—Rugido... ¡Rugido! —Dos rugidos poderosos resonaron en la cordillera, poniendo tensos los rostros de todos los cazadores.
Pero pronto se relajaron al saber que hay tres cazadores de rango A que se encargarán de ellos.
—Así que esos bastardos finalmente aparecieron —dijo Austin mientras su boca se abría en una sonrisa salvaje.
—Hagamos lo que discutimos antes —dijo Aarón y él y Austin volaron en la dirección de donde acababan de escuchar los rugidos.
Layla se quedó en el mismo lugar y esperó a que ellos regresaran.
Su plan era bastante simple.
Los orcos son monstruos que aman luchar. Así que tanto Aarón como Austin provocarán a los orcos de rango A atacándolos.
Al ser provocados, esos orcos seguramente intentarán matarlos. Pero después de provocarlos, su objetivo no era luchar contra ellos, sino atraerlos al lugar donde habían preparado la formación.
Cuando logren sacar a los orcos, Layal, que está esperando allí, activará la formación.