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Chapter 7 - 6. Un hombre en busca de solución

Con el paso de las horas, el ambiente de la escuela seguía siendo incómodo. Desde que los primeros estudiantes becados o parcialmente becados ingresaron se escucharon burlas de mal gusto, unas más agresivas que otras. Sin embargo, el nivel de socialización fue la verdadera cúspide para romper esa barrera, a diferencia de los equipos deportivos que al crecer por la competencia, todo valía.

En menos de una hora, se vieron conserjes limpiando el suelo, mientras profesores hablaban con los alumnos sobre cómo estaba mal dañar la escuela, pues al ser un centro privado podrían tener problemas con la administración.

En sí, fue una linda amenaza.

«El hombre preocupado es un hombre en busca de solución, pero ustedes son idiotas. Con cariño, yo. El fantasma»

Fue lo que decía el nuevo mensaje desde los celulares de los siete jóvenes, con una sola diferencia. El celular de Bruno recibió un mensaje extra «No te preocupes y no digas que estoy aquí» lo quería decir, quería hablar con los otros seis pero también tenía miedo de volverse un punto débil.

Durante ese día, hubo otro llamado de parte de Theo, querían que volvieran a encontrarse en la bodega. Esta vez sí había un peso, lo que pasó con Bruno y ahora, la crítica contra el club deportivo.

En poco tiempo, volvieron a encontrarse en la bodega. Solo que no estaba Bruno, y a lado de los gemelos, estaba un raro joven a inicios de su adultez. Ninguno sabía cómo había llegado, pero si era obra de ellos dos, posiblemente habían extorsionado a un par de personal de seguridad.

— Bueno — siseo Corni por lo incómodo que se estaba volviendo — ¿Y Bruno?

— no inicies corni — advirtió Theo, un poco cansado — ya sabes lo que pasó. Y por cierto, deben limpiar no es justo que lo haga solo yo. Ya tenemos muchos problemas como para que tenga que hacerme cargo de otra.

— Te refieres a Bruno y a ti — comentó Arthur — solo faltan Corni y Talia. Pero, tenemos una buena noticia, Paloma nos ayudará a saber quien es.

Junto con su mención, el gemelo palmeó el hombro del hombre mientras señalaba la maleta que llevaba consigo. Aunque, en ese momento, aquel hombre habló en su oído, haciendo molestar al gemelo que arqueó una ceja, lo vio con desagrado y suspiro.

Fue un corto análisis desaprobatorio que causó duda en los demás.

— ¿Entonces qué lograste?

— solo hazlo — intervino Andrew.

Tras su orden, el adulto de cabellos alborotados, lentes y labios agrietados camino casi sonámbulo por el lugar. Necesitaba una mesa y los chicos se dieron cuenta rápido, se apuraron a armar un prototipo de mesa con las mejores carpetas y una sábana sobrepuesta por los claros desniveles que tenían cada una.

En segundos, instaló su laptop y sacó su celular, empezó a abrir algunos programas, llamando la atención de los demás, mientras Bruno llegaba a la bodega en un silencioso movimiento que de todas formas fue visto por los demás adolescentes.

En breve, el hacker dejo ver desde su pantalla un mapa de la ciudad con pocos puntos rojos por diferentes lugar, un gran circulo verde sobre la ubicación de la escuela y otro punto de color azul en una plaza.

— De acuerdo, los puntos rojos son los mensajes enviados en la ciudad, luego la escuela y el azul, es donde pude localizar en tiempo real el celular, antes que se perdiera la conexión — explicó paloma, con total serenidad y cierta emoción en sus manos al señalar.

— ¿y eso significa? — preguntó Corni, acercándose junto a Kayle. Llamando un poco la atención del adulto que un acto reflejo tomó una bocanada de agua, al mismo tiempo que Theo se acercaba a la pantalla analizando el mapa, hasta que algo llamó su atención.

— ¿Esta no es la plaza de arrancó? — cuestionó el muchacho viendo al hacker acertar — el viernes habrá una fiesta, ¿Por qué no lo usamos para atraerlo? Hagamos una trampa.

— No, claro que no — respondió molesta la castaña de pecas — este viernes iré con mis amigos. Hace mucho que no tengo una cita con Jack, no pienso dejar que ustedes arruinen el momento.

— Corni — susurro Andrew — ¿crees que nos importa? No pienso perder una oportunidad como esta.

— Todos debemos ir — dijo Theo.

— Yo no puedo — negro abruptamente Bruno, estaba con la cabeza baja — no salgo mucho de casa, pero mis padres deben pensar mal de mi.

— Bueno — empezó Thani, llamando la atención de los demás — mientras que llegué a casa antes de las siete, estaré bien.

— La fiesta empieza a las siete — dijo corni con una sonrisa que se agrandó con cada palabra — ¡Tan, tan! no podrán ir

— ¿Quienes sí pueden ir? — soltó Theo al alzar su brazo al aire.

Fue tras su pregunta que los dos gemelos y kayle alzaron el brazo.

— Tan, tan decidido — susurro el pelirrojo, viendo con gracia la mirada fulminante de su amiga.

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Al día siguiente, durante el primer receso de la escuela, Nicolás se encontraba echado en el sofá de su oficina, en una pose cómoda, acostado en el respaldo y sus largas piernas alcanzaban su escritorio. Era el mejor momento del día, aunque había empezado con una sesión psicológica con Bruno Ilawi y le esperaba un par más antes del segundo receso.

«Ese chico es un cabeza hueca» pensó al recordar todas interrupciones y explicaciones exageradas que daba el joven de lentes como excusa para escapar. El psicólogo Nicolas Harawi, tenía una regla en particular, ayudar a quienes están en peores problemas, tal vez ética profesional o solo la motivación que pedía el adolescente que tenía guardado en su corazón. Sin embargo, Bruno era diferente.

«Bruno Illawi, tiene una mirada compleja. Pero no es peligroso» se dijo así mismo, como un recordatorio después de verlo partir con un sonrojo, sus labios mordidos y lágrimas a punto de salir. No lo entendía, pero no iba dejar que luchará solo, en especial por esa última mención que dijo el chico antes de dejar la oficina.

"No quiero preocuparme, no tanto".

Sin duda necesitaba volver a hablar con él, y que mejor tiempo que ese. Con un esfuerzo sobrenatural y un gemido ahogado se levanto de su querido sofa para luego enderezar su camisa dentro del pantalon y cambiar sus lindas pantuflas de oso por un par zapatos negro.

No dio un paso más cuando, el cuerpo de un joven se tropezó consigo. Confundido bajo la mirada, no tanto, pues los jóvenes de esa generación parecían cada día más altos.

— Jhonatan — se escuchó de repente, un tono firme de parte de Sofía, una de las amigas de Corni. Tenía una mirada sospechosamente ansiosa, pero también se veía molesta con su amigo — Hola, Nicolas. Yo y Jhon tenemos que hablar, perdón.

« Están ocultando algo» fue lo que pensó preocupado y un poco interesado.

Por otro lado, Theo se encontraba en la biblioteca, viendo aburrido a su amigo Esteban. Parecía buscar algo, un libro para su novia, estaba un poco ansioso y viendo cada libro de los estantes mientras el pelirrojo analizaba el lugar que pocas veces visitaba.

Fue así como lentamente en su cabeza se empezó a crear miles de formas para escaparse, aunque no les iba a poner en práctica. Aunque, en segundos sus ojos caramelos se pusieron sobre Kayle, estaba viendo un libro de arte "Arte griego", no parecía extraño, si no fuera porque en algún momento, vio alrededor y dejó un papel en la última hoja.

No los culpaba, si pudiera tampoco lo haría. Tenían buenas excusas, Bruno estaba preocupado por una invitación para sus padres a un tribunal y el padre de Talia la tenía bien vigilada.

No pensaba insistir con ellos, era suficiente con la ayuda del hacker. Así podían ubicarlo y estando en diferentes lugares del parque lo encontraron, era una idea básica, pero estaban cortos de tiempo, en especial sabiendo que lo único que haría Corni sería distraer a sus amigos.

— Solo escuche que Bruno y el equipo de fútbol tienen problemas, todos están preocupados — comentó Esteban, al mismo tiempo que sacaba un libro de ficción — ¿Que opinas de este?

— Es aburrido — susurro Theo al ver cómo la muchacha tomaba una hoja y dejaba el libro — al parecer no tendremos olimpiadas, o eso es lo que entendí del entrenador.

— sin duda es difícil ser capitán — bromeó Esteban al buscar otro libro — en verdad tuviste suerte de volver a ser el capitán este año, desde primer año, ¿no?

— si — susurro. Cada segundo más amargo, realmente no le gustaba escuchar sobre eso, como si fuera un tema problemático para Theo prefería usarlo y molestar a sus compañeros — la verdad es difícil, pero por algo el entrenador me eligió por segunda vez.

— como digas — dijo el otro para empezar a caminar.

Sin duda sabía que el tema "El capitán" era un tema sensible, después de todo esteban tambien busco serlo ese año, una competencia de una semana, tener un duro horario que empezaba a las 6 AM en el coliseo y regresar después de clases hasta las 6 PM, terminando a las 5 PM, todo esto solo para que el entrenador vea el arduo trabajo, colaboración grupal y rendimiento físico.

Aunque para algunos, es más sencillo pensar que el padre de Theo es quien le paga al entrenador Andres.