—Tú también vendrás con nosotros —Evan salió de sus pensamientos al escuchar a Carlos y su expresión se volvió fea.
Mientras el hombre calvo medía a Evan, Valery sacó secretamente un cristal blanco de su anillo de almacenamiento e inyectó su maná en él.
Cuando el hombre calvo sintió fluctuaciones de maná miró a Valery, pero su expresión no cambió.
—Tu cristal de comunicación no funcionará aquí. Ya tengo todo preparado de antemano —dijo Carlos a Valery cuando vio el cristal en su mano.
Valery, que estaba inyectando maná en el cristal, se detuvo porque podía sentir que no estaba funcionando.
—¿Entonces estás lista para venir conmigo ahora? —preguntó Carlos.
Valery no respondió a Carlos y guardó el cristal en su mano.
—Dado que has venido para capturarla, ¿es necesario llevarme contigo también? —preguntó Evan al hombre calvo.
