Cuando desperté, decidí tomar un baño. Lucian estaba durmiendo a mi lado luciendo limpio y fresco y aquí estaba yo toda sucia.
Preparé un baño yo misma y froté la suciedad de mi piel y cabello hasta quedar satisfecha, luego agarré una toalla y me envolví en ella. Salí y entré a la habitación, tomé un vestido sencillo y lo deslicé antes de secar mi cabello con la toalla. Aunque estaba limpia, seguía sintiéndome sucia.
Mi estómago rugió. Tenía hambre ya que no había almorzado y ya casi era puesta de sol. Quería bajar y buscar algo para comer, pero al ver mi reflejo no pude salir de la habitación. Los moretones en mi cara y brazos se veían terribles y aún me dolían. Pensar en lo que había pasado me daba náuseas. Casi me violaron, lo habrían hecho si Lucian no hubiera llegado a tiempo pareciendo el Diablo.