En la cima de una montaña rocosa, un ave parecida a un águila rodeada de fuego dormía plácidamente. El aura alrededor del águila era la de un monstruo de nivel medio Rango Dos, y medía casi cincuenta metros de largo.
Justo al lado del águila, una pequeña flor de color naranja florecía, liberando un calor intenso.
De repente, el águila sintió algo; sus ojos se abrieron de golpe y trató de volar. Pero antes de que pudiera volar...
¡Zum!
Una pequeña bala azul oscuro surcó el aire y penetró su cabeza. En el momento en que la bala penetró su cabeza, el águila sintió que sus entrañas se congelaban y le fue imposible mover su cuerpo.
El águila abrió la boca e intentó chillar de dolor y horror, pero antes de que pudiera...
¡Susurro!
Un estallido de energía helada brotó de su cabeza, y todo el cuerpo del águila se convirtió en una estatua de hielo.