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Al día siguiente, bajo el cielo despejado, Atticus se encontraba dentro de los terrenos de entrenamiento, su anticipación mezclándose con el aire fresco de la mañana.
Los terrenos de entrenamiento de la familia Ravenstein se extendían a lo ancho de una vasta extensión de tierra, enclavados en el corazón de la propiedad familiar. Los terrenos en sí estaban meticulosamente diseñados para acomodar una variedad de ejercicios de entrenamiento.
En el centro de los terrenos, un gran espacio abierto estaba destinado para combates de entrenamiento y ejercicios de lucha. Aquí, los guerreros se enfrentaban en combates controlados, intercambiando golpes y técnicas bajo la mirada atenta de mentores experimentados.
Cerca, una colección de muñecos de entrenamiento se erguía en formación, cada uno construido con materiales resistentes que podían soportar el impacto de golpes poderosos. Los guerreros practicaban sus golpes, perfeccionando su precisión y fuerza. Los muñecos llevaban las marcas de innumerables impactos, sirviendo como un testimonio de la dedicación y habilidad de quienes se habían entrenado allí.
Las instalaciones de entrenamiento avanzado están reservadas para solo unos pocos seleccionados, así que los guardias y otros guerreros de la familia Ravenstein usan estos terrenos para entrenar y pulir sus habilidades.
No pasó mucho tiempo antes de que Sirius llegara a los terrenos. A medida que se acercaba, empezó a hablar.
—Escucha, chico —comenzó Sirius—. Vamos a empezar con algunas reglas básicas. Regla número uno: Mis palabras son ley. Regla número dos: Estarás aquí antes de las 6 AM todos los días y esperarás hasta que yo llegue. Regla número tres: No usar las instalaciones de entrenamiento avanzado hasta que yo lo diga. ¿Entendido?
—Entendido —respondió Atticus de inmediato.
—Ahora, comenzaremos con ejercicios de entrenamiento ligero. Y dado que estás despierto, no se permite el uso de mana. ¡Vamos a movernos! —exclamó.
Las horas siguientes fueron una dura prueba de la resistencia y aguante de Atticus. Fue llevado al límite, corriendo, haciendo sprints y realizando ejercicios que parecían no tener fin.
A pesar de que sus habilidades despertadas le proporcionaban mejoras pasivas a sus estadísticas físicas, el entrenamiento era brutal. En un momento, colapsó en el suelo, jadeando mientras luchaba por respirar.
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Sirius le permitió un breve descanso de dos minutos, una pequeña ventana de recuperación antes de que Atticus fuera nuevamente sumergido en el exigente régimen. Flexiones, sentadillas y una variedad de ejercicios que llevaban su cuerpo al punto de ruptura siguieron. El sol se elevaba más en el cielo, proyectando largas sombras a través de los terrenos de entrenamiento.
Al día siguiente, Sirius diseñó un riguroso régimen de entrenamiento diario para Atticus, diseñado para moldearlo en un guerrero formidable. Cada día comenzaba al amanecer, con el aire fresco de la mañana sirviendo como telón de fondo para sus intensas sesiones. El entrenamiento abarcaba un enfoque holístico, enfocado tanto en la proeza física como en la fortaleza mental.
*Acondicionamiento Físico:* Atticus participaba en intensos ejercicios físicos para mejorar su fuerza, velocidad y resistencia. Estas sesiones incluían levantamiento de pesas, sprints, ejercicios de agilidad y entrenamientos cardiovasculares.
*Control de Mana:* Un componente crucial del entrenamiento de Atticus era dominar la manipulación de mana. Sirius le guiaba a través de ejercicios intrincados para manejar el mana con fines ofensivos y defensivos. Atticus aprendió a canalizar su energía con eficiencia.
*Meditación y Enfoque:* El día de entrenamiento concluía con meditación y ejercicios mentales. Atticus se adentraba en técnicas de atención plena, perfeccionando su habilidad para mantener el enfoque incluso en el calor de la batalla. Estas prácticas cultivaban la resiliencia mental y la claridad, atributos vitales para un guerrero.
El régimen de entrenamiento de Sirius exigía una dedicación y una disciplina inquebrantables. Cada día, Atticus era llevado a sus límites, obligado a superar sus logros previos.
Esto continuó todos los días hasta que pasaron 4 meses. Atticus se encontraba una vez más frente a Sirius, su cuerpo cubierto de sudor pero con una expresión tranquila. Los días infernales de entrenamiento lo habían transformado, afinando su físico y fortaleza mental.
Se había adaptado de manera notable, su potencial despertado le permitía aguantar la rutina agotadora con determinación.
Mientras estaba allí, reflexionaba, «Agradezco al cielo haber despertado. Sin ello, soportar este entrenamiento infernal habría sido imposible». Incluso sin usar activamente el mana, un despertado es inherentemente más poderoso que una persona promedio. Eso les hace tener más adaptabilidad.
El asentimiento de aprobación de Sirius reconoció el progreso de Atticus. —Buen trabajo, chico. Has recorrido un largo camino. Ahora, es hora de la siguiente fase. Hoy, te voy a introducir a nuestro sistema de magia.
Atticus finalmente iba a aprender sobre el sistema de magia de Eldoralth!
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—Perfil de Personaje:
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Nombre de usuario: Atticus Ravenstein
Edad: 5
Género: Masculino
Raza: Humano
Atributos:
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Fuerza: 15
Agilidad: 17
Resistencia: 16
Vitalidad: 14
Inteligencia: 9
Encanto: 11
Nivel: Novato+
Talento: Mítico
Linaje: Bloqueado
Habilidades:
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Habilidades innatas:
* Ocultar [Grado: Mítico]
—La habilidad de ocultar tus poderes de cualquier persona sin importar el rango. Puedes elegir qué nivel quieres mostrar.
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