Kai y el demonio se miraron fijamente con mucha seriedad, entendiendo el demonio que no podía tomarse la pelea a la ligera.
Kai estiró los brazos, y con la espada creó llamas oscuras que rodeaban toda la hoja. Con toda su fuerza, lanzó la espada hacia el dragón para abrir una brecha en el escudo. El demonio quiso moverse para detener la espada cuando, de pronto, Kai apareció frente a él con su aura oscura y las manos cubiertas de llamas oscuras, golpeándolo en el rostro. Siguieron varios golpes consecutivos, terminando con una patada en la cara del demonio. Este reaccionó con ambas katanas y comenzó a atacar, sorprendiéndose al ver cómo Kai retenía los cortes con la mano, sin ser cortado. Los ojos del demonio se abrieron de par en par mientras lanzaba un hechizo de parálisis, solo para ver a Kai golpearlo nuevamente, logrando hacerle daño. El demonio notó que no podía curarse.
Kai retrocedió, y el demonio, enojado, vio cómo su aura comenzaba a crecer mientras la del dragón, que peleaba con Ash y el grupo, disminuía.
—¡Es imposible que un humano como tú pueda usar el elemento oscuro! —exclamó el demonio con enojo, mirando fijamente a Kai.
—Entonces, ¿qué es lo que estás mirando al frente tuyo? —preguntó Kai, mirando las palmas de sus manos, curándose todas sus heridas mientras vapor salía de todo su cuerpo al sanar.
—Esos ojos... puedes predecir todos mis ataques... tampoco entiendo eso... Dime, mocoso, ¿qué es lo que sucedió dentro de esa barrera oscura? —dijo el demonio pensativo, viendo que no se podía curar, sosteniendo con fuerza las katanas.
—Nada en especial... solo liberar mi poder para poder derrotarte —dijo Kai, mirando al dragón siendo atacado por el grupo con todo, notando lo eficaz que fue el ataque con la espada ya que había asestado en la espalda del dragón.
—No me dirás nada, ¿verdad? Jaja, está bien. Veamos qué te parece esto... —dijo el demonio, posicionándose. El dragón, que era su ultimate, comenzó a rugir, extendiendo su aura verde esmeralda.
—¿En serio crees que podr...? —dijo Kai, cuando el demonio apareció detrás de él, asestando miles de cortes en menos de un segundo.
En ese instante, los ojos de Kai brillaron. Apareció frente al demonio con un puñetazo en el estómago, saltando y dándole una patada en el rostro. Giró y agarró su cabeza para crear una bola de fuego oscuro que explotó en su cara, luego retrocedió. El demonio, herido, volvió hacia Kai, cortándolo por la mitad, pero Kai apareció arriba de él con una patada, mandándolo al suelo y creando grietas en el suelo. El demonio, en el suelo, intentó cortar a Kai, quien retrocedió. Levantándose despacio y con mucho dolor, lanzó una katana y comenzó a correr hacia él. Sin embargo, Kai apareció detrás del demonio, poniéndole los pies para hacerlo caer mientras corría, rodando sin entender qué estaba sucediendo.
—¡¿Qué está pasando?! ¡Juro que cada golpe que te di, lo recibiste! —gritó el demonio—. ¡No fue velocidad, mis ojos lo ven todo! ¿Cómo es que apareces a mi lado luego de atinarte cada golpe, maldito?
—¿Qué tratas de decir? —preguntó Kai, viendo al dragón de su ultimate girar.
El demonio estiró los brazos, disminuyendo su aura pero aumentando la del dragón, haciéndolo más fuerte y reactivando su escudo. La espada de Kai cayó, y el dragón se curó y atacó al grupo nuevamente. El demonio, gritando, lanzó su katana y comenzó a atacar a puños. Ambos comenzaron a golpear con mucha velocidad y potencia, sin intención de esquivar los ataques. Ambos recibieron los golpes, ninguno retrocedió, pero el suelo se hundía poco a poco y las llamas oscuras se encendían alrededor.
—Si tu intención es otorgarle toda tu energía mágica a tu dragón para acabar con ellos y luego encargarte de mí, estás muy equivocado... Esto se acaba ahora mismo —dijo Kai, asestando un golpe muy potente en el estómago del demonio, mandándolo a volar. Adaptándose a los ataques del demonio, apareció al lado de este en el aire, creando con ambas manos una bola oscura de la que salían muchos rayos, notándose la cantidad de energía y lo destructivo que se veía.
—Es cuestión de tiempo que mi ultimate se destruya y sea el fin... —dijo el demonio en el aire, mirando borrosamente a Kai—. No solo sus ataques me causaron daño físico, sino que me robaron demasiada energía... ¿Cómo es eso posible? Pensé que el mocoso con el que estaba peleando mi dragón sería el problema, pero nada que ver...
Kai lanzó el ataque, dirigiéndolo hacia el dragón. El dragón, que acababa de atacar al grupo, vio la amenaza acercarse. Intentó escapar volando, pero el ataque lo alcanzó de lleno, creando una gran explosión que envió a todos a su alrededor volando por el impacto.
—¿Mmmh? ¿Dónde estoy? ¿Qué es esta barrera...? —dijo el demonio, golpeando la barrera oscura.
—Creé esta barrera para que no puedas curarte ni hacer nada por el estilo —mencionó Ash, viendo cómo el demonio lo miraba.
—Me has absorbido toda mi energía. Por ende, mi ultimate se acabará al salir de esta barrera, mocoso... No podré curarme, me derrotaste —dijo el demonio con una sonrisa.
—Te equivocas... Este elemento niega la regeneración y evita que puedas usar tu energía a tu antojo. O sea, te desgasta solo con recibir daño. Eso lo entendí cuando recibí tus ataques —dijo Kai, mirándolo fijamente sin mostrar ninguna expresión.
—¿Eh? ¡Hahaha! Te equivocas, mocoso... Al adquirir el elemento oscuro, también obtienes una habilidad única. Por lo que veo, lo tuyo es anular la energía, y esos ojos... ¿te permiten moverte a tu antojo en el tiempo, verdad? —preguntó el demonio con felicidad.
—No, cada ataque que diste lo recibí y sí, lograste matarme, pero estos ojos me permiten reaparecer al lado del enemigo que me mató en ese instante —dijo Kai.
—¿Qué? ¿Eso es posible? ¡Eso es hacer trampa, mocoso! Hahaha, pero bueno... En la guerra todo se vale... —dijo el demonio.
—¿Y qué son las ultimate, si puedo preguntar? —dijo Kai.
—¿No sabes? Bueno, aprovechando mis últimos minutos... Tu ultimate es una habilidad única que uno posee. Se podría decir que al manipular al cien por ciento tu elemento, unirlo con tu cuerpo y fuerza física, haciéndolo uno mismo, lo adquieres —explicó el demonio, con una sonrisa en el rostro—. Tu ultimate se adapta al uso que haces de tu elemento. En mi caso, soy alguien que prometió proteger a mi raza con las katanas junto a mi dragón, que tuve desde que era un huevo. En base a eso, mi ultimate fue creado para poder usar el poder del dragón, al igual que él con mi energía. Gracias a mi ultimate, también tenía la habilidad de fusionarme con mi dragón, algo que lamentablemente no pudiste presenciar, hahaha —mencionó con risas.
—¿Por qué acabará todo al destruirse tu ultimate? —preguntó Kai, frunciendo el ceño.
—Bueno, es algo simple. Es una habilidad única que solo puedo usar una vez. Te consume toda la energía, y al usarlo, puede llegar a cuadruplicar tu energía, permitiéndote manejar tu elemento de muchas maneras sin preocuparte por el desgaste inmediato —dijo el demonio, su tono se tornaba más serio—. Sin embargo, aunque te da un gran poder, sigue consumiendo tu energía base mientras la usas. Una vez que tu energía base se agota, la ultimate desaparece, dejándote sin energía y sin fuerza física, hasta llegar a desmayarte. En otras palabras, es una muerte fácil si no la usas correctamente.
—Ya veo... —dijo Kai, asimilando la información.
—¿Algo más, mocoso? Ya estamos llegando al clímax, hahaha —dijo el demonio, su risa resonando en el aire cargado de tensión.
—¿Por qué haces esto? Si quieres proteger a tu raza, ¿por qué causar caos? —preguntó Kai, con una mezcla de curiosidad y confusión en su voz.
—No creo que lo entiendas, mocoso... Nadie podrá entenderlo... —dijo el demonio, su expresión cambiando a una más sombría.
Kai miró hacia arriba, sus pensamientos girando en su mente.
—Nunca tuve una motivación propia... una meta, un deseo... Simplemente seguí a mi hermano... Me aferré a sus sueños, tomándolos como míos... Todos los días pensé en qué pasará de mí si mi hermano llegase a cumplir sus sueños... Me pondría alegre, lo festejaríamos, estaría muy orgulloso de él... pero, ¿y yo? ¿Qué aspiro a hacer? ¿Qué quiero hacer? ¿Qué debo hacer? ¿Por qué lucho? ¿En verdad me siento bien haciendo estas cosas? —preguntó Kai, su voz reflejando la lucha interna que había en su corazón.
—¿Eh? ¿Te volviste loco, mocoso? Dices cosas sin sentido... —dijo el demonio, con incredulidad en su mirada.
—¿Por qué haces esto...? ¿Asesinar sin sentido...? —dijo Kai, mirándolo sin mostrar ninguna expresión, sus ojos llenos de una seriedad implacable.
—Nosotros no pertenecemos a este mundo... Hace años, antes de esta guerra, este mundo y el mío eran uno solo. Teníamos un portal al cual podíamos ingresar a este lugar... Todos nos beneficiábamos... Ay... Era tan hermoso —dijo el demonio recordando con tristeza.
—¿Y eso qué tiene que ver...? —preguntó Kai confundido.
—Fuimos traicionados por los dioses de este mundo, sellándonos en nuestro mundo sin decirnos nada... ¡Asesinaron a los demonios que estaban aquí! Es algo que nos partió a todos... Solo busco vengarme de ellos —dijo el demonio apretando el puño furioso.
—¿Dioses? ¿Venganza? No lo entiendo, ¿por qué crees eso...? —preguntó Kai inclinando la cabeza.
—¿Cómo creo eso? Hahaha, te dije que no lo entenderías, mocoso... Dos dioses desconocidos vinieron a nuestro mundo luego de lo sucedido. Dijeron que nos habían traicionado y que hicieron un acuerdo para sellarnos aquí por la eternidad, matando a los nuestros que aún se encontraban ahí. ¡Esos dioses dijeron que tratarían de ayudarnos a salir de ese lugar nefasto, prometiéndonos vengarnos de los malditos dioses que aún se esconden! —gritó el demonio enfurecido.
—No creo que fuese así... —mencionó Kai.
—¿Te parece justo? ¡Que alguien te proponga algo, te pongan un acuerdo y luego te usen para después echarte a ti junto a tus seres queridos! ¿Que te quieran encerrar en un lugar por toda la eternidad sin motivo alguno, riéndose de nosotros? Solo imaginar todo eso me hace creer que nos llamaron estúpidos... —gritó el demonio con lágrimas en los ojos—. ¡Nos nombraron dioses, mencionaron que ambos mundos serían un lugar hermoso y lleno de tranquilidad, para luego crear todo lo que puedes observar, mocoso! ¿Quién necesita un mundo lleno de dioses si al final se aburrirán de jugar y nos dejarán tirados como un juguete? —mencionó con amargura.
—No hay un dios al cual puedas matar para vengarte... Todos están muertos... Este mundo no tiene dioses, a excepción de dos que aún no han aparecido... —dijo Kai.
—¿Qué? ¿Qué estás diciendo, mocoso...? No sabes nada... No viviste esa guerra. ¿Acaso eres un dios que presenció todo eso? —preguntó el demonio, su voz cargada de incredulidad y desesperación.
—No, pero me lo han contado... Los nuevos dioses que llegaron a este mundo son los verdaderos responsables de esta guerra. Aprovecharon el conflicto entre las razas, incluidos los humanos, para asesinar a cada dios de este mundo y proclamarse los únicos dioses —explicó Kai, su voz firme y fría—. Dijiste que había un portal que conectaba ambos mundos, ¿verdad? Por lógica, debía haber un dios que tenía la llave para abrirlo y cerrarlo a su antojo...
—Fuimos... Fu... Fui... Fuimos engañados... ¿Quién rayos te dijo eso, mocoso? —dijo el demonio de rodillas, golpeando la barrera.
—Los mismos guardianes que actualmente cuidan a las brujas que están selladas... —dijo Kai.
—¡Las siete brujas de los pecados capitales! ¿Te las encontraste? ¿Conoces de ellas? ¿Sabes dónde están? —preguntó el demonio.
—No, pero luego de derrotarte cumpliré mi palabra de liberarlas... —dijo Kai.
—Ya veo... Entonces lo que hice fue... Fuimos engañados... —dijo el demonio, confundido y sin entender nada.
—Ya es hora... —mencionó Kai, creando una bola de fuego oscuro en su mano derecha.
—Mocoso... ¿Cuál es tu nombre? —preguntó el demonio.
—Kai Starwind... —respondió Kai.
—Después de todo esto... Sé que no tengo derecho a decir nada, pero... prométeme algo... Cuando liberes a la bruja, que te cuente todo lo que sucedió... Y por favor, si llegas a ver a los de mi raza, cuéntales la verdad... Diles todo sobre esos dioses que nos engañaron... Vivimos todo este tiempo encerrados buscando venganza de quienes ahora están muertos... por culpa de dos malditos... —dijo el demonio con una sonrisa de resignación.
—¿Cuál es tu nombre...? —preguntó Kai.
"Mi nombre es..." En ese momento, la barrera de Kai se desplomó y lanzó la bola con mucha potencia, viendo a su alrededor cómo la ultimate del demonio se estaba destruyendo y el dragón había sido desintegrado... También el demonio con este último ataque... Kai eliminó al villano, para luego, sin perder tiempo, con su ojo rastrear una energía de alguien fuerte. Logrando captarla y yendo hacia ese lugar, vio la dungeon, a la cual entró sin dudarlo. Con su elemento activado, creó su aura más fuerte, bajando sin preocupación, y los monstruos de cada piso solo optaron por verlo sin querer atacarlo. Llegando al último piso, vio el sello y el ataúd de la bruja. Kai estiró su mano y se acercó al sello, rompiéndolo con facilidad, lo que creó una luz que traspasaba toda la sala llegando hasta los cielos. Ash y el grupo vieron esa luz blanca llegar al cielo sin entender qué era, pensando que se trataba de otro enemigo... Lograron unirse y sanarse para descansar, mientras Ash trataba de buscar a su hermano sin verlo en ningún lugar. Triste y pensativo, recordando cómo pudo observar el poder oscuro tan poderoso que usó su hermano, también notó cómo el aura de Kai había cambiado bastante a una más temible durante toda la batalla. De tanto buscar, a lo lejos, vieron a una chica pidiendo ayuda. Todos corrieron hacia ella, y pudieron observar que se trataba de una chica con una bata blanca, tratando de cargar en la espalda a Kai que estaba desmayado. Todos corrieron alegres hacia ellos, gritando el nombre de Kai...
Todos estaban felices de haber derrotado al villano y de que todos estaban a salvo, pero... A lo lejos se podían observar dos sombras en la punta de una montaña, dos misteriosos individuos que parecían haber visto toda la pelea de Ash y su grupo, para luego desaparecer en un instante del lugar.