```
—Buen trabajo, Rain —dijo Roan mientras miraba alrededor y veía más Bolas de Fuego grandes cruzando el cielo—. Esto no es un ataque de bandidos... es una incursión nocturna preparada por los enemigos. Necesitamos dejar la ciudad con mis... hermanos... y padres.
Mientras Roan estaba allí, su rostro se llenó de una mezcla de confusión y un poco de curiosidad. Algo había hecho clic en su mente, y no podía evitar sentirse perplejo por ello, algo que acababa de darse cuenta. Sus ojos se abrieron de par en par, tratando de dar sentido al nuevo entendimiento que por tanto tiempo le había eludido.
Rain se dio cuenta de lo que estaba pensando su padre, se había ralentizado cuando mencionó a sus hermanos, lo que le ayudó. El hecho de que Leo hablara con él de esa manera hace unas semanas, el hecho de que llegara a ser capitán de los guardias de la ciudad y que diera a algunas personas el día libre los séptimos días por la tarde... era todo demasiado sospechosamente claro.
—Esto puede esperar. Vamos —declaró Roan.
El grupo intentó escapar a través de los oscuros callejones de la ciudad, pero el sonido de los caballos y las batallas aumentó a su alrededor. Apenas habían cruzado unas pocas manzanas cuando de repente se encontraron rodeados por dos jinetes, uno frente a ellos y otro detrás.
Roan chasqueó la lengua con molestia e intentó usar Bola de Fuego contra ambos, pero los jinetes usaron alguna herramienta mágica para bloquear el ataque con bolas de agua. Los jinetes se lanzaron al mismo tiempo después de eso.
El tiempo pareció ralentizarse mientras la mente de Roan corría, tratando de procesar el peligro inminente. Sus pensamientos se convirtieron en un torbellino caótico, buscando desesperadamente un plan, una manera de proteger a su familia de la amenaza que se avecinaba. Cada instinto en su interior le gritaba que corriera, que huyera del peligro que se acercaba, pero sabía en el fondo que escapar no era una opción.
El peso de la responsabilidad pesaba fuertemente sobre los hombros de Roan al darse cuenta de que la seguridad de sus seres queridos ahora reposaba en sus manos. Sus músculos se tensaron, listos para entrar en acción, pero su mente luchaba por encontrar claridad en medio del pánico. El miedo roía su confianza, amenazando con paralizarlo.
En medio de su vacilación, Roan de repente vio a los jinetes temblar, gemir y ralentizarse antes de caer de los caballos. Ni siquiera vio a Rain atacarlos y hacer que dos dardos supersónicos golpearan sus estómagos. Aun así, pronto se levantaron.
—Su armadura detuvo el ataque... —murmuró Rain—. Tengo que pensar en una estrategia anti-escudos.
Roan se dio cuenta de lo que había sucedido y se abalanzó hacia el enemigo más cercano. Un solo paso le hizo cruzar veinte metros y apuntó al cuello de uno de los asaltantes. El enemigo levantó su espada para bloquear el ataque. Aún así, Roan rápidamente lo mató decapitando al enemigo y cortando la espada del enemigo sin hacer un solo ruido.
El otro enemigo intentó atacar a Rain y a los demás, pero tres orbes de tierra dispararon a su cabeza y detuvieron al bastardo. Sus impactos hicieron que algunos ruidos aterradores resonaran en la zona, y Roan pronto confirmó que el segundo enemigo estaba muerto.
(Una Habilidad Desconocida ha subido de nivel.)
```
—Vamos; mientras más esperemos, más tendremos que luchar —declaró Roan.
En el caos posterior a la lucha, Rain se encontró luchando con una inquietante realización. Había quitado una vida para proteger la suya, para salvaguardar la vida de aquellos a quienes quería. Sin embargo, contrario a lo que esperaba, sintió una extraña ausencia de remordimiento o culpa. Su mente corría, tratando de dar sentido a esta sensación que parecía envolverlo.
Una posibilidad que susurraba en sus pensamientos era el abrumador instinto de autopreservación que había guiado sus acciones. En el calor del momento, su enfoque se había desplazado completamente a la supervivencia, a asegurar la seguridad de su familia. Quizás fue esta preocupación abarcadora la que nubló sus emociones, dejando poco espacio para la introspección o el remordimiento.
Otra noción centelleaba en la mente de Rain, una que estaba entrelazada con el conocimiento de su propia mortalidad. Ya había probado el amargo abrazo de la muerte una vez antes, y el recuerdo persistía como un recordatorio inquietante de la fragilidad de la vida. Quizás, en algún rincón subconsciente de su ser, albergaba el miedo a experimentar ese mismo destino otra vez, alimentando una resolución fría en su interior.
Sin embargo, en medio de estos pensamientos y reflexiones, Rain no podía sacudirse una punzada de inquietud. Se cuestionó la ausencia de una reacción visceral, preguntándose si era un mecanismo de defensa o un indicio de algo más profundo en su interior. ¿Era un síntoma de desensibilización a la violencia, un mecanismo de afrontamiento nacido de las duras realidades que había presenciado y soportado? ¿O había parte de él que se había endurecido, protegiendo sus emociones para prevenir que el peso de sus acciones lo abrumara?
El grupo encontró algunos enemigos más bloqueando su camino, pero Rain pudo dispararles con orbes de tierra y golpearlos en la cabeza. Ellos solo cayeron al suelo, y el humo evitó que sus aliados se dieran cuenta de lo que había sucedido, así que usaron la confusión para avanzar.
—Una Habilidad Desconocida ha subido de nivel.
—Un camino desconocido recibió experiencia.
—Hasta que se desbloquee el camino, ganarás experiencia de bonificación en el Sendero Humano del doscientos por ciento.
—Sendero Humano recibió 200 puntos de experiencia.
—Parece que matar también es una forma de obtener experiencia... No debería preocuparme por esto ahora, pero debería tomar nota; este tipo de cosas revelan mucho sobre la naturaleza de este mundo —pensó Rain.