Cuando el reloj marcó el comienzo de las horas de visitas, Mukahi Aori se dirigió a la recepción del hospital para ver si podía ver a su padre.
Usualmente vendría todos los días que no tiene clases para ver si su padre finalmente estaba a dispuesto a hablar con él.
Lo primero que haría en esa clase de días sería ir a la recepción del hospital, donde la encargada de dar las horas de visita le haría saber que su padre no quería verlo.
Lo mismo ocurrió en esta ocasión.
Una vez más su padre se negó a recibirlo.
El estado de ánimo de Mukahi Aori no podría ser peor, durante los últimos días la condición de su padre solo ha empeorado.
Al principio se pensó que lo que tenía era una simple gripe, pero no podría estar más lejos de eso.
Resulta que su padre sufría de envenenamiento celular a causa de una herida en la base craneal cerca del hueso occipital.
Esta lesión fue una secuela de una caída que tuvo por las escaleras de su casa hace varios meses atrás.
Mukahi Aori estaba preocupado. Los médicos le dijeron que su padre podría entrar en estado de coma en cualquier momento.
Antes que eso ocurra él quería hablar una última vez con su padre. Decirle lo agradecido estaba con él por haberlo cuidado desde pequeño.
'Su condición sería mejor si lo hubieran tratado antes'.
Falta poco tiempo para las vacaciones de invierno. Durante ese tiempo que tenga libre planea hacer todo lo posible para ayudar en la recuperación de su padre.
Mukahi Aori asiente a esa idea.
Mientras caminaba hacia la salida del hospital, Mukahi Aori se distrajo al notar algo curioso en el jardín delantero: un volantín, perfectamente intacto, atrapado en las ramas de un árbol bajo pero frondoso.
La tela roja y azul ondeaba ligeramente con la brisa, y por un momento, Mukahi Aori olvidó todo lo demás.
'¡Es como los que volaba de niño!'. Pensó con un destello de emoción inesperada.
Sin pensarlo mucho, se acercó al árbol, examinando las ramas para calcular cómo alcanzarlo.
No era muy alto, y además, no había nadie cerca que pudiera verlo en plena "misión". "Esto será rápido". Se dijo, ignorando el hecho de que llevaba puesto un abrigo que limitaba sus movimientos.
Primero intentó saltar, extendiendo su mano hacia el volantín. Falló por unos centímetros. Luego buscó una piedra que pudiera usar como apoyo, pero no había ninguna lo suficientemente firme. Finalmente, suspiró y decidió escalar el árbol.
Se quitó el abrigo, lo colocó en una banca cercana y empezó a trepar. Al principio le fue bien, sus manos encontraron ramas sólidas y sus pies lograron encontrar apoyo. El volantín estaba casi al alcance cuando una de las ramas cedió con un crack.
Mukahi Aori se tambaleó.
"¡Oh, no, no, no!". Exclamó mientras intentaba mantener el equilibrio.
Pero era demasiado tarde. En un segundo, Mukahi Aori estaba en el suelo, con las piernas enredadas en una rama y el orgullo herido.
Permaneció ahí, mirando el cielo, tratando de procesar lo que acababa de pasar. El dolor en su espalda y el leve ardor en sus manos comenzaron a hacerse presentes.
Se levantó con dificultad, limpiándose el polvo de los pantalones. Aunque le dolía todo, Mukahi Aori se negó a quejarse.
El volantín seguía atrapado en el árbol, ondeando burlonamente.
"¡Esto no ha terminado!". Murmuró entre dientes, mientras se ponía el abrigo y decidía que tal vez lo intentaría más tarde… con una escalera.
....
La mañana después de abandonar apresuradamente la casa mayor Mukahi, Park Moon y Mukahi Motoki se encontraban reunidos en un café de la ciudad M.
Park Moon observaba pensativo la taza de café frente a él, mientras la sensación de peligro que había percibido en la casa mayor Mukahi seguía latente en su mente.
Tras deliberarlo largamente, decidió no revelar a Mukahi Motoki la verdadera razón de su apresurada salida de ese lugar.
'Lo mejor será enfocarme en la reunión con el padre de Mukahi Aori'. Pensó, tratando de despejar su mente de las inquietudes que lo acechaban.
Park Moon dio un sorbo a su café, disfrutando del amargo sabor que parecía coincidir con su estado de ánimo. Frente a él, Mukahi Motoki removía su bebida con la cucharilla, creando un pequeño torbellino de espuma en el capuchino.
"Tenemos una reunión.". Dijo Mukahi Motoki, rompiendo el silencio.
Park Moon asintió con un leve movimiento de sus párpados.
Era momento de encontrarse con el padre del mejor amigo del protagonista masculino.
Sin embargo, antes había algunos cabos sueltos que necesitaban ser atados.
"¿Estás en buenos términos con tu tío?". Preguntó Park Moon.
"Claro, es mi tío, después de todo". Respondió Mukahi Motoki.
"¿Cuál es tu definición de buenos términos?".
"No se ha atrevido a provocarme, así que aún no ha habido conflictos entre nosotros".
La respuesta tenía un tono ambiguo, pero Park Moon captó el mensaje.
"¿Y qué hay de tu primo? ¿Tienes algún problema con él?".
"¿Te refieres a Mukahi Aori?".
"Sí".
"No diría que es algo importante, pero ya que preguntas". Mukahi Motoki se recostó en su asiento, claramente entretenido con la idea de contar la historia. "Al principio del año, Mukahi Aori intentó acercarse a mí. Chocaba conmigo en los pasillos y me hablaba cada vez que tenía oportunidad.
"¿Y eso te molestó?". Preguntó Park Moon.
"Bastante. Así que empecé a evitarlo, pero eso solo lo hizo insistir más". Dijo Mukahi Motoki.
Park Moon arqueó una ceja, curioso. "¿Cómo terminó todo?".
"Llegó un estudiante transferido. Mukahi Aori le prestó atención y, gracias a eso, me dejó en paz". Respondió Mukahi Motoki.
"¿Y quién era ese estudiante?". Preguntó Park Moon.
"Uno de la familia Lee. Tuvimos que cruzar palabras varias veces por cortesía, ya sabes, cosas de etiqueta entre familias importantes". Dijo Mukahi Motoki.
Park Moon no estaba seguro de qué significaba exactamente esa "cortesía profesional", pero lo dejó pasar. Miró su teléfono para confirmar la hora y luego se levantó.
"Es hora de irnos".
Ambos tomaron sus cosas y salieron del café rumbo al hospital general.
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Autor: El nombre del padre de Mukahi Aori es Mukahi Ren.