—¿Qué estoy haciendo ahora mismo? —fueron las palabras que salieron de la boca de Skyler mientras estiraba cuidadosamente un gran trozo de masa.
Lo hacía con cuidado, utilizando también su Qi, intentando infundirlo en sus técnicas.
—Agrega un poco más de Qi cuando unes la masa y refina tu control cuando la estiras —ordenó Zon.
—¡Sí, Chef! —gritó Skyler mientras continuaba con su trabajo.
Skyler se imaginaba cómo había acabado en esa situación. En vez de llevar la respetable ropa del Clan del Club Wu, llevaba un traje de chef.
En lugar de usar su Qi para entrenarse y ascender a ser un guerrero poderoso del cual los cielos estarían orgullosos, estaba aquí haciendo fideos, de todas las cosas.
Las lágrimas querían brotar de los ojos de Skyler, pero sabiendo bien quién lo estaba observando, Skyler continuó trabajando.
—No lo puedo creer —dijo Rane, de pie junto a Zon—. No solo eres buen cocinero y buen luchador, sino que parece que también tienes buen ojo para seleccionar talento.