Con Hana gravemente herida y luchando por su vida después del enfrentamiento con el dragón demonio Ryukor, el protagonista se encontraba en una situación desesperada. Sabía que debía hacer todo lo posible para salvar a su valiente compañera.
Mientras el protagonista se arrodillaba junto a Hana, una luz tenue comenzó a emerger de las profundidades de su ser. Era como si Nihonara misma respondiera a la valentía y la determinación de los héroes que luchaban para liberarla de la maldición.
La luz comenzó a envolver a Hana, sanando sus heridas y restaurando su vitalidad. La respiración de Hana se hizo más fuerte y sus ojos se abrieron con asombro. El protagonista y Hana habían sido testigos de un verdadero milagro.
La razón detrás de este milagro era desconocida, pero parecía estar relacionada con la valentía y la dedicación del protagonista y Hana en su lucha contra las fuerzas oscuras. Era como si Nihonara misma hubiera intervenido para asegurarse de que los héroes estuvieran listos para enfrentar los desafíos que aún quedaban por delante.
Con Hana salvada por el milagro, el protagonista sintió una renovada determinación. Sabía que la batalla contra el clon de Demio y las fuerzas de la oscuridad debía continuar. Pero ahora, tenían un nuevo sentido de esperanza y la certeza de que estaban respaldados por el poder de Nihonara.
Juntos, el protagonista y Hana se pusieron en pie, listos para enfrentar el próximo capítulo de su aventura. Habían presenciado un milagro que fortaleció su resolución y les recordó que, en su lucha por la justicia y la libertad, no estaban solos.