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—Que se joda su madre, aunque ya lo esperaba —dijo Evan con una mirada de sorpresa en su rostro—. Miró hacia atrás a Kazil y preguntó con seriedad—. ¿No estás diciendo tonterías, verdad?
—Maestro, juro que todo lo que acabo de decir es verdad —dijo Kazil con voz solemne después de ver la cara seria de Evan.
Evan miró a Kazil unos segundos y finalmente asintió con la cabeza. Sabía que al convertirse en un no-muerto sombrío, Kazil no podía mentirle, pero las cosas que le había contado eran tan impactantes que no podía creerle.
—Y aquí me preguntaba sobre la identidad de esta perra... —Evan dijo mientras se sacudía la cabeza, y preguntó algunas cosas más sobre otros cazadores de rango S del gremio oscuro y sus bases.
Después de obtener suficiente información sobre el gremio oscuro, Evan de repente pensó en la Mazmorra del Infierno.
—¿Qué es esta mazmorra del infierno que ustedes están tratando de ocultar?
