Mis palabras hicieron que Olivia y Doménica se pusieran completamente pálidas. Todos sabían el destino de una mujer que fue convertida en esclava por un crimen de estado. Serian convertidas en el juguete de un noble o alguna persona rica hasta que se rompieran.
Sin esperar nada le hice señas al guardia restante para que dijera el informe de la que quedaba.
- Su nombre es Greta. 50 años de edad. La encontramos dentro del burdel para damas junto a un prostituto. Registramos sus propiedades y logramos incautar alrededor de 5000 monedas de oro. Sus propiedades están valoradas en 30 monedas de plata cada una dando un total de 150 monedas de plata.
Asentí satisfecho ante su discurso. Greta, al contrario, se alarmó y gritó.
- ¡No tomes mis cosas mocoso! ¡Son mías, yo trabajé mucho para eso!
- ¡Cállate! ¡Nunca realizaste tu trabajo en esta casa y te pasabas dando órdenes! ¡Te aguanté ya que fuiste la amiga de la infancia de mi madre! ¡Aun así traicionaste mi confianza y le has arrebatado al pueblo lo que le pertenece!
Mis duras palabras hicieron que Greta se enojara aún más, empezando a insultarme repetidamente. Le di una mirada al guardia quien entendió el mensaje y entró a la celda comenzando a golpear a Greta.
Debido a su mórbido cuerpo el guardia tuvo que aplicar toda su fuerza para causarle dolor. Finalmente le puso una mordaza y continué decidiendo el castigo apropiado.
- Ya que andas tan caliente serás quemada viva en la hoguera.
Una sonrisa maquiavélica se dibujó en mi rostro. Este método de ejecución fue ampliamente usado a lo largo de la historia en numerosos países de mi antiguo mundo.
Investigué cientos de métodos de tortura y ejecución para devolverles a mis padres por todo lo que pasé. Incluso aprendí sobre las armas de fuego. Todo para preparar un plan que nunca pude poner en marcha.
Ahora tenía la oportunidad de usar todas esas técnicas con una persona viva.
El guardia tenía una cara perpleja pero no dudó de mí y salió corriendo para preparar todo. Este acto se realizaba en otro sitio. Mientras tanto observé a mis nuevas chicas más de cerca.
- No tienen que alarmarse mucho. A partir de ahora la pasaremos muy bien juntos.
Estas palabras están dirigidas hacia Olivia y Doménica. Ambas reaccionaron de formas diferentes. Doménica tenía una mirada de odio y furia mientras que Olivia estaba triste y melancólica.
Cuarenta minutos después un guardia sudoroso junto a un gordo calvo con prendas lujosas y coloridas llegaron al calabozo. El gordo tenía un diente de oro y múltiples joyas en sus dedos.
- Mi señor permítame presentarme. Soy Ronald el encargado del mercado de esclavos en esta ciudad.
El gordo juntaba sus manos mientras sonreía y me mostraba su diente de oro. Extendí mi mano por cortesía la cual tomó al instante.
- Espero trabajar junto a usted más a menudo. Estoy interesado en adquirir algunos esclavos. Sobre todo, algunas de alta calidad.
El gordo entendió mis palabras ocultas y dijo.
- Sera un placer atender todos sus pedidos. Permítame extenderle una invitación a la próxima subasta de esclavos que se va a realizar en este territorio.
El gordo me dio una ficha y continúo hablando.
- Si gusta asistir solo presente esa ficha el día de la luna llena. Esta vez tendremos mercancía de muy alta calidad y otros invitados VIP estarán llegando.
Asentí ante las palabras del gordo. La ficha era de color platino lo cual simbolizaba a un invitado de honor. Realizar este tipo de subastas en un territorio noble sin el conocimiento del noble a cargo era tratado como un acto mal visto.
Al extenderme esta invitación era lo mismo que decir que me tenía en muy alta estima y que lo perdonara por informarle tarde.
- Dejemos ese asunto de lado de momento. Quiero que coloques dos sellos de esclavos en esas dos mujeres.
El gordo rápidamente abrió un maletín y sacó varias tintas y sangres diferentes. En un cuenco las vertió en diferentes proporciones y las mezcló. Luego empezó a realizar una oración a la diosa de los contratos.
Esta diosa de los contratos era una de las diosas de este mundo. Estas cuatro diosas eran la de la creación, la sabiduría, la belleza y el contrato. Había otros dioses además de ellas.
El gordo terminó sus canticos haciendo que la tinta brillara. Inmediatamente tomó la mano de Olivia realizando un pequeño corte con su cuchillo. Vertió una gota de su sangre en el cuenco y luego me pidió que me acercara. Ya conocía este ritual del juego por lo que me acerqué sin dudarlo.
Extendí mi mano y el gordo realizó un corte. Mi sangre entró en el cuenco e inmediatamente la tinta cambió de color negro a dorado. La tinta dorada se levantó en el aire y formaron cadenas que entraron directamente en el cuerpo de Olivia.
Al ver esto me emocioné. Este gordo no había realizado el típico sello de esclavo. Lo que hizo fue más allá y la ató directamente en el alma. Esto era un contrato del alma. Realizó el mismo proceso con Doménica y aunque se resistió y trató de romper las cadenas no pudo hacer nada.
El gordo se levantó del suelo y secándose el sudor dijo.
- Mi señor el ritual fue exitoso. Debió de haber sentido el enlace en su alma. Espero disfrute sus nuevos bienes.
Le entregué al gordo dos monedas de platino lo cual lo hizo temblar de la emoción.
- Mi señor. Esto es demasiado. No merezco tal bondad.