utilizó de inmediato los Núcleos de Bestia de Rango 2 para mejorar la progresión de Diablo a la siguiente etapa.
