Bostezando me froté los ojos al despertarme. Extrañamente, dormí bien después de tanto tiempo. ¿Podría ser porque Lucian estaba durmiendo a mi lado? Miré a Lucian y me encontré admirando su belleza y preguntándome cómo alguien puede verse tan pecaminosamente hermoso como él. Como de costumbre, solo podía admirar su belleza mientras sus ojos hipnotizantes estaban cerrados y nuevamente mis dedos se morían por tocarlo. No, no volvería a cometer el error de tocarlo mientras dormía. Ya me había avergonzado bastante la última vez.
Solo su cabello. Solo tocaría su cabello, me convencí y lentamente lleve mis dedos a tocar su cabello cuando él frunció el ceño. ¿Se estaba despertando? Su ceño se aprofundizó y murmuró algo, pareciendo molesto. ¿Estaba teniendo una pesadilla?
—Lucian —dije con cuidado y toqué su hombro, pero no se despertó.
—¿Quién eres? —dijo él entre sueños.
—¡Lucian! ¡Lucian! ¡Despierta! —dije sacudiéndolo levemente.