POV. Ángela Primordial
Sentía pesado mi pecho, no sabía en qué calle del reino me encontraba. Cuando salí corriendo del comedor tomé la primera calle que estuvo ante mis ojos.
Mis pensamientos eran inestables, las últimas palabras de Evamora seguían haciendo eco en mi mente.
'Quizá debería rendirme y ceder mi estatus.
He gastado mucho dinero, quizá al final no podré darle un hijo heredero a Baltasar' – pensé en mi mente, mis pensamientos iban y venían inestablemente no encontraba forma de estabilizarlos.
Cuando estabilicé un poco mis pensamientos noté la mirada de la multitud que estaba a la orilla de la calle.
Todos tenían miradas de desprecio, sus manos estaban cubriendo su boca, era obvio que estaban hablando de mí.
"Ahí va la bruja maldita" – comento una bruja.
'Cállate, no sabes nada sobre mí'
Me defendí en mi mente mientras sentía un dolor profundo, como era posible que hablara de esta manera sin tener en cuenta mis sentimientos.
"No entiendo como aún no la han repudiado" – dijo otra.
'Como puedes decir esas palabras, ponte en mi lugar por un momento'
Cuestione sus palabras mientras el dolor me carcomía, no entendía como eran capaces de hablar de esta manera sin ningún tipo de remordimiento.
"A este paso la Familia Primordial no tendrá futuro" – dijo un brujo que está cerca del sitio.
"Espero que Baltasar recapacite" – dijo otro.
'Cállense, cállense, cállense, no hablen más'
Comencé aligerar mis pasos hasta que termine corriendo.
Corrí durante mucho tiempo. No sé en qué momento atravesé la ciudad, pero cuando me di cuenta estaba en la entrada del bosque.
Mis ojos se fijaron en un árbol donde había unas crías de palomas, podía ver a su madre alimentándolos con fervor mientras ellas disfrutaban de los bocadillos.
'Incluso los animales tienen la dicha de tener a sus crías'
Comente con tristeza mientras las lágrimas comenzaban a salir de mis ojos.
"No es justo~" – dije en tono bajo ahogando mis palabras al final de ellas por el llanto que comencé a liberar.
Un nudo se formó en mi garganta, sentía que me estaba ahogando, necesitaba urgentemente alguna manera de liberar lo que sentía.
"¡¡NO ES JUSTOO!!" - grité con fuerzas.
Caía de rodillas, juntando mis manos para cubrir mi rostro, quería detener mis lágrimas, pero me estaba resultando imposible.
"¿¡Por qué la vida me trata tan injustamente!?" – pregunte a nadie en específico, solo quería sacar todo lo que me estaba atormentado.
Lloré por unos minutos hasta que mis ojos se secaron, a pesar de haber derramado mis lágrimas sentí que la presión en mi pecho no se liberaba. Me sentía angustiada.
"Qué mal te ha tratado la vida, hija mía"
La voz un hombre llegó a mis oídos dejándome paralizada. No sabía en qué momento llego a mi lado y mucho menos sabía el tiempo me había estado observando.
Unos brazos me tomaron por la espalda y sentí que un abraso me envolvía.
Las lágrimas surgieron una vez más, no sabía por qué, pero el tiempo mismo parecía haberse ralentizado. Sentí que estaba en otra dimensión. La presión que estaba en mi pecho se liberó de inmediato como si esperara este momento.
"¡¡¡HAAAAAAAAAAAAAAAA!!!" – grité con fuerzas liberando todo lo que sentía.
No quería nada en este momento, solo deseaba liberara todo lo que me había estado martirizando.
"Está bien, puedes llorar, hija mía"
La voz solo hacía que mis sentimientos se desbordaran con mayor ímpetu.
"¡¡¡HAAAAAAAAAAAAAAAA!!!" – grité una vez más.
¿Quién era este hombre? ¿Por qué me abrasaba? ¿Por qué había venido a mí?
Ninguna de estas preguntas me importaba, solo deseaba que este momento durara un poco más. Sentía como si mi padre me estuviera abrasando, era un sentimiento especial.
Llore, llore y llore. No sé cuánto tiempo paso desde la última vez que me había desahogado tanto, pero esta vez incluso perdí la noción del tiempo, solo quería vaciar la amargura que había estado reteniendo todos estos años.
Después de un tiempo mi llanto disminuyo.
Sentí que su abrazo se aflojó y su presencia camino a mi lado hasta que estuvo frente a mí.
Me limpié las lágrimas para ver a la persona que me había abrasado.
Cuando mi mirada se enfocó en él pude ver a un anciano rubio con una túnica azul de bordes dorados, su edad eran aproximadamente sesenta años, a pesar de saber que era un anciano no se podía ver ninguna arruga en su rostro. Había un resplandor que lo iluminaba y una cantidad increíble de poder lo envolvía.
Mi mente se paralizó por un momento hasta que después de unos segundos logre formular una pregunta.
"¿Quién eres?" – pregunte finalmente con un poco de éxtasis.
"Yo soy Jano, pero también soy tu benefactor" – dijo el hombre extendiendo su mano derecha hacia mí instándome a que la tomara.
Mis pensamientos se paralizaron ante sus palabras.
'¿Benefactor de qué? ¿De qué manera me ha ayudado este hombre, para que sea mi benefactor?'
Mi mente estaba confusa, no lograba pensar ordenadamente, sentí que la respuesta estaba ante mí, pero tenía miedo de que fuera solo un engaño, no quería tener falsas esperanzas.
"Ponte de pie" – dijo el hombre insistiéndome a que tomara su mano.
"Sé que tienes muchas preguntas y sé que tienes miedo de que te den una falsa esperanza" – dijo el hombre mientras tomaba sus manos y me ponía de pie.
"Déjame aclarar tus dudas" – dijo una vez más haciendo que mi corazón se acelerara, no sabía por qué, pero sentí que este hombre tenía la solución para mi problema.
"Puedo hacer que tengas un bebé" – dijo él finalmente.
Sus palabras hicieron que mis ojos volvieran a derramar lágrimas.
"Estás mintiendo~" – dije con voz temblorosa.
No quería tener falsas esperanzas. Mi mirada estaba fija en el suelo mientras apretaba mis puños con fuerza, las lágrimas seguían saliendo de mis ojos.
"Puedo permitir que tengas un bebé"
El hombre volvió a hablar mientras mi mente negaba cada vez más sus palabras.
"¡¡DEJA DE MENTIR!!" – grité con fuerza negando sus palabras, mis piernas se sentían débiles, retrocedí un par de pasos de manera inestable.
"¿¡POR QUÉ TE BURLAS DE MÍ!? DIME ¿¡POR QUÉ!?"— grité con más fuerza.
No podía aceptar estas palabras, no después de todo lo que había sufrido. Mi corazón me decía que el hombre no estaba mintiendo, pero mi mente se negaba a aceptarlo.
"Mírame" – dijo el hombre mientras levantaba mi barbilla con su mano.
Cuando nuestras miradas se encontraron, pude notar una intensa seguridad en su mirada. Su poder se desbordaba por cada parte de su cuerpo.
"Puedo darte un bebé, te lo aseguro" – dijo el hombre dejándome atónita.
Esta vez ya no dudaba, su mirada llena de seguridad y todo su poder me gritaba que no estaba mintiendo.
Las lágrimas salieron una vez más de mis ojos, quería lanzarme hacia él y abrasarlo, pero una serie de preguntas saltaron de mi boca.
"¿Por qué a mí? ¿Sabes cuando tiempo he sufrido? ¿Si tienes el poder para sanarme porque no viniste antes?".
Las preguntas salieron sin control de mis labios, no sé por qué, pero comencé a reprochar sus acciones había sufrido demasiado. Este hombre tenía el poder para sanarme y aun así le había tomado todo este tiempo venir a mí.
El hombre bajo su mirada y sonrió con impotencia podía ver la tristeza en su rostro, incluso me sentí mal de haberle hecho estas preguntas.
"No podía hacerlo antes, perdóname" – dijo el hombre mientras se inclinaba ante mí.
Este hombre era poderoso, lo sabía, pero a pesar de serlo, no contradijo mis preguntas, ni se había molestado por ellas, más bien se había disculpado de todo corazón. Estaba en estado de shock.
"Primero debes saber quién soy realmente, ¡Sígueme!" – dijo el hombre mientras caminaba hacia el bosque.
Mi corazón latía salvajemente mientras seguía al hombre, sus palabras seguían resonando en mi mente.
'¿Puedo tener un bebé? ¿En verdad puedo?'
Mis pensamientos seguían en estado de shock.
Cuando llegamos al centro del bosque, el hombre se volteó para verme.
"Sé que será difícil creer lo que voy a decirte, pero debes confiar en mí" – dijo el hombre mientras me acercaba a él.
Mis pasos se detuvieron a unos centímetros de él mientras buscaba signos de mentiras en sus palabras, pero a pesar de tomarme un tiempo en buscarlas, no encontré nada.
"¿En verdad puedo tener un bebé?" – Pregunté mientras lo miraba a los ojos, necesitaba que me lo confirmara por última vez. No quería más mentiras.
"Te lo aseguro" – dijo el hombre confirmando que mi deseo podía hacerse realidad.
Decidí creer en cualquier cosa que este hombre me dijera si eso creaba la oportunidad de tener un bebé.
"Yo soy un Dios"
Las palabras que el hombre pronuncio hicieron que mis ojos se abrieran en estado de shock, estaba preparada para aceptar cualquier cosa, pero esto era una locura.
"Sé que en este tiempo hay cinco dioses, pero déjame decirte que ellos nunca han sido dioses ni lo serán. Ellos solo son personas que disfrutan de las desgracias del mundo y tú eres una de sus diversiones" – dijo el hombre mientras apretaba sus manos.
La ira se podía notar en sus ojos, estaba segura de que esta persona odiaba a nuestros cinco dioses.
"¿Qué quieres decir con esto? Explícate" – cuestione con incredulidad.
Era muy difícil aceptar sus palabras, necesitaba una explicación creíble.
"Estos cinco dioses una vez fueron llamados monarcas y estuvieron bajo mi mando, pero fueron corrompidos por su poder y se rebelaron contra mí.
Decidieron sumergir al mundo en caos con la intención de remodelarlo a su gusto.
No te has preguntado por qué la historia del mundo solo tiene registros de cien años.
¿Crees que son solo cien años los que este mundo ha sido habitado?
Antes de ustedes hubo otra generación que vivió la rebelión de los monarcas y ellos fueron asesinados por oponerse a su voluntad.
Cuando la rebelión surgió, mis fuerzas fueron insuficientes para detenerlos.
Las razas fueron obligas a traicionarse entre sí solo para que ellos pudieran tener entretenimiento.
El mundo trató de resistir a sus demandas y cinco personas dotadas por las Artes se opusieron a ellos. Estas personas han sido los mejores talentos que han existido en este mundo, incluso fueron nombrados cómo "Las cinco oposiciones", pero a pesar de su talento, sus cuerpos no podían explotar todo su potencial, por lo tanto, no podíamos enfrentar a los monarcas.
Cuando me di cuenta de que no podíamos vencerlos en nuestro estado actual, cree un plan diferente para que a su debido tiempo los engranajes volvieran a correr y tú eres parte de mi plan Ángela"
Mi mente no podía procesar tanta información.
'¿Monarcas? ¿Cinco oposiciones? ¿Plan? ¿Soy parte de un plan?'
"¿Cómo soy yo parte de tu plan? – pregunte mientras trataba de asimilar su historia.
El hombre sonrió y dirigió su mirada hacia el cielo.
"Mi plan se basaba en enviar las almas de estos cinco prodigios a una dimensión de bolsillo, permitiendo que después de ciento veinte años pudieran reencarnar"
He visto tu sufrimiento y tu potencial. Tú eres una de las brujas más talentosas que ha existido y tu marido también es un gran brujo, por lo tanto, los he escogido para que ustedes den a luz a uno de ellos.
Él será cien por ciento su hijo, tendrá su sangre, su linaje y su talento. Vuestro talento solo hará que su potencial crezca aún más."
Cuando el hombre respondió a mi pregunta sentí que mi cabeza iba a explotar.
'Tendré a una persona adulta como bebé'
Mis pensamientos estaban tratando de procesar estas palabras. Sabía lo que implicaba tener a un adulto como un bebé reencarnado, pero estaba dispuesta a correr el riesgo, tenía que aprovechar esta oportunidad, sabía que difícilmente llegaría a tener otra igual.
El hombre se giró para verme y su mirada me decía que concia mis pensamientos.
"Qué tal si te muestro a la niña que tendrás, de esta manera sabrás quién es y si decides no tenerla buscaré a otra br.…"
"¡¡La quiero!!" – dije inmediatamente interrumpiendo sus palabras. No quería escuchar sus siguientes palabras, ya que sabía lo que iba a decir.
El hombre me miró fijamente, pero no me importo, podría tener un bebe y eso era todo lo que me importaba. Si antes fue una mujer mala, la iba a corregir hasta que fuera una buena niña y si vivió una vida difícil, la colmaría de amor hasta hacer que olvidara el sufrimiento que vivió. Estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario.
"Está bien, te mostraré quién será tu bebé" – dijo el hombre.
El espacio a nuestro alrededor se distorsionó de repente y sentí que fui atraído a un lugar diferente.
Cuando la escena se estabilizó mis ojos se abrieron con incredulidad al ver el sitio en donde aparecimos.
'¿Qué es este lugar?'