La ciudad S, dentro de la novela, es reconocida como el punto de partida del apocalipsis.
Meses antes del fin del mundo, este lugar se vio afectado por una extraña gripe que se extendió rápidamente entre sus habitantes.
En ese momento, no se le dio demasiada importancia, ya que se asumió como una enfermedad típica del invierno. Sin embargo, esta gripe era en realidad el primer indicio del virus zombi, aún en su etapa inicial y silenciosa.
Los especialistas realizaron numerosos estudios en las personas afectadas, pero no encontraron nada fuera de lo común.
Esto se debía a que la cepa del virus maduraba en una región muy específica del cerebro, pasando inadvertida mientras el huésped no presentaba síntomas graves.
La gripe, en realidad, era una consecuencia indirecta del mal funcionamiento del sistema inmunológico, producto de la presión que el virus zombi ejercía en el cerebro.
No fue hasta que aparecieron los primeros zombis de nivel 0 que los militares decidieron aislar la ciudad S, creyendo que podían controlar la situación.
Pero cuando quedó claro que no podían controlar la amenaza, las autoridades gubernamentales tomaron la decisión desesperada de detonar explosivos en la ciudad.
Aquella decisión, lejos de resolver el problema, fue el error más grande que pudieron cometer.
Los científicos que investigaron los restos de la ciudad descubrieron que el virus no solo había sobrevivido a la explosión, sino que había mutado en una cepa aún más agresiva y peligrosa.
Esta nueva variante fue la responsable de dar origen a los zombis de nivel 1, marcando el inicio de la propagación global de la infección.
Aunque el gobierno encubrió este desastre, los protagonistas lograron desenterrar la verdad en el volumen 5 de la novela, tras aventurarse en busca de suministros en lo que quedó de la ciudad S.
Fue gracias a un miembro de su equipo, antiguo miembro de la élite de la cuarta división militar, que conocieron los detalles.
" ¿Por qué tuvimos que detonar esa ciudad? ¿Por qué lo hicimos en primer lugar? ¿Por cuánto tiempo lo seguiremos ocultando? ¿Acaso lo sabemos? ¿Y la respuesta? No, no lo sabemos, y para la tranquilidad de todos, probablemente es mejor olvidarlo. Guardar silencio respecto a ello es lo último que nos queda. Solo olvidar. "
No puedo evitar preguntarme si el fin del mundo habría sido diferente si no hubieran detonado esos explosivos en la ciudad S. Sin embargo, engañarme con esa idea sería inútil.
En distintas partes del mundo, el virus zombi ya estaba madurando lentamente, y tarde o temprano alcanzaría el nivel 0. Incluso en el videojuego, las rutas que evitaban la detonación de esta ciudad solo lograban retrasar el apocalipsis dos días como máximo.
La ciudad S tuvo la mala suerte de ser el primer lugar donde el virus evolucionó más rápido.
Los fans de la novela determinaron que esto fue debido a la influencia mágica de la Lágrima de Dios.
Afortunadamente, los creyentes de la deidad de la Compasión hicieron un gran bien al llevarse consigo ese artículo de la ciudad S.
De lo contrario, el fin del mundo hubiera surgido antes de tiempo.
Una vez más, no puedo evitar sentir que este mundo le debe mucho a esas personas. También tengo curiosidad acerca de la identidad de la deidad de la Compasión, quien se supone los guió a hacer tal cosa. Pero prefiero dejar eso último como un pequeño misterio personal.
A veces es mejor no conocer todas las respuestas.
Uno puede vivir sin responder a todas las preguntas que se nos presentan,
Un ejemplo claro es mi transmigración a este mundo.
Si tratará de buscarle un sentido, otras preguntas surgirían después de encontrarlo y, así continuamente, en un ciclo que puede llevar toda la eternidad responder. Lamentablemente, un humano solo vive un poco más de cien años.
Sería más fácil crearle un sentido propio y disfrutar de esta nueva vida en este nuevo mundo sin ese tipo de preocupaciones.
En mi mundo original, mi muerte fue algo que quedó muy grabado en mi corazón. No era algo que pudiera negar, así que no creo que pueda regresar.
Este mundo ahora es mi nuevo hogar, y mientras más rápido lo acepte, mejor será para mí.
Esa malvada de Yoo So Hee es solo cosa del pasado.
Ahora solo debo tener como prioridad reunir toda la información sobre esta ciudad para capturar mi siguiente objetivo.
Mi futuro está aquí, en este nuevo mundo, y pienso enfrentarlo con todo lo que tengo.
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Parque central de la ciudad S. 09:00 AM.
Park Moon se encontraba sentado en una banca, recuperando fuerzas tras una intensa mañana.
Desde que se despertó, había estado preguntando a varias personas sobre la ubicación de la sede central de la Iglesia de la Compasión.
La causa de esta búsqueda exhaustiva era el contenido del diario que había recogido recientemente.
Este diario perteneció a quien solía ser el primer creyente de la deidad de la Compasión.
Como tal estaba llenó de información acerca de su iglesia. Desde sus orígenes hasta la parte que hablaba sobre la profecía del enviado de Dios.
'El enviado de Dios'. Capturó el interés de Park Moon.
En el videojuego, el enviado de Dios era descrito como el centro de todas las religiones de este mundo.
Siempre era mencionado como el salvador del mundo, la persona que se alzaría sobre todo y uniría a toda la humanidad contra un enemigo común.
Park Moon esperaba encontrar una descripción similar en el diario del primer creyente.
Sin embargo, el diario del primer creyente lo describe como un mal de la antigüedad: un ser maligno destinado a destruir el mundo que le da cobijo.
"Sea Dios falso quien envíe a un falso enviado de Dios"
Junto a estas palabras había un dibujo de una hermosa doncella inclinando la cabeza ante un dragón de escamas negras.
Ver este dibujo de cerca provocó emociones complicadas en Park Moon. Era como si ya hubiera visto antes esta escena. No, eso no era posible, era la primera vez que lo veía. Debía estar imaginándome cosas.
Antes de darse cuenta, Park Moon apartó el dibujo y se centró en otra cosa.
Sonrió al contemplar algo en las últimas páginas del diario del primer creyente.
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Autor: Mukahi Aori sabe artes marciales.