Chereads / Renací como un vampiro en otro mundo capaz de controlar la mente / Chapter 13 - Capítulo 13 – Suplicando por piedad

Chapter 13 - Capítulo 13 – Suplicando por piedad

Me lamí los dedos de la mano intoxicándome del sabor de Camila. Su sabor sumado a su pena y timidez disparaban mi emoción al límite. Quería destruir su ropa en este momento y cogérmela frente a su prometido.

Lo que no me esperaba es que este tipo se pusiera de pie y terminara con mi juego abalanzándose contra mí. 

Solté a Camila y la hice hacia un lado. El puño de Damián se dirigía directo a mi rostro. Un golpe recto y sin fintas. Este golpe no representaba ni una sola amenaza para mí. 

Cuando se acercó lo suficiente realicé un puñetazo recto que conectó con su rostro y lo envió directamente al piso.

-  Levantaste tu mano contra un noble de alto grado. Esto se considera como un delito grave. ¿Lo sabes?

Nunca me cansaba de usar esta escusa. Provocar a la gente únicamente para que me atacara y luego sentenciarlos a muerte era divertido. Un plan sencillo pero eficaz. 

Damián yacía en el piso mirándome con miedo en su rostro. Desenvainé la espada y la apunté hacia Damián. Al ver que llegaba su momento simplemente cerró los ojos. 

-  ¡No lo hagas por favor! ¡Te lo ruego!

Los segundos pasaban, pero nada sucedía. Damián abrió lentamente los ojos y vio a Camila aferrada al brazo de Merlín. 

-  ¡Aléjate es una orden!

El cuerpo de Camila tembló salvajemente resistiéndose con todas sus fuerzas a la habilidad. 

-  Po… Por… Favor… Es… Lo… Único… que te pido.

Camila soltó su abrazo con una mirada renuente. Al parecer logró resistir brevemente la habilidad. 

Viendo su estado pensé en ser indulgente por una vez. Luego recordé que ella me robó dos veces. No le importó dejarme en la miseria una vez y todavía quería más. No merecía mi perdón. 

Tuve un muy serio conflicto interno de si matarlo enseguida o lentamente. No podía decidirme. Justo cuando estaba pensando en ello dos guardias correctamente uniformados se acercaron a mí y se arrodillaron. 

-  Mi señor. Escuchamos el alboroto por lo que vinimos enseguida. Disculpe nuestra tardanza. Sir Frederick nos envió personalmente.

Al ver a los guardias se me ocurrió una idea. 

-  Viendo que mi mujer te guarda un poco de aprecio te perdonaré la vida temporalmente. Guardias llévenlo al calabozo de la mansión.

-  ¡Si señor!

Mis palabras resonaron en el corazón de Camila haciéndola suspirar. Temporalmente había logrado que se perdone la vida de Damián. 

Los dos guardias lo agarraron de los brazos y lo arrastraron hasta el sótano donde fue encarcelado indefinidamente.

En un salón de estudios me encontraba tomando té hecho por Camila mientras leía los últimos informes registrados del territorio. La situación era preocupante y las cosechas han sido malas. No ha llovido en el territorio durante este año provocando una sequía que afectó la producción de grano. 

Si fuera un mago de tercer circulo este problema se podría resolver fácilmente con un hechizo compuesto. Al parecer este año voy a tener que reducir la cantidad de impuestos en un 20%. Tendré que compensar la diferencia, pero tenía el capital para hacerlo.

*Toc *Toc

- Señor, sir Frederick desea hablar con usted.

- Adelante

La puerta se abrió y sir Frederick acompañado por Camila entraron a la sala. Camila se acercó a mí. Inmediatamente la agarré de la cintura y la senté en mi regazo.

-  ¿Hiciste lo que te pedí?

Mientras acariciaba el sedoso cabello de Camila manifesté mis dudas.

-  Señor… Sobre eso. Logramos capturar a 5 de sus sirvientes. Actualmente se encuentran en el calabozo de la mansión. Sin embargo 2 no se pueden localizar. Tampoco sabemos si escaparon del territorio ya que no se ha actualizado el registro de salida y entrada en una semana. Si desea mayor información sobre lo recaudado puede pedírsela a los guardias estacionados en el calabozo.

El aura dentro de la habitación se volvió espesa repentinamente. Este cambio provocó que Frederick se ponga rígido y tragara saliva.

-  Al parecer tu incompetencia subió un escalón más. Tienes suerte de que acabo de ver un buen espectáculo y no me encuentro muy enojado. Emite una boleta de captura de ellos dos y pon una recompensa de 10 monedas de Oro. Se los busca vivos o muertos.

Frederick asintió sintiendo que esquivó una bala.

-  Frederick.

Al escuchar su nombre nuevamente se volvió a tensar.

-  Informa a todos los ciudadanos de mi territorio que este año el impuesto se reduce en un 20%. También manda caballeros a las aldeas dentro del territorio y reúne información sobre sus estados. 

-  ¡Si señor!

Frederick se levantó y corrió a la puerta. Antes de que pudiera salir de la habitación lo detuve.

-  No creas que me he olvidado de tu castigo y el de tu familia. Únicamente lo estoy posponiendo temporalmente. Gánate el perdón caso contrario ya sabes lo que pasará.

Un escalofrió recorrió a Frederick quien no pudo decir nada más. Ya era completamente mi esclavo, pero no significaba que lo iba perdonar.