'¿Qué es este lugar?'
Mis ojos se abrieron como platos al ver el lugar donde aparecimos.
Un callejón andrajoso fue lo primero que se visualizó cuando la escena se estabilizó. En el fondo podía ver una casa en estado de ruinas, parecía casi imposible que alguien viviera ahí, si no fuera por el humo que salía de la chimenea hubiera creído que era una casa abandonada.
El hombre que me había traído a este sitio comenzó a caminar hacia la casa.
"Vamos, debes conocer a tu hija" – dijo el hombre instándome a seguirlo.
Mis pasos comenzaron a moverse detrás de él, tenía curiosidad por ver el estado de esta familia.
Después de haber caminado por el callejón, finalmente llegamos frente a la puerta de la casa.
El hombre caminó hacia ella y la atravesó, me sorprendí por un momento por sus acciones, pero rápidamente entendí que nuestros cuerpos eran espirituales y podíamos atravesar las cosas materiales.
Caminé hacia la puerta y la atravesé.
Cuando el interior estuvo a mi vista, lo primero que note fue una gran mesa y a dos personas sentadas comiendo lo que solo podían ser sobras de basura.
Había una mujer mayor de cabello negro y de cuerpo muy frágil, parecía incluso enferma, a su lado había una niña de unos diez años que estaba devorando la comida como si se la fueran a quitar en cualquier momento si no se la comía rápido.
El cuerpo de la niña era delgado. Su cabello y ojos eran negros, al igual que los de su madre. Su ropa era decente, pero no era elegante.
"Ya terminé madre" – dijo la niña mostrando una sonrisa a la mujer.
La mujer que estaba a su lado era su madre. Ella le dio una mirada de afecto.
No podía creer como la niña había disfrutado comer las sobras de basura. Sentí pesado mi corazón al ver el estado de esta familia.
"No es bueno que comas con prisa, apuesto a que no disfrutaste tu comida" – dijo la mujer dándole una sonrisa de afecto.
"Toma, comete lo que resta" – dijo la mujer entregando su plato de comida.
"Madre, pero tú no has comido" – dijo la niña con rostro sorprendido, negándose a tomar el plato de su madre.
"Está bien, hija, no tengo apetito, comeré más tarde" – dijo la mujer mientras colocaba su plato de comida frente a su hija.
La niña miró fijamente a su madre y pude ver que se estaba mordiendo el labio inferior, había impotencia en su mirada.
Después de verla por un tiempo, la niña se dio por vencida y comió la comida.
Cuando acabo de comer abraso su madre mientras tomaba los platos y salía del comedor dispuesta a lavarlos.
"Ella es Freya" – dijo el hombre señalando a la niña.
Mis ojos siguieron a la niña que caminaba de espaldas a mí.
"Ella será tu hija" – dijo una vez más mientras se giraba y me miraba fijamente, podía notar que él esperaba ver cómo iba a reaccionar.
La escena cambió una vez más.
"Madre, he vuelto" – dijo una niña de aproximadamente unos dieciséis años.
Esta era la niña que el hombre había llamado Freya. Ella había crecido y parecía más hermosa.
La casa en ruinas había desaparecido y toda la infraestructura de esta parecía nueva y muy hermosa.
Me sentí aliviada al ver que su estilo de vida hubiera mejorado.
La niña vestía un vestido azul voluptuoso, mientras que su madre vestía uno celeste que la hacían parecer más joven.
Su madre estaba en un sofá tomando una taza de té cuando la niña ingreso a la habitación con una sonrisa en su rostro.
"Bienvenida de nuevo mi vida" – dijo la mujer mientras se ponía de pie y extendía sus brazos queriendo abrasar a la niña.
La niña se acercó a ella y dejo que la abrasara durante unos segundos.
"Madre por fin lo he logrado.
Una de las brujas me recomendó para que la bruja instructora de su reino probara mi afinidad y comprobara si era cierto que como humana podía usar una Arte de Hechicería. La prueba fue muy difícil, pero la superé y me ha aceptado para que sea su discípulo" – dijo la niña mientras levantaba su puño con alegría.
La mujer sonrío con alegría y acaricio su cabeza.
"Sabía que lo lograrías cariño, nunca dude de ti, eres un talento único y sabía que nada te detendría" – dijo la mujer mientras acariciaba su mejilla derecha.
"Lo único que no me gusta es que debo ir a su reino y aprender allí" – dijo la niña bajando su cabeza con tristeza.
La mujer abrasó una vez a la niña mientras susurraba en voz baja en su oído.
"No te preocupes por mí. Puedes ir al reino de las brujas y estudiar todo lo que quieras. El dinero que me has dado y todas las cosas que has logrado para nosotras son suficientes para que sobreviva hasta que vuelvas, quiero que te concentres en las enseñanzas que te impartirán" – dijo la mujer mientras soltaba su abraso y limpiaba las lágrimas que niña había empezado a derramar.
La niña se abalanzó sobre ella una vez más y la abraso con fuerza mientras más lágrimas salían de sus ojos.
"Volveré madre y seré más fuerte, prometo que no volveremos a vivir como basura, te daré una vida digna para que puedas disfrutarla" – dijo la niña mientras apretaba sus puños abrasándola fuertemente.
Mis ojos estaban fijos en la niña. Estaba tratando de procesar las palabras que la niña había dicho. Como era posible que un humano pudiera aprender las Artes de Hechicería, era imposible que esto estuviera sucediendo.
Mire hacia atrás al hombre que se recostaba sobre una pared de la sala mientras me miraba fijamente, como si estuviera estudiando todas mis reacciones.
"¿Esto es real? ¿En verdad un humano aprendió las Artes de Hechicería?" – pregunté esperando que negara esta posibilidad.
El hombre sonrío y movió su cabeza de arriba hacia abajo varias veces en confirmación.
"Sí, ella las aprendió por sí sola, incluso yo estaba sorprendido cuando me di cuenta de su talento" – dijo el hombre mientras la escena cambiaba una vez más.
El lugar donde aparecimos era una gran sala. Conocía muy bien el lugar donde nos encontrábamos, ya que había visto esta sala en repetidas ocasiones. Esta era la sala real del rey.
Cinco personas estaban postradas en señal de reverencia hacia la figura que estaba en el trono de la sala. La niña que antes había visto también estaba ahí.
"Ustedes son los cinco prodigios que han nacido en nuestra época. Los he convocado porque estamos bajo una gran amenaza. Seres superiores que se hacen llamar nuevos dioses están exigiendo que nos rindamos o de lo contrario moriremos. Necesito que ustedes frenen las revueltas que están generando" – dijo el rey que estaba sentado en el trono de la sala. Su rostro era solemne.
"Se han generado traiciones entre las razas y los reyes de la alianza, hemos llegado al acuerdo de que ustedes son los únicos que pueden detenerlos" – dijo una vez más mientras los señalaba con el cetro que estaba en su mano.
"Lo haremos su majestad, prometemos cumplir la orden" – dijo uno de los jóvenes que parecía ser el líder de los cinco.
"Pueden retirarse toda la información necesaria será proporcionada por su guía, partirán mañana a primera hora" – dijo el rey mientras se ponía de pie para despedirlos.
Me sentí preocupada al ver el rostro pálido de la niña. Sus puños estaban apretados, podía ver que estaba temerosa de la misión que les habían encomendado.
"Ellos son las cinco oposiciones. Son los talentos más grandes que han existido en este mundo" – dijo una voz a mis espaldas.
Me volteé hacia la voz que había hablado solo para ver al hombre que me estaba mostrando este pasado.
"Es hora que veas a sus enemigos, espero que entiendas un poco el nivel de amenaza que enfrentan" – dijo el hombre mientras la escena cambiaba una vez más.
Aparecimos en el pico de una montaña. Frente a nosotros había cinco figuras, a pesar de no poseer cuerpo físico podía sentir el intenso poder que emanaba de su cuerpo. Mis rodillas se sentían débiles. Sentí que mi respiración se cortaba. Había tres hombres y dos mujeres.
Las cinco figuras estaban observando una ciudad que se visualizaba a la distancia.
"Oye, Odian, quiero que me dejes ir a visitar a la madre de esa niña de nombre Freya. Es un insulto que haya dado a luz a un sucio humano capaz de aprender Artes que no le corresponden, además creo que sería una buena idea darles una muestra de nuestro poder" – dijo una mujer mientras veía a uno de los hombres que estaban junto a ella.
"Está bien Lilith, supongo que les hemos dado tiempo suficiente para que se rindan, pero trata de no exagerar demasiado" – dijo el hombre de nombre Odian.
La mujer mostró una sonrisa deslumbrante mientras poco a poco su cuerpo se desvanecía hasta desaparecer, dejando solamente a las cuatro figuras restantes quienes suspiraron con resignación.
"Ella volverá a exagerar Odian. Los seres como ella solamente escuchan lo que le conviene" – dijo uno de los hombres sentándose sobre una roca mientras observaba detenidamente la ciudad como si esperara una función de teatro.
"Bueno, al final sus acciones son justificables, incluso yo estaría furioso si alguien de una raza diferente aprendiera a usar mi Arte de Maná con elemento Fuego, cuando no le corresponde aprenderlas" – dijo el otro hombre cruzándose de brazos con orgullo en su rostro.
"Podrían dejar de hablar, dejen que Lilith libere su estrés, no quiero que sigan interrumpiendo los fuegos artificiales que están a punto de iniciar" – dijo la única mujer que había quedado con ellos mientras su rostro se veía emocionado.
El hombre de nombre Odian sonrío con picardía, podía notar que estaba disfrutando de la situación.
"Son solo seres inferiores, solo sirven para entretenernos, dejemos que Lilith se divierta un poco" – dijo finalmente el hombre.
Estaba asustada. Estos tipos estaban completamente locos, como era posible que nosotros los veneráramos como dioses.
La mujer que había desaparecido era la que nosotras las brujas adorábamos como nuestra diosa y ella estaba a punto de cometer atrocidades solo porque alguien de una raza diferente aprendió las Artes de Hechicería. Esto era absurdo.
Lilith iba a lastimar a la madre de mi hija, mi preocupación estaba en su punto máximo, quería correr y alertar a mi hija del peligro que se avecinaba, pero no podía moverme.
"Cálmate, esto ya paso, no hay nada que puedas hacer para cambiarlo" – dijo el hombre colocando su mano sobre mi hombro mientras una expresión triste se mostraba en su rostro.
Quería ayudar, me sentía impotente, no quería ver sufrir a mi hija, pero que podía hacer, yo solo era un espíritu sin la capacidad de cambiar el pasado. Había perdido la cuenta de la cantidad de veces que me había sentido inútil, solo podía apretar mis puños con frustración.
"Te mostraré una última escena, pero debes ser fuerte.
La siguiente escena es muy dura para cualquiera que la vea, pero es necesario que la veas, por favor trata de mantener la compostura" – dijo el hombre mientras la escena volvía a cambiar.
Las intensas llamas consumiendo una ciudad fue la escena que se mostró ante mis ojos cuando la escena se estabilizó.
Cuatro figuras estaban atadas al suelo con cadenas en sus manos y pies. Estas cadenas estaban pegadas al suelo y estaban sellando sus Artes, sus rostros estaban tan ensangrentados que parecían irreconocibles.
¡¡BAAAAAAMM!!
Un bulto impactó en una de las paredes que estaba cerca de nosotros.
Cuando mis ojos vieron al bulto que había impactado en la pared, sentí que mi corazón se apretaba a pesar de no tener uno físico.
El bulto era una persona y esa persona era Freya. Su estado era crítico. Su mano izquierda colgaba dislocada de su hombro, no había movilidad en ella. Había una gran herida en su pecho. A pesar de estar gravemente herida, ella se volvió a poner de pie. Su rostro estaba cubierto de sangre y cojeaba de su pie derecho mientras caminaba.
Los ojos de Freya estaban fijos en un lugar en particular.
Cuando seguí su mirada vi a la mujer que había visto desaparecer en la montaña. En sus manos estaba la madre de Freya cubierta de sangre, mientras sus brazos y piernas colgaban dislocados sin movilidad alguna. Sus lamentos no podían escucharse, lo único que salía de sus labios eran pujidos de dolor, supe de inmediato que su garganta había sido rota.
Mis manos se movieron inconscientemente a mi boca, este nivel de tortura era simplemente demasiado absurdo.
'¿Qué clase de monstruos hemos estado adorando como dios?' – reflexione en mi mente en estado de shock al ver la sonrisa de Lilith.