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Shattering Illusions

Irene_Doxiadis
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Synopsis
¿Que es lo que realmente significa ser un héroe? Acompaña a una joven rusa de manos ensangrentadas y a un profesor joven a averiguarlo.
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Chapter 1 - Capítulo 1

¿Qué es el poder si no puedes proteger a los que amas? ¿Qué es la justicia si no aquella que ejercemos por nosotros mismos? La justicia no existe, los jueces, el jurado y el verdugo son solo figuras políticas y burócratas que existían para hacerle creer a la sociedad que la justicia es ciega, para ella, la justicia era aquella que tomabas con tus propias manos.

Es por eso que lo hizo, no se arrepentía en lo absoluto, ¿Por qué debería?, ¿No era eso lo que los héroes hacían? Es lo que los civiles creen.

-"Los héroes están para protegernos y salvarnos, oh, héroe…".

Hizo lo que se tenía que hacer, la sangre corrió y sus manos se mancharon… ¿No era este el camino que todo héroe debe tomar? Acabar con las amenazas de forma permanente, es lo que hizo, tomo sus armas y acabo con ellos... 13 cargadores de rifle de asalto, 5 de armas cortas, los había contado… conto cada bala que disparo, conto cada casquillo suyo que cayó al suelo.

Es lo que hace un héroe en combate, toma en cuenta todos sus recursos en batalla para maximizar su rendimiento, es lo que Irene hizo... así que ¿Por qué tenía a un miembro de las fuerzas especiales apuntándole con su arma reglamentaria entre ceja y ceja? ¿Por qué el láser del rifle se fijaba en ella? Ella no lo sabía, pero la imagen que daba no era de una heroína, si no, de una enemiga del orden… sangre, sangre en sus manos, en su rostro, en sus ojos, en sus cabellos… el olor metálico de aquel líquido vital inundando el lugar, el humo que aun brotaba de la boquilla de la M4 que sostenía en su diestra.

Un rifle único, no era de un color negro como son las armas naturalmente… este era de un color violeta vibrante con toques dorados, cuando uno de esos soltados la somete de una patada ella deja caer el arma, no lo entendía. ¿Por qué la estaban sujetando de las muñecas en la espalda?

Solo cuando su rostro presiona contra el frio suelo de piedra inundado de sangre cae en cuenta de lo que le estaban diciendo.

-"¡Baja el arma!, ¡Manos arriba!"-

No los había escuchado al principio… fue como si su cerebro se desconectara de sus sentidos, recién cuando la sometieron su cerebro reacciono y cayó en cuenta de la situación, ¿Qué es lo que había hecho?, sus ojos dorados nublados se fijaron en un punto de la bodega, allí en el suelo yacía una melena rubia, su hermanito… su pequeño hermano Milo, él estaba inconsciente pero veía su pecho subir y bajar con lentitud, él estaba con vida, solo entonces ella sonrió satisfecha, cumplió con su objetivo, él estaba con vida.

-"Damos inicio al juicio del Estado de Leningrado contra Irene Praskovia Doxiadis Smirnova, la acusación presenta cargos de homicidio múltiple, uso ilegal de armas, terrorismo de estado y obstrucción a la justicia…"-

Su mirada dorada se mantiene fija en el rostro del juez, ella se encontraba de pie… sus rojos cabellos recogidos en una coleta alta, sus manos esposadas delante suyo, sus tobillos igual, dos oficiales a su lado, su abogado y ella estaban siendo objeto de las frías miradas de los presentes.

-"¿Cómñgo se declara ante estos cargos…?"-

Su abogado le lanza una mirada discreta a la joven, la adolescente levanta ligeramente su mentón.

-"Inocente, su señoría"-

Irene ve en el juez un atisbo de incomodidad, de forma casi imperceptible sus cejas se tensan y su nariz se arruga… solo por unos instantes.

-"Se comienza con la presentación de la evidencia por parte de la acusación… Fiscal Dmitri Ivanov, proceda"-

El fiscal se puso de pie, sus manos ajustando el primer botón de su saco negro… Irene ve el ligero temblor en sus manos, un temblor leve pero evidente ante sus ojos, se pregunta ella por unos segundos cual sería la reacción de la fiscalía si ella rompiera esas esposas limitantes, ¿Le tendría miedo?

El juicio era irrelevante para ella, sabía cuál sería el veredicto final… no importaba que tal grafico fueran las pruebas expuestas por la fiscalía, no importaba cuantas fotos del "incidente" colocara, ella no sentía un atisbo de remordimiento o miedo de estar en prisión, porque sabía que eso no sucedería.

"48 horas antes"

La silueta de un hombre pelirrojo vestido de un traje a medida se deja ver, sus pasos elegantes se dirigen a aquella oficina de puerta de roble con el portanombres en negro en ella… dos golpes, un murmullo que le daba permiso a entrar y estaba dentro.

El juez Alexander Petrovich termina de colgar su bata negra, gira el rostro encontrándose con la mirada escarlata y cabellos del mismo tono de aquel hombre que muy bien conocía.

-"¿Señor Doxiadis? El juicio de su hija será en dos días ¿Qué hace aquí?"-

No es la respuesta amable que el hombre pelirrojo esperaba, pero no pierde los estribos… en su lugar asiente ligeramente.

-"Si, por desgracia se cuándo será el juicio de mi hija… y también se que el caso se la asignado a usted, estoy agradecido por su comprensión de haber predispuesto la medida cautelar de mantenerla en la correccional de menores, en definitiva, era mejor opción que la prisión estatal"-

Su ruso es impecable, pero aún se filtra un poco de su acento griego detrás de sus palabras, el juez arquea ligeramente las cejas… toma asiento en su escritorio, sus manos le comienzan a sudar ligeramente.

-"Sin embargo, el abogado defensor de su hija pidió prisión domiciliaria… ¿Por qué me agradece?"-

El hombre pelirrojo sonríe con falsedad.

-"Por qué ambos sabemos que nunca se le hubiera concedido la prisión domiciliaria... así como ambos sabemos lo que pasará si a mi hija le dan una sentencia no tan favorable"-

La tensión en el aire se siente, el juez no entiende si es un comentario extraño o una amenaza.

-"Señor Doxiadis, la justicia no es favorable… la justicia es lo que es"-

El padre suelta una risa burlona, sus ojos observan al juez con frialdad.

-"La justicia es lo que la gente con poder decida… mi hija no a tomado las mejores decisiones ante los ojos del ministerio de justicia y eso lo entiendo como hombre formado bajo la disciplina de obediencia, pero también soy padre, Señor Petrovich"-

El juez sabe hacía que dirección va la conversación.

-"Eh hablado con el ministro de justicia y de defensa, han considerado que mi hija puede o no ser una amenaza significativa para la federación, pero también reconocen su valía y posible utilidad como miembro de esta sociedad…"

El juez sabe a dónde va la conversación, pero no parece con ganas de declinar la oferta.

-"Sabe usted que como juez debo ser imparcial, que mi honor y reputación no pueden verse en juego ni ser cuestionadas… sin embargo, eh de considerar que su hija merece mejores salidas que una vida en prisión"-

El hombre de cabellos rojos sonríe satisfecho.

-"Mi hija es muy joven ciertamente, demasiado joven para acabar su vida antes de iniciarla…"-

El juez asiente.

-"Sin embargo, debido a la gravedad de sus cargos puedo ofrecerle una salida menos grave que la prisión…"-

-"Señorita Irene Doxiadis, de pie"-

La joven de cabellos rojos obedece, se levanta con elegancia, las esposas resuenan ante su leve movimiento… espalda recta, mirada frente al juez.

-"Después de considerar cuidadosamente los hechos y las circunstancias de este caso, por el poder que la Federación Rusa y el Estado de Leningrado me otorga"-

Contiene el aliento, tensa ligeramente sus manos esposadas… aprieta la mandíbula y traga saliva.

-"Hago lectura del veredicto"-

Escucha a alguien teclear en la molesta máquina de escribir cuyas teclas estuvieron en su oído durante las últimas dos horas y media.

-"Irene Praskovia Doxiadis Smirnova, ciudadana menor de edad de 16 años, en el cargo de homicidio múltiple se le encuentra no culpable"-

Siente un alivio apoderarse de ella, como si sus hombros repentinamente pesaran menos.

-"En el cargo de portación y uso ilegal de armas se le encuentra inocente, en el cargo de terrorismo de estado se le encuentra culpable, en el cargo de obstrucción de la justicia se le encuentra culpable…"-

Un golpe seco de su martillo, la madera resuena… una ligera sonrisa curva los labios de la pelirroja, el fiscal la mira de reojo pero no parece molesto por la situación, el abogado de la joven sonríe satisfecho, el padre de Irene no puede evitar contener su sonrisa victoriosa.

-"Por el cargo de obstrucción a la justicia se le condena al pago de una multa de 21.500.000 rublos, por el cargo de terrorismo de estado en grado de uso ilegal de particularidad teniendo en cuenta su historial, el Estado resuelve que usted está en posición de enderezar sus decisiones… como Juez la veo como una joven muy capaz de elegir bien sus futuras decisiones, bajo mi juicio veo a una joven compatriota que a tomado las decisiones incorrectas por las razones justas, es por eso que se le dará una segunda oportunidad"-

El juez se endereza en su silla, mantiene su martillo agarrado en su diestra.

-"Se le devolverá su pasaporte y se gestionará la burocracia necesaria para enviarla a un centro de formación de héroes profesionales, debido a las pruebas presentadas por su defensa dónde la muestran competente decido que usted señorita Doxiadis sea instruida para que utilice su particularidad de forma positiva para la sociedad, así usted devolverá los daños producidos a este país con su trabajo honesto…"-

Eso era todo… el asunto estaba zanjado, Irene tuerce los labios con desagrado y voltea a ver a su padre, el hombre solo asiente en silencio, ella entiende que tal vez no había otra posible salida a la situación.

Aeropuerto Internacional de Monte Fuji-Shizouka

空港 空港 Shizuoka Kūkō

Observa por la ventana el paisaje de la montaña a lo lejos, los edificios se ven como hormigas… un paisaje para nada impresionante después de haber volado a mejores lugares durante su vida. El avión se sacude ligeramente debido a la turbulencia, la nariz blanca con líneas tricolor de la bandera rusa atraviesa el cielo de Shizuoka.

-Señorita Doxiadis, su cinturón.

Uno de los militares se lo indica, ella solo obedece en silencio… usualmente volar en un avión privado era divertido, pero hacerlo en un avión de carácter militar trimotor no era lo que ella definiría como un turismo privado que de pie al entretenimiento.

En especial cuando estaba rodeada de sobrecargos militares… todos ellos con su uniforme militar, el camuflado distintivo de su cuerpo militar, las insignias rusas y sus apellidos bordados en el porta nombres de fieltro aferrado al pecho del uniforme, varios de ellos con sus armas reglamentarias, ella no entendía si la seguridad para ella o contra ella.

-¿Me repiten porque no han dejado a mi padre volar conmigo...?

Su tono de voz es suave y educado, sus ojos dorados se fijan al soldado sentado a su lado… el hombre se eriza, pero no la mira, mantiene el rostro al frente.

-Son órdenes de arriba, señorita Doxiadis… lo único que debe de saber es que las decisiones que se toman son por su seguridad y por la integridad de la Federación-

La respuesta monótona y entrenada que esperaba, arruga ligeramente las cejas con desagrado…

"72 horas antes"

"Comisión de Seguridad Pública de Héroes"

"ヒーロー公安委員会 Hīrō Kōan Iinkai"

Las puertas principales de una gran sala de reunión se abren, la pared de cristal reforzado le daba un aire elegante… las sillas negras alrededor de la larga mesa de madera ovalada estaban ocupadas por distintos maestros y directores, sobre la mesa se encontraban carpetas azules.

Los directivos de las academias Shiketsu, Ketsubutsu, Seiai, Isamu, Seijin, UA… todos se encontraban presentes junto algunos maestros principales de sus respectivas academias.

La mujer de cabellos rubios, ojos azules y traje negro ingresa a la sala a taconeos elegantes… todos se levantan al verla entrar.

-La comisión y el Estado agradece su presencia en este día…-

La mujer expresa, toma asiento en la silla principal, una vez se sienta el resto de los directores la imita, un silencio sepulcral se adueña de la sala por unos segundos.

-¿Por qué nos citó aquí, presidenta Sato?.

Preguntó uno de los directivos presentes, concretamente el de la academia Isamu… la mujer supo que debía ser directa.

-Iré al grano del asunto, el gobierno de la Federación Rusa solicitó a nuestro gobierno la incorporación inmediata de una de sus civiles a nuestro programa de formación heroica… sin embargo, el gobierno entiende que cada academia de formación posee sus propios valores y objetivos por lo cual dictaminó que se daba la oportunidad a las mismas de elegir voluntariamente a la alumna en cuestión.

Uno de los presentes levanta la mano tomando la atención de Sato.

-¿Y si nadie la quiere en su academia…?

La pregunta revolotea en el aire tenso, la rubia sonríe ligeramente… una sonrisa ligeramente sarcástica.

-Cómo saben, las relaciones diplomáticas con la Federación Rusa no son óptimas, pero tampoco malas… deseamos dar pasos hacia una relación más estrecha entre naciones, lo que significa que, si la joven no es tomada como alumna voluntariamente por algunos de ustedes, el Estado tomará la decisión de forma autoritaria-

-Entonces ¿Por qué simplemente ya no la asignan a una escuela si de todas formas lo harán…?

-Por qué deseamos brindarles el poder de decisión a ustedes, no queríamos arrebatarles la oportunidad a otras academias de evaluar un perfil tan… interesante

La pausa que hace no inspira confianza, el sonido conjunto de las carpetas abriéndose resuenan en la oficina seguida del sonido de las hojas siendo deslizadas a la siguiente, la presidenta continuó.

-La comisión considera que alguien de su nombre, siendo hija de quién es merece la mejor versión de nuestro sistema educativo, la Federación y su justicia consideran que la joven; dentro de sus acciones cuestionables, es de mentalidad tratable y posee un aprendizaje digno de alguien de su posición… es por ello que no hemos declinado los deseos de su gobierno.

Las pequeñas manos de Nezu hojean la carpeta, su mirada roedora se fija en el contenido, por ahora se mantiene en silencio y comparte una mirada con Aizawa, Aizawa no parece potencialmente interesado en la situación.

-¿"Acciones cuestionables"? Hablamos de acusaciones de homicidio múltiple, terrorismo y obstrucción de la justicia… estoy fuera, no tomaré responsabilidad de esto, Ketsubutsu no la desea entre su alumnado.

La comisionada no luce impresionada, es lo que se esperaba que sucediera… los escucha murmurar.

-Shiketsu opina lo mismo…-

Los escucha declinarla, uno por uno… Nezu entrecierra sus ojos y entonces levanta la pata derecha, su cola balanceándose de lado a lado.

-¡La UA decide tomarla bajo su enseñanza y dirección!

Su declaración provoca que todas las miradas se fijen en él, Aizawa se eriza ligeramente… otro director frunce el ceño.

-¿Por qué la UA tomaría a una criminal rusa como alumna?

Aquel hombre cuestiona, Nezu lo identifica como el director de Shiketsu.

-Siempre eh tenido una idea definida sobre los villanos… me pregunté en varias ocasiones si es que ellos podrían ser reformados y ser enderezados, aunque reconozco que la naturaleza de mis ideas son bastantes ingenuas, la joven Smirnova merece una oportunidad de redención.

La comisionada sonríe satisfecha con lo que escucha, Nezu prosigue.

-Es una joven que aún puede ser encaminada, aun que tomó las decisiones inapropiadas, no podemos no evidenciar que sus motivos eran heroicos… ¿Quién no se pondría en primera línea por la protección de aquellos a los que ama? ¿Qué es el honor y el deber comparado con la sonrisa de un hermano?

Entonces se pone de pie apoyándose sobre la silla.

-La UA se hará cargo de la formación de la joven, personalmente supervisaré su educación y será convertida en una mejor versión de sí misma, la joven terminará sus estudios y será una heroína profesional… como lo desea la Federación y como lo deseo yo como director, debo honrar los valores de mi casa de estudios, la joven encontrará un hogar en mi academia.

La presidenta cruza sus piernas y entrelaza sus dedos satisfecha con lo que escuchó.

-Es una decisión bastante altruista, director Nezu

"Oficina presidencial de la Sr. Ayumi Sato"

"3 horas posteriores a la reunión sobre el caso de Irene Doxiadis Smirnova"

Ayumi Sato concluyo que la joven rusa era una amenaza, incluso antes de que su avión sobrevolara las tierras del sol naciente, ella, como presidenta, decidió que debía tomar precauciones... es por ello que lo llamo, confiaba plenamente en "el" para la vigilancia de la criminal rusa.

Así que cuando aquel rubio de alas rojas ingreso a su oficina, ella simplemente giro en su silla sosteniendo entre sus manos un archivo... no era la misma carpeta que presento a los directores, este era un archivo en una carpeta blanca con el sello confidencial en un rojo brillante en la portada.

-¿Quería verme, Ayumi-sama?

El tono del héroe es educado, no está lleno de una labia coqueta como siempre... en su lugar poseía un semblante más serio, más calmado, más propio de su papel.

-Si, se trata de un asunto delicado y confió plenamente en ti para encargarte de "la situación"

La mujer apoya la carpeta en la mesa, la desliza con sus dedos por su escritorio de cristal... el héroe se acerca lentamente a la misma, sus manos enguantadas en cuero toman el archivo.

-¿Qué es lo que debo hacer?

Sato frunce su labio inferior y eleva ambas cejas.

-Nada fuera de lo que haz hecho antes, vigilancia más que nada... ya sabes, debemos asegurarnos de que no se convierta en una figura demasiado problemática, asegurarnos de que cumpla a cabalidad con las expectativas...

La mujer habla con pausa y delicadeza, como si estuviera discutiendo un asunto sumamente trivial, el héroe abre la carpeta observando la ficha de la joven, su foto y por supuesto su historial delictivo.

-No es necesario que interactúes directamente con ella, puedes utilizar el método que sea de tu preferencia, lo que le interesa al Estado es que ella cumpla con lo acordado; el gobierno ruso solicita que sea reformada y la UA acepto hacerse cargo de ella, y nosotros solo nos aseguramos de que ella no se desvíe del camino de la rectitud...

El héroe cambia de hoja, observa entonces fotos de la escena del crimen adjuntadas... demasiado graficas para cualquiera, a él no le produce nada más que una ligera incomodidad.

-Y si lo hace, asumo que debo eliminar las amenazas personalmente

Ayumi sonríe ligeramente asintiendo en silencio, un silencio que dura unos segundos en la oficina.

-De darse la situación desafortunada, debes encargarte sigilosamente de solucionar el inconveniente, no se nos debe involucrar en lo que pase, ni tampoco a ti... ¿Alguna duda, Hawks?

El héroe alado permanece en silencio mientras cambia de página.

-¿Quién es el maestro asignado a su supervisión dentro del campus?

La mujer ahora tuerce sus labios con desagrado ante la pregunta de Hawks.

-Ese es otro asunto... quizás uno más molesto que la joven.