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¡BooooooooM!
Una fuerte explosión retumbó en la atmósfera oscura y lúgubre de la segunda capa y un lobo de cinco metros de altura, cubierto de un pelaje verde oscuro quemado, fue lanzado lejos.
En el aire, el lobo aulló de dolor y escupió un bocado de sangre mezclada con sus órganos internos.
¡Estruendo!
Antes de que el lobo se estrellara contra el suelo después de ser lanzado, el cielo sombrío de la segunda capa comenzó a retumbar.
¡Fwshhhhhh!
De repente, un rayo de luz dorada rasgó las nubes oscuras y descendió hacia el lobo como una lanza.
—¡Caída del Cielo! —Una voz potente resonó por toda la tierra lúgubre y el rayo dorado golpeó al lobo verde justo en su columna vertebral.
¡Crac!
El sonido de los huesos rompiéndose resonó y...
¡BOOM!
El lobo fue estampado contra el suelo, creando un cráter de casi trescientos metros de ancho a pesar de que el suelo de la segunda capa era decenas de veces más resistente que el de la tercera capa.
