La división entre los tres imperios de World of Arts estaba delimitada por una llanura que se encontraba en las afueras del territorio.
Los tres imperios formaban un triángulo, dejando en el centro una pequeña porción de territorio, el cual no pertenecía a ninguno de los tres imperios. Este territorio era llamado Imperio Neutro.
Cada imperio poseía dos llanuras a sus extremos. Las llanuras tenían como objetivo separar entre el territorio de un imperio y el del otro.
Dentro del Imperio neutro se encontraba un inmenso bosque donde muchas personas que transitaban cerda de él afirmaban que lograron percibir a razas nunca antes vistas.
La mayoría de personas que se adentraron alimentados por la curiosidad no corrieron con la suerte de salir con vida.
Debido al incremento de personas desaparecidas dentro del bosque se llegó a considerar zona prohibida.
Debido a que la mayoría de personas que ingresaron no salieron con vida, no pudieron informar acerca de la cueva que habían encontrado.
Esta cueva estaba diseñada con una barrera de invisibilidad como medida de protección contra todo aquel que quisiera aventurarse a encontrarla.
Las personas que lograron toparse con ella fueron tomadas por sorpresa y después de horas de intentar ingresar en ella obtuvieron los frutos de su trabajo, aunque todo fue en vano, ya que nunca lograron regresar con vida del bosque.
Dentro de esta cueva estaban dos personas en un estado inconsciente, sus pechos subían y bajaban con respiración normal.
Las dos personas estaban sobre una cama, parecían muy jóvenes, su edad era aproximadamente de unos treinta años, su piel estaba muy cuidada y sus manos estaban entrelazadas mientras dormían.
La tranquilidad de los dos fue interrumpida cuando una figura blanca translúcida apareció frente a ellos, extendiendo sus manos y tocando sus frentes, haciendo que ambos abrieran sus ojos de golpe.
Cuando las dos personas notaron a la figura que estaba frente a ellos, se pusieron de pie inmediatamente.
Los minutos pasaron y las dos personas no hacían más que ver fijamente a este hombre hasta que unas lágrimas salieron de sus ojos, ambos se postraron en señal de respeto y reverencia, sus puños estaban apretados mientras sus corazones palpitaban aceleradamente.
"Perdona mi incompetencia y mi falta de juicio. Yo no soy digno de cuestionar tus planes, mi Señor" – dijo la figura masculina mientras apretaba sus manos con arrepentimiento.
Esta persona era alguien muy devoto a Jano hasta el punto que el más mínimo error era considerado un gran pecado para él.
Jano miró con ojos amables al hombre que había hablado, se agachó frente a él y coloco su mano derecha sobre su hombro izquierdo.
"Tranquilo Ayub, sé que cuestionaste mis planes ignorantemente. También sé que tu devoción por mí no te permitía ver el panorama general. Tu arrebato fue solo el subproducto de tu frustración, no tienes por qué pedir perdón" – dijo Jano mientras Ayub derramaba más lágrimas.
La figura femenina que estaba al lado de Ayub comenzó a llorar con más ímpetu al ver a su Señor una vez más.
Había muchos rasgos que ella admiraba de su Dios, algunos de ellos era su amabilidad, su paciencia, su facilidad para perdonar y la cantidad de amor que tenía por este mundo.
"Es bueno verte una vez más mi Señor" – dijo la mujer con su rostro tan bajo que tocaba el suelo de la cueva con él.
Jano se volteó para ver a la mujer que estaba postrada al lado de Ayub.
"Gracias Asteria, también me alegra verlos una vez más. Los he extrañado mucho" – dijo Jano acariciando su cabello como si un padre acariciara a su pequeña hija.
Jano se puso de pie una vez más y camino unos pasos lejos de ellos.
Cuando las dos figuras notaron las acciones de Jano, se pusieron de pie inmediatamente y esperaron pacientemente la orden de su Señor.
Jano dejó de caminar y se volteó para verlos.
"Síganme, el tiempo finalmente ha llegado" – dijo Jano caminando hacia afuera de la cueva.
Mientras Jano caminaba recordó sus últimos momentos a lado de Ayub y Asteria.
Una expresión de culpa se formó en su rostro al recordar la carga pesada que había depositado en sus hombros.
'Yo debería ser quien debería pedirles perdón Ayub y no ustedes a mí'— pensó Jano, viendo de reojo a las dos personas que venían siguiendo sus pasos.
~~ ~~ ~~~ ~~~ Ciento veinte años antes ~~ ~~ ~~~ ~~~
"¡¡Me niego!!
Esto es absurdo, debe haber otra solución, no hay forma que pueda aceptar semejante propuesta y mucho menos viniendo de ti mi Señor." — dijo Ayub con el ceño fruncido, sus puños estaban apretados por la ira que estaba sintiendo.
"Ayub tiene razón mi señor, tú no puedes sacrificarte, hay demasiadas variantes que pueden aparecer en el camino, desde mi punto de vista este plan tiene el cincuenta por ciento de posibilidades de éxito, pero también tiene las mismas posibilidades de fracaso.
Tenemos que considerar que todo depende de ellos cinco y no hay garantía que lo logren. Si el plan se hubiera basado donde el desarrollo total dependiera de ti, habría aceptado sin cuestionar una sola palabra, pero este no es el caso.
No podemos depender del talento de las cinco oposiciones, tampoco podemos simplemente creer que lograran superar los límites establecidos para los mortales solo por su talento.
Espero no estar faltándole el respeto mi señor, pero no apruebo este plan, debe haber una solución diferente que aún no hemos encontrado" – dijo Asteria finalizando con su análisis.
Tanto Ayub como Asteria habían rechazado el plan de Jano.
"Escuchen bien ustedes dos. Este plan no solo involucra a las cinco oposiciones, sino que también los involucra a ustedes"
Ayub ladeo su cabeza confundido por sus palabras mientras luchaba por comprenderlas, pero por más que lo intentaba no encontraba la forma de encajar con este plan.
Asteria no estaba mejor que él. Ella no lograba entender cómo podrían ser parte de un plan cuando nunca habían peleado contra un monarca.
Jano miró su estado de confusión, así que decidió proseguir con la explicación y contarles cuál sería su función dentro del plan.
"Les he contado como pienso guardar las vidas de las cinco oposiciones y el tiempo en el que pienso reencarnarlas, así que espero que logren deducir un poco la forma de incluirlos en este plan" – dijo Jano dándoles un poco de tiempo para que pensaran.
Después de unos minutos, Asteria tomo la iniciativa de hablar.
"Estás tratando de decir que tomaras nuestras almas y nos reencarnaremos cuando hayan pasado ciento veinte años, al igual que ellos" – respondió Asteria con ojos bien abiertos.
Sus ojos se volvieron en dirección de Ayub quien también había quedado en shock cuando escucho sus palabras.
Jano simplemente sonrió al escuchar la deducción de Asteria.
"Es similar, pero no es el mismo método" – dijo Jano notando que sus estados agitados comenzaban a calmarse.
"Voy a introducirlos dentro de una prisión de sueños durante ciento veinte años. No dejaré que sus cuerpos envejezcan y tampoco dejaré que enfermen. No habrá reencarnación, así que pueden estar tranquilos.
Me es imposible enviarlos a una dimensión separada, ya que a nosotros los dioses solo se nos permite tener una dimensión personal.
Una vez que esta dimensión se abra, tomara a la persona que la invoco o a quienes la persona quiera enviar dentro de ella y la próxima vez que vuelva abrirse no dejara que alguien entre en ella, más bien expulsara los que están dentro.
Debido a esto pienso utilizar un Arte Divina de Prisión de sueños con ustedes alojándolos dentro de esta cueva con todas las medidas de protección necesarias.
Cuando el tiempo se haya cumplido apareceré frente a ustedes y les daré a conocer la misión que deberán llevar a cabo" – concluyo Jano.
Las dos personas estaban en estado de pánico, habían tratado de persuadir a Jano de que buscara una solución diferente, pero todo había sido en vano.
"¿Estás seguro de esto? ¿Tanto confías en ellos?" – pregunto Ayub con rostro serio.
Jano los miro fijamente a los dos.
"Confió en ellos, sé que lo van a lograr" – respondió Jano confiadamente.
Tanto Ayub como Asteria soltaron suspiros cansados y aceptaron el plan de Jano.
"Está bien, si tú confías en ellos nosotros también debemos hacerlo" – dijo Asteria dedicándole una dulce sonrisa.
"No sé qué tipo de misión debemos cumplir en el futuro, pero quiero que sepas que como tus profetas no vamos a fallarte" – dijo Ayub colocando su brazo derecho a la altura de su pecho e inclinándose con respeto.
Jano decidió no seguir conversando y comenzó a cantar su Arte Divina.
"Arte de Fusión Divina del Dios Jano: Prisión de sueños"
Los parpados de Ayub y Asteria comenzaron a volverse pesados hasta que los dos quedaron inconscientes.
"Tiempo congelado"
El tiempo alrededor de la cueva comenzó a ralentizarse hasta que finalmente quedó paralizado.
"Barrera de invisibilidad absoluta"
La cueva se volvió transparente hasta que desapareció de la vista de cualquier ser mortal.
~~ ~~ ~~~ ~~~~
Cuando Jano llego a la entrada de la cueva se volteó y miro fijamente a las dos personas que estaban saliendo de ella.
"Mis amados profetas, su misión comienza hoy" – dijo Jano, notando que tanto Ayub como Asteria reafirmaban su rostro con determinación.