—¿Acaso me engañan mis ojos? ¿O acabas de reclamar a tu cuarta heroína? —preguntó la Reina de Corazones—. ¿Te animas a girar la ruleta para ver lo que consigues a continuación?
Alex asintió con la cabeza, lo que hizo que la belleza de cabellos escarlata girara la ruleta y realizara su habitual danza y canción. Mientras, Alex observaba con intensa concentración mientras veía una lista de premios pasar volando, hasta que finalmente la ruleta se detuvo en otro vehículo de lujo.
—Nada excita más a una chica que un chico blanco, guapo y rico con su propio coche deportivo —comentó la Reina de Corazones—. ¡Felicidades Alex, eres el nuevo y orgulloso propietario de un Lamborghini Huracán Spyder! Las llaves están ahora en el bolsillo de tu abrigo, y ya ha sido entregado al garaje de tu ático. ¡Puedes reclamarlo cuando te apetezca!