La zona de batalla se mantuvo alejada del lugar donde estaba Sha Mo. Porque nadie quería verse envuelto en su lucha. Su Qi, su poder de ataque, era demasiado para ellos.
Era un riesgo incluso intentar ayudar a Sha Mo debido a lo imprudente que era su Qi.
—¡La falta de respeto de los jóvenes en esta generación es insondable! —Sha Mo levantó la pierna, y el movimiento casi parecía que iba a realizar el primer paso descendente.
Al golpear el suelo, el Qi sacudió toda la tierra por lo menos cinco kilómetros en cada dirección desde donde estaba.
Los miembros del Clan Behemoth tropezaban, tratando de levantarse, y para Safa, Simyón y Liam, los afectó aún peor, cayendo al suelo, usando sus manos solo para mantenerse en pie.
—¡Esto es solo su Qi; su maldito Qi parece que podría acabar con todo el Clan Behemoth! —dijo Liam mientras luchaba por levantarse—. No es de extrañar que ninguno haya retrocedido, y todos parecían tan asustados de él.
