—¿Qué? ¿Dónde se fue? —El Sabio Merlín estaba furioso. Había perdido a su presa y no tenía idea de adónde se había ido.
Intentó expandir su búsqueda utilizando su Zona Mágica, que estaba potenciada por su Divinidad. ¡Este Hechizo le permitía percibir todo dentro de 450 metros! Sin embargo, aún así no podía sentir al joven.
También utilizó su Hechizo de Rastreo Mágico, que realzaba su percepción mágica. Al menos, quería saber en qué dirección habían desaparecido.
—Tsk... ¿Cómo hizo eso? —fue todo en vano. Debía haber colocado una barrera o utilizado su Hechizo de Dominio durante su batalla. Si lo hubiera hecho, no tendría este problema.
No pudo encontrar ningún rastro del joven, ni de la persona que lo ayudó a escapar.
Bueno, estaba seguro de que los murciélagos fueron invocados por otro Arcanista, alguien que tenía una conexión con el joven.
Como el joven era Discípulo del Dragón, sabía que esos murciélagos provenían de un Arcanista diferente.
—¿Será de un Vampiro? —rumió.