Dominic se sacudió los pensamientos mientras se dirigía a la ducha. Cuando salió, Cielo ya estaba en el dormitorio, sentada en la cama, con los ojos puestos en él. Aunque resultara incómodo, Dominic caminó con cuidado hacia el armario para cambiarse.
Un sinfín de preguntas pululaban sobre su cabeza, asumiendo que su extraña mirada estaba conectada con su mensaje de esa mañana. Dominic había respondido, pero nunca recibió una respuesta. Pensó cuidadosamente en ello, creciendo ansioso sin darse cuenta mientras volvía al dormitorio.
Al cerrar el armario detrás de él, sus ojos cayeron en el perfil de Cielo. Ella estaba mirando el suelo, sumida en sus pensamientos.
—¿Qué estará pensando? —se preguntó, inclinando la cabeza hacia un lado. Antes de poder decidir, sus labios se abrieron mientras las palabras salían de su lengua—. ¿Pasa algo?
Cielo dirigió su mirada hacia él tiernamente, girando la cabeza en su dirección—. Mhm.