Evan, Sebastián y Nathan aterrizaron en la cima de la montaña donde se ocultaba Eclipse. Ya era de noche y las únicas fuentes de luz en la naturaleza eran las estrellas y la luna.
Después de aterrizar, los tres replegaron su aura y miraron al ejército de monstruos frente a ellos. Aunque era de noche, podían ver claramente al gran ejército de monstruos que estaba estacionado a cierta distancia de la base de la montaña.
La expresión de Evan se mantuvo indiferente y había un brillo emocionado en sus ojos mientras miraba a los cientos de miles de monstruos.
—Rugido!
—Aullido!
—Gruñido!
Diferentes tipos de sonidos de monstruos resonaban por las tierras salvajes, haciendo que la atmósfera nocturna fuera bastante escalofriante.
Con solo echar un vistazo, notó leones de llama, lobos del viento, orcos, goblins y muchos diferentes tipos de monstruos.
Miró de reojo y notó que las expresiones de Nathan y Sebastián eran bastante serias.