—Tras agredir sexualmente a un oficial de la ley, Alex hizo un rápido regreso a casa —su corazón todavía latía a mil por todo el incidente—. Nunca antes había hecho algo tan escandaloso. Después de todo, podría haber sido un playboy en su vida anterior, pero no era un violador. Y sin embargo, humillar a ese policía tan intransigente se sintió correcto...
Quizás fue en ese momento cuando algo oscuro que había estado dormido en el corazón de Alex durante tanto tiempo finalmente despertó. Pero sintió que la ley ya no tenía ningún significado para él. Nació en él la voluntad de hacer lo que fuera para corromper a estas heroínas para su uso personal.
