—¿Un abrigo y una daga? —Federico resopló al escuchar la noticia actual que causaba grandes oleadas de suposiciones entre la nobleza.
El Duque había faltado al respeto a sus costumbres, o al menos eso era lo que todos pensaban. Nadie se atrevería a decir lo que realmente pensaban. A pesar de que el Duque era un invitado, ninguno de ellos quería confrontarlo por lo que hizo.
—¿Estás seguro del aumento en los ataques últimamente? —Federico preguntó a uno de sus hombres.
—Sí, Su Bendición.
Federico hablaba de los repentinos animales demoníacos que habían estado causando problemas en la frontera entre Aster y el Reino Wugari.
El Reino Wugari era el lugar más al norte habitable en el Continente. Había otros Reinos más pequeños hacia el norte, pero los Wugareños eran considerados el Reino del Norte más grande. Ellos también eran los que controlaban la lucha entre los monstruos demoníacos y el Norte.