Evan miró la pequeña y desordenada habitación con una expresión de shock en su rostro.
—¿Có-cómo es esto posible? —murmuró e intentó usar sus Ojos del Abismo, pensando que estaba en una ilusión.
Pero para su sorpresa, cuando intentó usar la habilidad de los Ojos del Abismo, se dio cuenta de que no podía usarla... No, lo correcto sería decir que no podía usar ninguna de sus habilidades.
—No hay esencia del mundo dentro de mi cuerpo, ¿y por qué yo... Por qué me siento tan débil? —Evan caminó rápidamente hacia el espejo que estaba en la esquina de la habitación, pateando algunos de los videojuegos y novelas que estaban esparcidos en el suelo en el proceso.
En cuanto Evan llegó frente al espejo y vio su apariencia, inhaló una bocanada de aire frío y abrió mucho los ojos.
—Esto— respiró con dificultad mientras miraba al tipo de apariencia promedio, con cabello y ojos negros en el espejo con sus ojos bien abiertos.