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—De acuerdo. Aquí estamos —Después de caminar por los pasillos del Gremio de Producción Imperial por un rato, Braum y Valyr finalmente llegaron a una sala aislada en los rincones más lejanos del gremio, lo que llevó a este último a detenerse un poco mientras absorbía la vista que tenía frente a él, sus ojos ligeramente abiertos por la sorpresa.
—¿Un taller privado? —murmurando estas palabras para sí mismo mientras miraba a Braum a su lado, Valyr dio unos pasos hacia adelante antes de contemplar de nuevo la escena, con una expresión solemne adornando su rostro. Aunque una fina capa de polvo cubría más o menos todo lo que se encontraba en la habitación, Valyr no lo consideró más que algo que un poco de grasa de codo no pudiera eliminar.