POV. Abraham Primordial
Había estado en alerta máxima desde el día en que Ángela anuncio su embarazo, no podía permitirme el lujo de distraerme. La persona que había curado su problema, había dicho que intentarían asesinar a nuestro bebé y era algo que no podía ignorar.
Nadie creería a las palabras de un extraño, pero este extraño afirmo que mi esposa había sido sanada y estaba embarazada cumpliendo con sus palabras, por lo tanto, tenía que creer que sus palabras sobre un posible asesinato tenían cierta verdad.
Los meses habían pasado con normalidad. Había días que Ángela sufría fuertes dolores, pero eran solo momentáneos hasta que la fecha finalmente llego.
Estaba de camino hacia la habitación de mi esposa Ángela. En mis manos estaba una bandeja con el desayuno de esta mañana. Había dejado que Ría la cuidara mientras traía su desayuno.
Cuando estaba a punto de llegar a la puerta de la habitación, un grito me sobresalto haciendo que mi preocupación se disparara de inmediato.
Irrumpí en la habitación solo para ver la cama cubierta de sangre y a mi esposa jadeando mientras se apoyaba del hombro de Ría.
Tenía miedo que los asesinos hubieran entrado en mi ausencia, así que caminé con pasos apresurados hacia ellas.
"¿Qué sucedió? ¿Por qué mi esposa está sangrando?" – pregunte en tono serio mientras veía a Ría, quien tenía rostro preocupado.
Antes de que Ría pudiera responder a mi pregunta, Ángela se adelantó y respondió con urgencia.
"El bebé ya viene" – respondió ella, dejando mi cuerpo congelado en estado de shock.
Ría rápidamente tomo mis manos y me miro a los ojos.
"Voy a buscar a las parteras, por favor cuídela hasta que vuelva" – dijo ella saliendo rápidamente de la habitación.
'¿Qué demonios debo hacer?
Jamás he estado presente en un parto'
No sabía cómo debía reaccionar, mis hombros estaban tensos. Mi esposa se apoyó en mi hombro derecho mientras sufría de los dolores que le estaban sobreviniendo.
"Sé fuerte, pronto vendrán las parteras" – comenté sintiéndome estúpido por mis palabras.
Mi esposa no pudo evitar mostrar una sonrisa irónica en su rostro al ver mi patética actuación.
"Jaja jajaja en serio fue lo primero que vino a tu mente al verme en esta situación" – dijo ella asiéndome sentir muy avergonzado.
"Deberías decirme que respire o que intente calmarme" – dijo ella tratando sonar serena.
'No me culpes Ángela, jamás he estado en estado situación' – pensé para mis adentros.
"Perdón mi amor, nunca he estado presente en este tipo de situaciones" – dije tratando de justificarme.
Mi esposa parecía más tranquila a medida que se realizaba nuestra cómica conversación.
Minutos después de que Ría hubiera salido en busca de las parteras, las puertas de la habitación se abrieron y un grupo de cuatro mujeres ingresaron con vestimenta larga y unas sabanas en sus manos.
Las cuatro mujeres eran parteras de profesión y acudieron de inmediato cuando Ría solicito sus servicios.
Las mujeres caminaron hacia nosotros y se inclinaron ante ambos con respeto.
"Mi señor Baltasar debo pedirle que abandone la habitación y deje todo en nuestras manos" – dijo una de ellas mientras señalaba la puerta de la habitación.
Me sentía recio a dejar sola a mi esposa. Tenía miedo que el asesino apareciera mientras el parto se estaba llevando a cabo.
Reafirmé mis pensamientos y les respondí sin esperar a que estuvieran de acuerdo.
"No voy a salir de esta habitación hasta que mi esposa y mi hijo estén en mis brazos.
Hemos sido advertidos de que alguien podría intentar asesinar a nuestro hijo y podría estar esperando esta oportunidad, así que les aseguro que no saldré este lugar, prometo que no interrumpiré en su trabajo, así que no deben preocuparse." — dije con tono serio.
Las cuatro mujeres se vieron entre sí y finalmente aceptaron mi solicitud.
Le di un beso en la frente a mi esposa mientras me separaba de ella.
Me acomodé recostándome cerca de la ventana de la habitación mientras vigilaba que nada interrumpiera en el parto.
Las parteras comenzaron a trabajar. Una de ellas preparo un paño con agua caliente para estar limpiando el rostro de mi esposa. La otra partera comenzó a cantar sus Artes de hechicería con el propósito de mantener monitoreados los signos de mi esposa, mientras que las dos restantes estaban esperando recibir al bebé. Una de ellas lo tomaría y envolvería, mientras que la otra cerraría las heridas que se generarían.
Los minutos comenzaron a pasar y me sentía cada vez más ansioso, podía ver que el estado debilitado de mi esposa empeoraba cada vez más.
"Debemos ayudarla o el bebé no podría ahogarse" – dijo una de ellas atrayendo mi atención.
"¿A qué te refieres con ayuda?, explícate" —exigí con seriedad, necesitaba que me afirmara si esta ayuda de la que hablaba pondría en peligro la vida de mi esposa o no.
"Debemos realizar un pequeño corte para que el bebé pueda tener más espacio para nacer, o se podría ahogar" – dijo la partera que había hablado antes.
Me sentía recio a que mi esposa fuera lastimada, pero antes de que pudiera responder Ángela seme adelanto.
"Hazlo, has lo que tengas que hacer para que mi bebé pueda nacer" – dijo ella con rostro cansado.
Podía ver que le importaba poco dañarse con tal que el bebé naciera.
"Hazlo" – dije con tono serio.
Las parteras se pusieron a trabajar una vez más. Procedieron a efectuar el corte y la sesión de parto se prolongó por unos minutos más hasta que finalmente un llanto me tranquilizo.
"¡¡HUAAAAA!! ¡¡HUAAAAA!! ¡¡HUAAAAA!!"
Sentí que mi tensión se aflojó de inmediato, había estado muy tenso al ver que el tiempo avanzaba y el bebé aún no nacía.
Una de las parteras la envolvió en una sábana y se volteó para verme con rostro sonriente.
"Es una niña" – dijo la partera dejándome petrificado.
La partera caminó hacia mí y me entrego el bebé.
Examine inmediatamente todo su cuerpo, sus ojos y cabello eran azules, su piel era blanca como la nieva y desprendía una increíble ternura.
Sentí que todo el sacrificio que mi esposa había soportado había valido la pena, esta era nuestra hija y había nacido para ser la heredera de los Primordiales.
"Está sana, ¿verdad?" – preguntó mi esposa sacándome de mis pensamientos.
Me volteé para ver su rostro cansado, podía notar que estaba muy debilitada, pero la sonrisa en su rostro demostraba la felicidad que sentía en este momento.
"Sí, ella está completamente sana" – respondí mostrando una sonrisa mientras lágrimas de felicidad salían de mis ojos.
Camine hacia ella y le entregue a nuestro bebé esperando que disfrutara de este momento.
Cuando mi esposa tomo el bebé, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, sabía cuánto había luchado porque este día llegara y hoy finalmente se había cumplido su mayor deseo.
"Prometo que no volverás a sufrir pequeña, me aseguraré que nadie te vuelva a lastimar" – dijo mi esposa dejando atónito.
No entendía el significado sus palabras, pero realmente no me importo.
No sé en qué momento sucedió, pero cuando visualice el estado de la habitación todos los muebles estaban levitando en el aire.
Mis ojos se abrieron como platos ante este fenómeno, pero rápidamente recapacite y me coloque en estado de lucha.
Los muebles comenzaron a dispararse de un lugar a otro con violencia.
Comencé a escanear nuestro entorno en busca de nuestros enemigos mientras cantaba un Arte para proteger a todos dentro de la habitación.
"Arte de Hechicería: Barrera del vacío"
Todos los muebles que golpeaban con la barrera estaban siendo tragados hasta que solo quedo la cama y las personas dentro de la habitación.
"Tranquilo Baltasar, no hay ningún enemigo" – dijo una voz atrayendo mi atención.
Cuando me giré hacia el origen de la voz, visualicé a mi esposa con una sonrisa en su rostro, acariciando las mejillas de nuestro bebé.
"Este fenómeno es un Arte de Hechicería y quien lo está generando es nuestro bebé" – dijo ella haciendo que mi boca se abriera con incredulidad.
Me concentré en el origen de esta Arte solo para confirmar que las palabras de mi esposa eran ciertas. Mi bebé había lanzado un Arte de Hechicería después de nacer, esto era un acontecimiento sin precedentes.
Mi bebé había dado forma a su núcleo justo después haber nacido y no solo eso, sino que fue capaz de lanzar un canto de Telequinesis. Ella era un prodigio y la familia Primordial finalmente podía descansar en buenas manos. Estaba muy feliz pese a mi estado de shock.
La cama calló al suelo y el fenómeno termino.
Mi felicidad duró poco, ya que una increíble presión comenzó a envolver nuestra habitación.
Este nuevo fenómeno no era causado por mi hija, alguien más estaba a punto de entrar a la habitación y era alguien muy poderoso.
Me posicioné en formación de batalla mientras las parteras se pararon al lado de la cama. Las cuatro estaban asustadas por todos los eventos que estaban desarrollando ante sus ojos.
Mi esposa también estaba alarmada. Ella abrazaba con fuerza a nuestro bebé como si fuera hacer arrebatado en cualquier momento.
La presión de hacía cada vez más fuerte y comencé a preocuparme.
Este enemigo aún no había llegado a la habitación y su poder ya había superado el mío.
No sabía con quienes pelearía, pero estaba dispuesto a dar mi vida con tal de proteger a mi familia.
La habitación fue asaltada por una inexplicable oscuridad que la envolvió. Tal era la oscuridad que no podía ver mi propio cuerpo o el de los demás.
Cuando la luz volvió a llenar la habitación me sobresalte por voz escalofriante de mi esposa.
"Quienes son ustedes. Entreguen a mi bebé y quizás los deje vivir" – dijo ella liberando su intención asesina de inmediato.
Cuando mis ojos siguieron los de mi esposa, pude ver a dos hombres vestidos de negros quienes sostenían en sus brazos a mi bebé mientras inspeccionaban cada parte de su pequeño cuerpo.
Las dos personas parecían estar ignorantes de la advertencia de mi esposa, ya que parecían estar sumidos en su propia conversación.
"Estás seguro de que fue de este bebé, de dónde venía ese increíble poder" – dijo uno de ellos.
"Estoy seguro, sabes que jamás me equivoco" – contesto el otro.
Mi ira se desbordó de inmediato y salte sobre ellos con el propósito de arrebatarles a mi bebé.
"Arte de Hechicería: Cadenas del sometimiento" – cante mi Arte esperando someterlos en el acto.
Una de las figuras se volteó para verme y desapareció del lugar. Las cadenas surgieron de inmediato, pero no pudieron someter a ninguno de ellos.
"Tranquilo, no queremos hacerles daño" – dijo una vez cerca de mi oído derecho.
Sentí que algo helado tocaba mi garganta solo para darme cuenta de que era una daga la que me estaban presionando.
Me sentí impotente, yo era un gran brujo y no fui capaz de durar un solo segundo en esta batalla.
Me giré para ver a mi esposa quién tenía nuevamente a nuestro bebé en sus brazos, sus ojos estaban abiertos como platos, no sabía a qué se debía su incredulidad, pero al menos sabía que nuestro bebé no corría peligro.
"¿Por qué están ustedes aquí?" – pregunto mi esposa con incredulidad, haciendo que me sintiera más confundido sobre quienes eran nuestros atacantes.
"Hemos venido a cumplir con la promesa que le hicimos a un viejo amigo" – dijo el hombre que estaba frente a mi esposa.
La daga que estaba presionando mi cuello se retiró.
Cuando me sentí libre me acerqué a mi esposa para ver quiénes eran estas personas.
El hombre que me había estado presionando con la daga hablo con voz carismática.
"Nosotros somos los hermanos gemelos Hugin y Munin, pero también se pueden referir a nosotros como los cuervos gemelos" – dijo el hombre mostrando una sonrisa.
Mi incredulidad se profundizaba cada vez más. Estos dos eran los familiares más poderosos que existían y cualquier bruja o brujo pagaría el precio que fuera necesario por hacerlos su familiar.
"Como hemos dicho estamos aquí para cumplir una promesa, nosotros seremos los familiares de tu hija" – dijo el hombre señalando a nuestro bebé.
Ya no sabía que podría sorprenderme. Mi hija formó su núcleo pocos minutos después de haber nacido. Había lanzado su primer canto y ahora estaba siendo elegida por los legendarios gemelos Hugin y Munin.
'Esto es una broma, ¿no?'
Quería que alguien me dijera que esto era un sueño, pero ver el rostro lleno de alivio de mi esposa hizo que finalmente procesara la situación actual.
"Parece que él ha preparado todo para tu nacimiento…~~"
Me pareció escuchar un pequeño susurro de mi esposa mientras acariciaba el rostro de nuestra hija, pero rápidamente lo descarte como algo de mi imaginación.