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No tardaron mucho el Dame y su grupo en llegar a la ciudad de Repton. A diferencia de muchos otros lugares, aquí había una vida nocturna bastante vibrante. El cielo nocturno estaba presente, pero la calle estaba cubierta de luces amarillas brillantes y faroles rojos.
Los edificios eran grandiosos, hechos de materiales nuevos, y prácticamente ninguno de ellos parecía necesitar reparaciones. Al mismo tiempo, había lugares elegantes repartidos por grandes secciones de la ciudad, así como gigantescas pagodas situadas en todo tipo de áreas diferentes.
Incluso las calles estaban llenas de gente animada, alegre y borracha. Dentro de uno de los edificios, había un restaurante de tres pisos. Lleno de clientes incluso a esa hora de la noche, la mayoría de ellos ebrios tras beber toda la noche.
Sin embargo, había varios contratados por un clan cercano para hacer trabajos de limpieza en caso de que hubiera clientes alborotadores. En el segundo piso, se estaba llevando a cabo una reunión.
