—Y el premio a la mejor actriz es para... —el hombre en el escenario hizo una pausa y escaneó las estrellas que ocupaban los asientos frente a él. Todos contuvieron la respiración, la anticipación brillaba en sus ojos, esperando pacientemente el anuncio de la mejor actriz del año en esta prestigiosa reunión de estrellas.

—¡Heaven Liu! —Una ola de aplausos explotó en el lugar tan pronto como el hombre anunció el nombre de la ganadora del premio. Algunos de los asistentes giraron sus cabezas en dirección a Heaven Liu, una estrella en ascenso que había estado acaparando titulares en los últimos meses.

Heaven Liu, la mujer sentada en el fondo, se cubrió los labios sorprendida. Su corazón latía aceleradamente, abrumada por la victoria. Sus ojos de fénix brillaban hermosamente mientras una capa de lágrimas recubría instantáneamente sus ojos.

Heaven miró a su alrededor, solo para ver a personas de la industria aplaudiéndole. El anfitrión continuó hablando mientras la pantalla mostraba la película en la que Heaven había actuado.

—Esto es… —Heaven reunió su coraje para levantarse a pesar del abrumador sentimiento que había llenado su pecho. Los aplausos continuaban mientras ella se dirigía al escenario para recibir el premio.

Heaven era una estrella novata en la industria del entretenimiento. Compitió contra actrices veteranas que han estado en la industria durante décadas. Por lo tanto, estar nominada en la misma categoría que ellas ya era un honor. ¿Quién hubiera pensado que ganaría?

—Felicidades, señorita Cielo —el anfitrión la felicitó con una gran sonrisa, entregándole el trofeo acrílico con su nombre grabado en oro antes de cederle el escenario.

De pie en medio del escenario con el foco de atención sobre ella, su belleza resaltaba. Todos podían decir que se veía abrumada, pero una mujer de orígenes tan humildes como ella, llevando esa reacción, conmovió a tantos corazones.

—Yo... —sus labios temblaron y su voz se quebró—. Quiero agradecer a todos los que creyeron en mí y felicitaciones a quienes también fueron nominados. Me siento honrada con esta nominación y el ponerme en la misma categoría que aquellas a quienes admiro e idolatro, estoy verdaderamente agradecida.

La multitud le sonrió, especialmente aquellos que perdieron en la categoría. Aunque la mayoría de los candidatos nominados eran artistas establecidos, aceptaron el hecho de haber perdido frente a una novata sin amargura alguna.

¿Por qué habrían de hacerlo?

Esta joven actriz que recientemente se había hecho famosa con la primera película que protagonizó no solo era una actriz talentosa, sino también una dama joven y humilde. Fue la actriz principal de una película de bajo presupuesto, y nadie pensó que tendría éxito, pero se convirtió en un éxito de taquilla.

—Finalmente, quiero... —Heaven desvió su mirada hacia la cámara y levantó su trofeo para que todos lo vieran—. ... agradecer a mi papá por su apoyo. Seguramente está viendo en este momento, así que Papá, ¡tu hija ganó un premio!

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Una lágrima escapó de sus ojos mientras se reía de su última frase. La multitud también se rió con ella antes de que otra ola de aplausos estallara en el aire. Después de ese premio, Heaven recibió una serie de felicitaciones de sus compañeros artistas, otras compañías, agencias y sus fanáticos.

Todo el mundo esperaba que su carrera despegara, que se disparara a un nivel aún más alto que el que tenía. Heaven también tenía esperanza.

Sin embargo, recibir ese premio fue lo primero y último bueno que le sucedió.

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CINCO AÑOS DESPUÉS…

—Papá… —Heaven se sentó en el borde de la cama, sosteniendo un marco de foto bajo la tenue luz de la habitación. Sus ojos, una vez hermosos y llenos de vida hace cinco años, habían desaparecido, reemplazados por la mirada vacía de una mujer que conocía las dificultades de la vida.

Heaven acarició el retrato con la punta de sus dedos, tragando la tensión que se acumulaba en su garganta. Tenía el impulso de llorar, de sollozar, pero, lamentablemente, no podía. No podía derramar otra lágrima porque había estado llorando en su corazón durante los últimos cinco años.

—Te extraño tanto, papá —susurró en voz baja.

Hace cinco años, Heaven ganó el premio a la Mejor Actriz en los Globos de Oro. Celebró este hito con todos los que asistieron a la fiesta posterior. Poco sabía, que mientras ella estaba de fiesta, su padre también estaba luchando por su vida.

Eso fue solo la punta del iceberg, porque a la mañana siguiente, se despertó en los brazos de un hombre al que nunca había conocido en su vida. No tuvo tiempo de pensarlo, porque cuando miró su teléfono, había varios mensajes. Cuando Heaven los leyó, un sollozo se escapó de sus labios temblorosos; su padre había muerto.

Así comenzó la espiral de su vida fuera de control, y ahora, aquí estaba.

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Heaven se casó con el hombre con el que despertó la noche en que murió su padre. No había amor entre ellos, solo se casó con él porque también descubrió que su noche juntos había creado un hijo que nunca deseó. Durante los últimos cinco años, se había convertido en ama de casa. Se convirtió en algo que nunca quiso ser. 

—Soy… un fracaso, ¿verdad, papá? —una risa seca y burlona se escapó de sus labios, colocando el marco a su lado. Heaven se inclinó para alcanzar el cajón de la mesita de noche, sacando una botella de pastillas que había comprado una semana antes.

Cuando enderezó la espalda, sus ojos permanecieron en la botella de pastillas en su mano. Dicen que tomar suficientes de estas pastillas de una sola vez era una muerte instantánea.

—He aguantado cinco años —susurró, apretando aún más la botella—. Ya no puedo más.

Heaven abrió la tapa y vertió tantas pastillas como pudo en su otra mano. Miró las pastillas en su mano, ojos llenos de determinación. Cerró los ojos por un momento, diciéndose a sí misma que esta era la única forma de escapar de su destino. Luego, alzó su mano con la intención de tragar las pastillas. 

Sin embargo, justo antes de que la primera pastilla tocara sus labios, las arrojó lejos. Su rostro se arrugó en consternación, ojos inyectados de ira. A pesar de la oscuridad de su habitación, podía ver las pequeñas pastillas esparcidas por el suelo.

No pudo hacerlo.

Heaven intentó quitarse la vida innumerables veces en los últimos cinco años. Pero, lamentablemente, siempre se detuvo en el último segundo — justo cuando pensaba que su determinación no flaquearía.

—Te odio… —murmuró entre dientes apretados—. Te odio, Heaven. Te odio.

Las lágrimas brotaron en sus ojos mientras se cubría el rostro con las palmas. Se odiaba a sí misma. Se odiaba a sí misma después de esa fiesta posterior hace cinco años. Heaven podría haberse quedado al lado de su padre esa noche, pero eligió celebrar y festejar.

Si solo hubiera regresado a casa esa noche, no estaría casada ahora y probablemente no tendría arrepentimientos. Sin embargo, ningún arrepentimiento podía cambiar el pasado. Lo hecho, hecho estaba, y debería seguir adelante, pero no podía.

Así, estuvo atrapada en el arrepentimiento durante los últimos cinco años, odiándose a sí misma, su vida, su familia y todo lo que había sucedido.

Heaven sollozó en silencio mientras se arrastraba a la cama, abrazando la foto de su padre. Se acostó de lado, enrollándose en posición fetal.

Esto se había convertido en un hábito que adoptó hace cinco años. Intentaría matarse, solo para detenerse, y luego llorar hasta quedarse dormida.

Heaven era miserable.

Le llevó horas detener las lágrimas, aún hipando. Se limpió las lágrimas con el dorso de la mano, con los ojos doloridos y pesados.

—Realmente debería reponerme —se dijo a sí misma, mirando la pared. Por lo general, se dormiría justo después de llorar. Pero por alguna razón, su cerebro no la dejaba.

—Ya era pasada la medianoche —pensó, sintiendo la sequedad de su garganta. A Heaven no le gustaba ver a nadie en esta casa. A esta hora, todos ya estaban durmiendo, por lo que podía conseguir libremente un vaso de agua para calmar su sed.

Pero justo cuando Heaven se giró sobre su espalda para salir de la cama, sus ojos se abrieron de par en par. Alguien estaba parado al otro lado de la cama. Su habitación estaba oscura, pero podía sentir la intensa y asesina mirada fija en ella.

—¿Quién —El resto de sus palabras retrocedieron a su garganta cuando la mano de la persona de repente le cubrió la boca, saltando sobre ella. Heaven trató de gritar, pero su voz estaba amortiguada. Su respiración se entrecortó cuando la otra mano de la persona se enroscó alrededor de su cuello.

—¡Mhmm! —Sus ojos se abrieron desmesuradamente, y sintió cómo la mano se apretaba alrededor de su cuello. Se esforzó tanto como pudo —algo que la sorprendió ya que siempre había deseado la muerte— pero ahora que la muerte venía a ella, luchaba por vivir.

—¡Mhm! —Déjame ir' era lo que quería decir, pero todo sonaba amortiguado. Pronto, su cabeza se sintió pesada a medida que la circulación sanguínea se detuvo. Podía sentir su fuerza abandonando su cuerpo, mientras sus pulmones se asfixiaban por falta de oxígeno, y sus movimientos se debilitaban a cada momento. 

—Papá... —sus ojos se cerraron pesadamente mientras su agarre en el brazo de la persona perdía fuerza. '... Basti, lo siento.—Su conciencia se desvanecía lentamente hasta que la oscuridad la envolvía.

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Al día siguiente, Heaven miraba fijamente el techo sin expresión alguna. Se tocó el lado del cuello, aún sintiendo la sensación de estrangulamiento de la noche anterior.

—Esta mujer fue estrangulada hasta la muerte anoche... —murmuró Heaven, frunciendo el ceño. —... y estoy segura de que morí hace algún tiempo. Entonces, ¿cómo es posible que esté en este cuerpo?