"¿Cómo te atreves...?". Murmuró Lee Shion, con un tono cargado de ira, maldiciendo al hombre al que inicialmente había querido ayudar, pero que ahora deseaba golpear en el rostro.
Las miradas de varias personas en la escena lo sacaron casi al instante de su arrebato iracundo.
El rostro de Lee Shion se tornó de un rojo intenso, teñido de vergüenza. Sin decir una palabra, salió apresuradamente de la tienda de ropa.
De manera sigilosa, se dirigió hacia un callejón oscuro. Tras asegurarse de que nadie lo observaba, presionó un pequeño botón en la pulsera de jade que llevaba en su muñeca izquierda.
Un instante después, Lee Shion desapareció, teletransportándose directamente a su habitación en la ciudad M.
.......
Academia Noroeste, sector del primer año. 08:30 AM.
A la mañana siguiente de su encuentro con Park Moon, Lee Shion llegó a la escuela decidido a dejar atrás lo sucedido el día anterior en la tienda de ropa.
Lo primero en su lista era encontrar a Su Ming y poner fin a su relación de tan solo unos meses. La razón era evidente, el incidente con Park Moon.
Lee Shion sentía que ya había esperado lo suficiente para que Su Ming dijera la verdad sobre lo que estaba ocurriendo. Al no ver señales de que ella estuviera dispuesta a hablar, se convenció de que era momento de dar por terminado ese vínculo.
Quién sabe qué otros secretos oscuros podrían estar ocultando. Lee Shion pensó que sería mejor mantenerse alejado de ese tipo de personas, aquellas que preferían las mentiras y el silencio a enfrentar la verdad.
Mientras caminaba por el pasillo principal de la escuela, sus pensamientos giraban en torno a todas las señales que había pasado por alto. No quería volver a cometer el error de confiar ciegamente en alguien que no se lo mereciera.
En el fondo, sentía que parte del sufrimiento de ese chico, Park Moon. Era su culpa.
Si se hubiera percatado antes del corazón oscuro de Su Ming, tal vez podría haber hecho algo al respecto.
Al no poder encontrar rastro de Su Ming en toda la escuela, Lee Shion no tuvo más opción que preguntar a uno de los pocos amigos que le quedaban a esa chica.
Se acercó a una chica delgada, de cabello corto y una actitud seria, que formaba parte del consejo estudiantil.
"¿Has visto a Su Ming?". Preguntó, con un tono que intentaba sonar casual, pero que no podía ocultar su disgusto.
La chica lo miró, y por un momento, sus ojos se nublaron, como si estuviera procesando algo que no quería compartir. Finalmente, suspiró y habló en voz baja.
"No ha venido a la escuela desde ese incidente". El término fue casi mecánico, como si ya lo hubiera dicho demasiadas veces.
Lee Shion frunció el ceño y se marchó a clases.
En su salón de clases también notó la ausencia de su compañero de clases Mukahi Aori.
Mukahi Aori no aparecería hasta la hora del almuerzo, solo para contarle sobre su reciente encuentro con Park Moon y su primo.
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Academia Noroeste, comedor de primer año. 15:00 PM.
"¿Entonces ese idiota dejó la escuela solo para perseguir un tesoro oculto en la ciudad S?". Preguntó Lee Shion luego de escuchar todo el palabrerío de Mukahi Aori.
Para colmo, parecía que Mukahi Motoki estaba alentando a Park Moon a seguir esa extraña fantasía.
Mukahi Aori, al notar que su amigo estaba malinterpretando la situación, se apresuró a recordarle que llevaba una pulsera mágica en la muñeca izquierda.
"Solo digo que no tienes que mostrarte escéptico ante estas cosas". Comentó Mukahi Aori.
Este es un mundo vasto, donde no sería extraño tropezarse con todo tipo de tesoros mágicos enterrados.
"Hablas como si no me estuvieras contando toda la historia". Dijo Lee Shion.
"No me pidas que lo cuente todo si tú no estás dispuesto a decirme dónde conseguiste esa pulsera de jade". Dijo Mukahi Aori.
Lee Shion, al darse cuenta de que la conversación había llegado a un punto muerto, decidió no seguir interrogando a su amigo.
De todas formas, lo descubría tarde o temprano. Lee Shion tenía mucha confianza en sí mismo.
Por su parte, Mukahi Aori tenía sus propias razones para no mencionar el asunto de los fragmentos de estrella a su mejor amigo. Guardaba aquel secreto no por desconfianza, sino porque sabía que algunas verdades, si se revelaban en el momento equivocado, podían generar más problemas que soluciones.
"No tienes que preocuparte por las intenciones de mi primo hacia Park Moon, puedo asegurarte de que es una buena persona". Dijo Mukahi Aori.
"Eso espero". Dijo Lee Shion.
Lee Shion miró a su alrededor con atención, como si esperara que algo interrumpiera su tranquila conversación con su compañero Mukahi Aori.
Este era un instinto que había cultivado con el tiempo, desde que llegó a esta ciudad y conoció a Su Ming. Había aprendido, con la experiencia, a anticipar el drama que había alrededor de esa extraña chica.
Al darse cuenta de que nada fuera de lo ordinario ocurría a su alrededor, suspiro en señal de alivio.
Tal vez demasiado pronto.
De repente, la puerta del comedor se abrió con fuerza y, como una tormenta inesperada, la presidenta del consejo estudiantil irrumpió en la sala, buscando a Lee Shion
Su mirada, afilada como un cuchillo, lo encontró al instante, y con pasos firmes, se acercó con la intención clara de confrontarlo.
Han Ji Dae, recién llegada de un evento estudiantil en otra ciudad, acababa de enterarse de los últimos chismes sobre Su Ming, y no estaba dispuesta a dejarlo pasar. Su rostro reflejaba el desdén que sentía por la actitud de Lee Shion en cuanto salieron a la luz los oscuros secretos de Su Ming.
"Si te consideras un hombre, saldrás a buscarla y pedirle disculpas por derramarle agua en la cabeza. Te reto a afrontar las consecuencias de no hacerlo". Le espetó Han Ji Dae con voz firme y desafiante.
Era evidente el enojo de Han Ji Dae, y su tono no dejaba espacio para la negociación. Estaba dispuesta a presionar a Lee Shion, creyendo que el joven debía enfrentar sus actos, aunque él ya había tomado su decisión.
Lee Shion, sin embargo, no se dejó llevar por las provocaciones. Como un acto de respeto hacia el género opuesto, permaneció en silencio, dejando que las palabras de Han Ji Dae lo golpearan sin respuesta.
No intentó defenderse, ni mucho menos escapar de los insultos. Simplemente, las dejó fluir como el viento.
Justo cuando la situación estaba a punto de escalar a lo físico, y el aire se tensaba con la amenaza de un golpe, Mukahi Aori intervino. Con rapidez y fuerza, tomó la muñeca de Han Ji Dae antes de que pudiera llevar a cabo la cachetada que había levantado con furia.
Han Ji Dae, sorprendida por la intervención de Aori, se dio cuenta en ese momento de que había perdido el control. La tensión se disipó, y sin una palabra de disculpa, abandonó el comedor, dejando atrás el eco de su frustración.
Lee Shion se quedó en su lugar, sin decir nada, mientras Mukahi Aori le lanzaba una mirada significativa. A pesar de la tensión que acababa de vivirse, él no mostró ninguna emoción, solo una calma distante, como si todo aquello no tuviera efecto sobre él
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Nota: Park Hee-seo es el enemigo principal del volumen 2.