Después de pasar medio año luchando por su cuenta contra las bestias que vagaban por donde Veldanyr solía prosperar, Vaughn había sido capaz de llevar su nivel más allá del Rango 2, estando cerca del punto medio para alcanzar el Rango 3.
Aunque las clases y subclases que había obtenido en el camino eran de grado Poco Común como máximo, el hecho de haber llegado ahora a una Clase Rango 2 le daba la confianza para viajar por las calles de Veldanyr sin preocuparse.
En un día fatídico, después de regresar de una rápida sesión de combate contra bestias que rondaban la mitad de fuerza del Rango 2, Vaughn volvió al laboratorio con una expresión satisfecha pero cansada.
Agradeciendo la previsión de su civilización antes de que todo volviera a arruinarse una vez más, el hombre tomó algo de comida y agua para saciar tanto su hambre como su sed.