"Academia U.A."
"(雄ゆう英えい高こう校こう Yūei Kōkō)"
"Clases de refuerzos"
Parte de sus objetivos como "héroe profesional" era explorar los límites de las particularidades en general, es por ello que pese a sus creencias de dudosa moralidad bajo la vista de algunos y contra cualquier prejuicio en su contra por su edad era, de hecho, bastante apreciado por el director Nezu.
Un joven con un poder abismal que aparentemente estaba al servicio del bien y de la sociedad, que seguía órdenes y seguía las pautas establecidas para los héroes… era lo que se esperaba de todos los héroes, razón por la cuál Nezu lo recibió como miembro de su gabinete de héroes profesionales dedicados a la formación.
-Han avanzado bien, les felicito nuevamente por tomar este curso… al menos ustedes tres.
Si, fue un poco decepcionante para el hombre de cabellos blancos haber recibido solo tres alumnos… entendía que no muchos jóvenes quisieran disfrutar sus vacaciones, pero como profesor esperaba más predisposición de los futuros alumnos de tercer año.
-¡No tiene que agradecernos Shiba-Sensei!
La voz alegre y suave de Nejire resuena en el salón casi vacío a excepción de los tres lugares ocupados por los mejores tres alumnos del 2-A, al menos los tres grandes no lo decepcionaron y decidieron tomar el curso de refuerzo.
-Es un honor para nosotros que nos enseñe aun que solo seamos tres, ahora ¿Me puede decir si sus ojos son así por su particularidad?
Nejire siempre tan amable y curiosa hablándole con ternura desprendiendo aquél aire infantil que tanto la caracterizaba… él siempre supo que Nejire no se iba a negar a las clases extra curriculares por que era una curiosa innata.
Él suelta una risa divertida, iba a contestarle… su teléfono vibra repentinamente, se acerca a su escritorio viendo el nombre del contacto.
-La respuesta tendrá que esperar, Hado.
Decide contestar solo por que el director llamaba, si no fuese Nezu directamente no habría contestado.
—¡Hola Profesor Kaien! ¡Espero no interrumpir nada importante!—
La voz de Nezu se escucha del otro lado de la línea, Kaien suelta una risita burlona mientras camina hacia la salida del salón.
—Si interrumpiera algo no contestaría director Nezu ¿Qué a pasado? ¿Llama a preguntar si sus alumnos siguen con vida? Lo están, no se preocupe—
Bromea suavemente, sabe que no había exactamente buenos rumores sobre su desenvolvimiento en entrenamientos físicos y que había asustado a más de un estudiante en su momento… lo que le hizo ganarse una especie de respeto y ligero miedo entre algunos estudiantes, aun que era agradable con los alumnos fuera de clases, muchos de ellos preferían no verlo a los ojos cuando estaban entrenando por miedo a provocarle.
—Oh, ¿Cómo podría llamarle por eso? Si yo se que usted es tan amoroso y comprensivo con los alumnos—
Nezu le sigue el juego con el mismo tono bromista, pero Kaien sabe que hay algo más… Nezu no llamaba a menos que sea algo muy importante.
—¿Para que me necesita…? ¿Algún inconveniente?—
La voz de Kaien se torna un poco más seria aún sin borrar su sonrisa burlona de sus labios, sus ojos azules fijos en un punto vacío del pasillo.
—Apreciaría que lo discutiéramos en mi oficina, profesor Shiba—
Es lo último que escucha antes que la llamada finalice, voltea a ver a los tres jóvenes.
-¿Paso algo sensei? ¿No entrenaremos hoy?
Mirio suena genuinamente decepcionado, Tamaki parece aliviado y Nejire resopla frustrada recostando su rostro en el pupitre, Kaien suelta unas risa.
-Por hoy se salvaron, reprogramaremos el entrenamiento para mañana a la mañana… comenzaremos temprano, el que llegue último pagará el almuerzo.
Sonríe con un toque burlón, Nejire infla las mejillas y mantiene sus ojos celestes sobre su maestro.
"Oficina del Director Nezu"
Ingresó a pasos elegantes, no necesitó golpear, Nezu lo había convocado ¿Por qué debería?.
-Buenas tardes, director Nezu~
Saluda con una sonrisa cordial, sus blancos dientes resplandecientes en juego con sus blancos cabellos ligeramente alborotados y abundantes, el pequeño roedor levanta la mirada de los documentos que sostenía entre sus garras y le ofrece una sonrisa al maestro.
-¡Shiba! Que bueno que llegaste.
Shiba supo por el tono aparentemente compasivo y extrañamente animado de Nezu que lo que le pediría sería sumamente importante.
-¿Cómo no podría llegar a esta reunión? Estoy impaciente por oír lo que tenemos que hablar…
Entonces el albino toma asiento, cruza sus piernas totalmente relajado.
-¿Algún alumno se a quejado de mi…?
Frecuentemente ese era la razón por la cuál Nezu lo citaba, alumnos que cuestionaban las actitudes de su maestro Shiba debido a que el mismo no era exactamente el estereotipo de un maestro recto en comparación a los estándares japoneses.
-Aun que el "asunto" tiene que ver con el alumnado, no se trata de quejas, Kaien, todo lo contrario.
Nezu sonríe ligeramente, era una sonrisa casi adorable viniendo de un roedor como él, pero Kaien sabía que esa sonrisa ocultaba algo… Nezu era así, demasiado adorable de apariencia pero ocultaba decisiones oscuras.
-¿De que se trata? ¿La comisión quiere matarme o algo así?~
Kaien bromea, una risa burlona al final de su oración, no era secreto del odio que la comisión sentía hacia él ante su incapacidad de controlarlo y Kaien fingía que no había visto en su momento una silueta violácea en lo alto de algunos edificios cuando era nuevo en su trabajo, Shiba sabía perfectamente que la comisión estaba detrás de cada paso que daba esperando un error para lanzarse sobre él.
Vio a Nezu borrar ligeramente su sonrisa, realizar un movimiento con sus patitas delanteras, lo vio arquear ambas cejas.
-Si tiene que ver con seguridad pública, pero no contigo… no del todo
Nezu empuja con su pata derecha una carpeta, Kaien reconoce de inmediato el emblema de la Federación Rusa en ella, toma la carpeta sin vacilar.
-No entraré en detalles diplomáticos por qué tampoco no se me dio demasiada información, lo que se nos permite saber es que la joven del archivo necesita ser guiada hacia el buen camino de ser uunahéroe.
Kaien abre la carpeta, observa la foto de la joven seguido del informe de arresto, el resumen del juicio y por supuesto… su ficha de estudiante.
-Accedí a que la UA tomara la responsabilidad de la joven, ya sabes, considero que todos podrían reformarse con el correcto apoyo… aun que suene bastante ingenuo de mi parte
Nezu se encoje ligeramente de hombros mientras mantiene sus ojos sobre el albino de ojos azules, la mirada de Kaien es de seriedad.
-Y considero que tu podrías ser la figura de supervisión personal que la joven rusa necesita, Irene Doxiadis no parece ser una mala chica y si el reporte psiquiátrico es totalmente honesto ella no tendrá problemas en seguir directrices.
Kaien alza una ceja ante las palabras de Nezu, el roedor golpea ligeramente sus patas, el albino sonríe.
-Soy consciente que a veces tus métodos son ligeramente incómodos para el alumnado, y nunca me opuse a tus métodos por que considero que forman parte de la disciplina para ser un héroe… la misma disciplina que necesita la joven Doxiadis.
Kaien supo que sea cuál sea su respuesta, Nezu igual le asignaría a la chica.
-De acuerdo, de acuerdo, de todas formas no hay una posible negativa ¿No es así?
El albino le quita importancia al asunto, cierra la carpeta y la deja en el escritorio de Nezu.
-No, no lo había, le informé a la comisión en la reunión que tu serías su supervisor
Nezu se lo dice con una sonrisa de absoluta felicidad e inocencia, Kaien bufa cruzándose de brazos.
-Sabía que no te negarías
Si, era una excusa de parte de Nezu pero Kaien si hubiera accedido de todas formas y si no se le hubiese asignado a Irene de todas formas hubiese cruzado su camino con ella por curiosidad.
-Bien, me conoce a perfección señor director… entonces permítame pedirle algo a cambio
Nezu erizó sus orejas, escuchando atentamente al joven maestro.
-Asígneme como maestro de la clase 1-A
Se inclina ligeramente hacia Nezu con una sonrisa en sus labios y sus manos dentro de su bolsillo.
-¿No tienes demasiadas ocupaciones encargándote del 2-A y 3-A?
Kaien niega con la cabeza, nunca es suficiente para él.
-Si se trata de formar héroes, siempre hay tiempo, además no es como si seguridad pública me quisiera en trabajo de campo
Nezu suelta una risa divertida y estridente, era cierto, Seguridad Pública siempre entorpecía las labores de Kaien, si les asignaban misiones eran misiones inferiores a su nivel y por alguna razón siempre ponían obstáculos para evitar que él sea conocido por el público, tal vez por un miedo de perder el control sobre la percepción del pueblo hacia los héroes.
-¿Hay algún otro interés fuera de eso?
Preguntó Nezu, Kaien mantiene su sonrisa.
-Uno personal, escuché que mi futura prometida se unirá a esta profesión y creo conveniente guiarla a ella también.
-Siempre tan bromista, está bien Kaien, mañana te enviaré el contrato actualizado…
El mencionado mantiene su sonrisa satisfecha.
-Confíe en mi director Nezu, entregaré a la joven a final de la carrera convertida en una buena heroína, será tan obediente que la comisión estará contenta.
Nezu ve un brillo siniestro en los ojos de Kaien, no lo cuestiona, y también sabe que probablemente Kaien estaba mintiendo y que su enfoque será otro… los dos saben que el otro miente, pero estaba bien, Nezu confiaba en él.
-Llegará el día Lunes a las 9 de la mañana, pasarán por ti miembros de la embajada y la comisión, Aizawa irá contigo...
Kaien asiente.
-Y por favor, se compasivo con ella
Aeropuerto Internacional de Monte Fuji-Shizouka
空港 空港 Shizuoka Kūkō
El rugido ensordecedor de los motores del Túpolev Tu-154 ruso resonaba en el aire mientras descendía lentamente hacia la pista del aeropuerto.
Se sacude ligeramente, el viento silba, dentro de la aeronave Irene solo mantiene la vista en la ventana apoyando su codo en el reposabrazos del asiento, el cielo está con algunas nubes distantes y el sol brilla… los motores ronronean, el piloto anuncia que están por aterrizar.
Irene jura ver por unos segundos una silueta alada reflejada en la pista antes de que su avión se acercara demasiado, la cola desciende, la nariz al final, las ruedas se deslizan por la pista.
En la pista, una comitiva esperaba ansiosamente. Kaien bosteza ligeramente, sus manos en su bolsillo, Aizawa de brazos cruzados.
-Son demasiados preparativos para una joven, ¿No lo crees, Aizawa?
El pelinegro frunce ligeramente los ojos, el Túpolev da la primera media vuelta en la pista mientras desciende la velocidad, junto a ellos hay cuatro autos negros, dos de ellos blindados, dos hummers negras, del capot sobresalían dos banderas una rusa y la otra japonesa.
10 agentes, el Shiba los contó, 5 de ellos vestidos de traje con armas en la cintura, los otros 5 con su traje táctico, 2 perros de raza pastor alemán con bozales y pechera con el sello de la policía en él, 2 trabajadores de la comisión y la presidenta.
-Es una joven extranjera, lo que le pasara en nuestro territorio sería negativo para la diplomacia entre nuestras naciones.
El propio Aizawa casi se cree su explicación, los dos saben que los intereses de la comisión de tener tanta gente en la comitiva para recibir a la mocosa eran otros, tal vez buscar una excusa para devolverla a su patria. Kaien mira de reojo, ve una sombra alada esconderse en el cielo… dos héroes profesionales, uno oculto ¿Por qué tanto escándalo para una justiciera?.
-Ya sabía que los aeropuertos tenían sus propias mascotas aladas para evitar que los pájaros ocasionen accidentes
Comenta Kaien con una voz burlona, eleva levemente la barbilla e inclina ligeramente la cabeza señalando a un lado, Aizawa lanza una mirada de reojo hacia el costado… Eraserhead no lo vio, pero sabía que Kaien no le estaba mintiendo.
-Los halcones son realmente aves bien adiestradas en el arte de protección aeronáutica.
Aizawa regresa la vista al frente, la aeronave se detuvo.
-Es normal que esté aquí, se trata de seguridad pública.
Aizawa responde secamente, Kaien resopla frustrado por el poco interés de su "compañero" en el asunto, no era secreto que no se llevaban bien; el ambiente era demasiado tenso.
Los perros se tensaron, sus entrenadores sujetaron las correas, la escalera se desplegó y la puerta se abrió… dentro del avión Irene estaba tensa, cada poro de su piel estaba erizado, sus ojos dorados aun que tranquilos albergaban una profunda tensión.
-No tiene que preocuparse señorita Doxiadis, estamos aquí por su protección
La voz de uno de los soldados se filtra en sus oídos pero no calman la presión en su estómago, primero bajan dos militares… no estaban armados, saludan a quienes sean que estén abajo, luego baja ella.
Uno, dos, tres pasos… asoma su cuerpo en la puerta, el viento golpea su rostro junto la luz del sol, una brisa ondea sus rojos cabellos, levanta su diestra a su frente, la luz le da en la cara.
- "¿Dónde mierda vine a parar?"-
Es su primer pensamiento, un soldado extiende su mano al frente indicándole que continua y ella lo hace. Baja los escalones, su mirada al frente, cuenta los policías, los perros, mira a la mujer rubia de ojos azules de traje, a sus acompañantes, al héroe de cabello negro y tiras de tela grisácea envuelta alrededor de su cuello, su mirada se detiene en el hombre de cabellos blancos, sus ojos dorados fijos en los azules, Kaien sonríe, no es una sonrisa coqueta, es una burlona.
-"Esto será divertido"-
La presidenta da un paso al frente, Ayumi parece dudar de su propia pisada, Irene regresa su vista a la mujer.
-Sea bienvenida a Japón, señorita Doxiadis
Palabras amables, palabras falsas, mirada de desconfianza, tensión en el aire… Irene sonríe, sonrisa amable en sus labios como si estuviera de visita y no condenada por asesinato.
-Agradezco su presencia, demasiados preparativos para mi, ¿No cree que no soy merecedora de tantas molestias?
Voz suave, Kaien supo que detrás de ese tonito amable y mirada fija sobre la presidenta Ayumi se ocultaba un desprecio oculto bajo el telón de la educación.
-Tonterías, la comisión está comprometida a que su estadía aquí se sienta como su hogar
-"En mi hogar no me reciben con medio ejército y un francotirador fijando su mira en mi gargana"-
Irene lo piensa, apuesta a que la mirada que siente su nuca es de un francotirador en la torre de control… no mira, no lo busca con la mirada, no sabía que no era un rifle lo que la estaba apuntando y no eran los ojos de un tirador los que estaban encima suyo.
-Estoy profundamente satisfecha al oír tanta hospitalidad dirigida a mi persona, espero estar a la altura de sus expectativas.
Entonces inclina la cabeza, una ligera reverencia, cierra sus ojos, los mechones de su cabello caen alrededor de su rostro enmarcándolo… lo odia, odia reverenciar de esa forma tan estúpida y ridículamente tradicional, pero seguía las pautas, sabía que al menos la primera semana debía apegarse a la cultura de ese lugar, aceptar sus costumbres, hacerlas suyas.
-"Púdranse todos malditos"–
Sus palabras mueren en su cabeza, la señora la interrumpe.
-Estoy segura que lo hará, señorita Doxiadis
Aun que el tono de la señora Sato es amable, Irene distingue perfectamente el brillo de desagrado en ellos… lo distingue por que ella estaba viéndola de la misma forma.
-Déjeme presentarle a su supervisor designado por su nueva casa de estudios
La señora Ayumi le sonríe, se hace ligeramente a un lado, mueve su mano derecha señalando educadamente a Kaien como una invitación a Irene de caminar, la joven pelirroja avanza, tres pasos, sus ojos fijos en el albino quién no parecía especialmente impresionado.
-Él es—
-Tu mentor, Shiba Kaien.
Interrumpe a la presidenta, no le importa ni le interesa verla arrugar la nariz y fruncir el entrecejo con desagrado… el albino se acerca a Irene, la pelirroja mete sus manos en su bolsillo, ve por el rabillo de su fleco a uno de los agentes tensarse ante su movimiento.
-Un placer, señor Shib—
-Guárdate tu diplomacia para las clases niña, me mandaron a presentarme, las formalidades pertinentes dámelas en otro momento.
Kaien le saca seriedad al asunto, un movimiento de sacudida con su mano derecha, Aizawa frunce la nariz ante la actitud de Shiba, la rusa sonríe genuinamente.
-Y él es el héroe profesional Eraserhead, uno de tus profesores principales de la UA, estará encargado de tu entrenamiento.
Irene asiente, sus ojos ahora conectados con los rojos de su maestro… Aizawa le ofrece un asentimiento como saludo.
-Por esta ocasión te escoltaremos hasta tu residencia, te enseñaremos el camino a la UA y te daremos las indicaciones para el examen.
Irene arquea una ceja, no le hablaron sobre el examen.
-Creí que no habría necesidad de un examen
La joven declara, espera una respuesta… Kaien sonríe de forma burlona, entendió de inmediato el juego sucio de la comisión.
-No lo hay, pero deseamos que exista igualdad de oportunidades entre los postulantes
La señora Sato explica, una excusa tonta pero diplomáticamente apropiada.
-Es por ello que deseamos ver sus habilidades en combate, queremos evitar que los jóvenes piensen que usted a sido favorecida.
La rusa sonríe, una risa ahogada muere en su garganta.
-Entiendo la situación, estaré contenta con participar.
No, no lo estaría… odiaba tener que medirse con quienes probablemente querían ser héroes por un sueño infantil o ilusiones vacías de sus padres, de reojo escucha sus maletas ser bajadas del avión, ve a los perros avanzar.
-La seguridad me parece abrumadora, tanta escolta ¿Es para mi o es contra mi?-
Las palabras escapan de su boca sin filtro alguno, un tono irónico se apropia de la frase, Ayumi frunce el ceño.
-Un poco de esto, un poco de aquello
Kaien se adelanta a cualquier respuesta que la comisión pudiera darle, y esa respuesta honesta le agrada a Irene.
-Está bien, ¿También me van a revisar a mi?
Pregunta con suavidad, desliza su abrigo de sus hombros quedando con su traje femenino, la tela reposa en su brazo derecho.
-Lo harán en aduanas, señorita Doxiadis.
Es la presidenta quién responde esta vez, Irene la mira de reojo, como odiaba el idioma japonés y como pronunciaban su apellido.
-Y luego será trasladada a su residencia en espera de la llegada de su madre el día de mañana.
No las dejaron viajar juntas, seguridad habían dicho… Irene llegó primera, la querían sola para querer amenazarla y someterla, pero Irene no se los permitiría.
-De acuerdo, hagámoslo.
Suena segura de si misma, sus manos en sus bolsillos de sus pantalones, su abrigo colgado de su antebrazo derecho… Kaien se acerca con confianza, un brazo alrededor de su cuello, el peso de sus músculos sobre la espalda de la pelirroja.
-Yo te hablaré del reglamento, ya sabes, lo permitido, lo tolerado y lo prohibido
Su tono bromista rompe la tensión momentánea, la joven rusa sonríe ligeramente mientras la presidenta arruga las cejas lanzando una mirada discreta a Aizawa, Ayumi no quería que Kaien se acercara tanto a la chica, Aizawa tampoco pero ninguno de los dos tenía el valor de ponerle un límite a Kaien.
-¿Y que es lo que está prohibido?
Es lo primero que Irene pregunta, es lo que realmente necesita saber y lo que debe evitar hacer para esquivar problemas innecesarios… Shiba camina, casi la arrastra con él hacia dentro del aeropuerto, los agentes se tensan por un momento, Irene ve de reojo a uno de ellos sujetar a su perro de la pechera.
Dentro de aduanas el asunto es más tenso, más perros policías, el personal del aeropuerto acercándose a ella con esos detectores de metales, Kaien se aparta de ella lo suficiente para que la revisen… Irene sonríe amablemente a la seguridad, le saluda y extiende sus brazos a los lados con tranquilidad.
-El uso de la particularidad fuera del horario de entrenamiento está prohibido, el uso de particularidad en contra de tus compañeros no está permitido, el uso de particularidad fuera del campus de la UA en intervenciones civiles sin la licencia correspondiente no está permitido
Kaien se lo dice con tranquilidad, Irene se limita a asentir un par de veces dándole a entender que lo estaba escuchando, ahora el perro la olfatea mientras mueve la cola, la ojidorada le lanza una mirada discreta al animal, el pastor suelta un ligero chillido y su cola se esconde entre sus patas mientras retrocede.
-Tampoco está permitido el ingreso de bebidas alcohólicas, el consumo de drogas u otros estupefacientes y la medicación que necesites consumir lo debes notificar al departamento estudiantil
Kaien suena aburrido mientras dicta las reglas, Irene permanece en silencio mientras frunce ligeramente los labios.
-El uso de tecnología está permitido mientras no vulnere la imagen de la institución o difunda una imagen inapropiada de sus alumnos, ya sabes, lo normal en una escuela… estuviste un año en una academia para profesiones normales ¿No?
Irene asiente en silencio, se coloca de vuelta su abrigo y observa de reojo como sus maletas son examinadas… los perros siguen olfateando, los militares rusos que la acompañaron fruncen el ceño con molestia.
-Si, así es, estudiaba en el colegio Helenico, primer año de Contabilidad con un promedio excelente
Kaien rueda los ojos.
-No te pregunté tu promedio, te pregunté si estudiaste pero bueno… simplemente rígete por las reglas comunes de toda institución.
Aizawa decide intervenir, se aproxima a la joven interrumpiendo a Kaien.
-Entendemos que debe ser frustrante repetir un año y que probablemente no estarás cómoda con compartir salón con jóvenes un poco menores a ti, esperemos que te adaptes positivamente.
Irene lo mira directo a los ojos, orbes dorados brillando ligeramente y un rubor tiñiendo sus mejillas.
-Si señor Aizawa
Su voz suena más suave que durante su interacción con Kaien, el albino reprime una risa burlona.
-Seguidamente, necesita ser informada sobre las directrices de su comportamiento en sociedad
Ayumi Sato rompe el ambiente que tranquilo que se había formado, Irene la mira de reojo arqueando una ceja.
-¿A que se refiere?
-Lo discutiremos en el camino.
El cinturón está ajustado, estaba en medio, un militar conduciendo junto un agente armado de la comisión… a su diestra se encontraba la presidenta Ayumi, a su izquierda otro agente y por su gafete sabe que no es de la embajada rusa si no de la comisión.
-¿Por qué ninguno de los héroes nos acompaña? Estoy segura que el señor Shiba y el señor Aizawa son mejores seguridad que dos hombres armados…
Irene habla, su tono de voz severo, una mirada gélida fija en el rostro de la presidenta… la rubia se tensa, hacen contacto visual e Irene no luce tan amable como en el aeropuerto.
-No cuestione el entrenamiento de mis hombres, señorita ¿A que viene su comentario? ¿Acaso está pensando en atacarme?
Irene ríe suavemente, el agente a su lado se tensa lo suficiente para que la pelirroja lo vea deslizar su mano a su cintura.
-No, solo que se me es abrumador tanta escolta heroica y táctica para que al final estemos las dos en un solo vehículo
-No es una escolta señorita Doxiadis, es una comitiva para usted
-¿Para mi o para usted?
Las palabras de Irene son cortantes, demasiado desubicada para el estándar japonés, la mujer tuerce sus labios con disgusto.
-¿En tu familia no te educaron bien? No estamos en tu país, no me hables como si fuésemos iguales niña, reconoce tu lugar
Irene arruga la nariz con disgusto.
-Y usted reconozca el suyo, es una empleada del Estado y yo una ciudadana Rusa, un trato de este tipo es suficiente para dañar las relaciones diplomáticas y estoy segura que no desea poner aprueba el arma de sus agentes contra el rifle de mi escolta militar.
Amenaza sin medir sus palabras, Ayumi estaba molesta… Irene jura ver un reflejo rojizo en el retrovisor del vehículo.
-Tiene prohibido el uso de su idioma materno en nuestra tierra
Ayumi cambia de tema de forma brusca, Irene reprime una sonrisa satisfecha ante la rabia de la presidenta.
-¿No va eso contra la ley? El negarme mi derecho al uso de mi lengua natural.
La rubia sonríe de forma hipócrita.
-Si, pero también lo hace asesinar impunemente señorita Doxiadis… mientras esté aquí debe usar el japonés o el inglés para la comunicación entre alumnos, iguales, civiles y superiores.
Irene tuerce sus labios.
—"touché"
Piensa para si misma.
-No monitorearemos tu privacidad, tu teléfono, cuentas bancarias, tu correo, laptop, computadoras, router y todo lo que sea de tu propiedad no lo tocaremos ni revisaremos, tampoco revisaremos tus objetos personales sin permiso
Hace una pausa, cruza sus piernas.
-Rusia fue claro en ello, no toleran la invasión a sus civiles así que si no nos das motivos que nos lleven a sospechar de tu compromiso con nosotros no sobrepasaremos los límites establecidos
Irene asiente en silencio, su mirada aún fija en la señora Sato.
-No se preocupe, me encargaré de mantenerlos lejos de mi privacidad.
Fue aburrido para Kaien acompañar en el auto con Aizawa de conductor siguiendo la ridícula camioneta de la comisión, las banderillas rusas ondeaban sobre el carro… todo diplomáticamente aburrido.
-La chica no resistirá la presión, se irá al mes
Aizawa rompe el silencio incómodo, Kaien se encoje de hombros.
-Estás siendo muy positivo con ella ¿No lo crees?
El tono de voz burlona del albino revolotea en el aire, Aizawa frunce el ceño.
-Ser un héroe requiere compromiso y respeto por la autoridad, basta con verla para saber que no resistirá la presión.
Kaien suelta una risita burlona, apoya su codo en el reposabrazos del carro.
-Yo creo que entrenarla le sacará canas verdes a la vieja de la comisión, ella realmente estaba furiosa, es entretenido ver a los altos mandos perder la cabeza así por una chiquilla… yo considero que tiene potencial
Aizawa le lanza una mirada de reojo, discreta, el carro frena en una luz roja.
-No te metas con la mocosa, Shiba
El profesor de cabellos negros casi gruñe.
-Soy consciente de los rumores, no metas a la UA en problemas
La sonrisa de Kaien se vuelve burlesca, sus ojos azules fijos en los rojos de Eraserhead.
-Solo soy un maestro exigente, no tienes que hablarme de esa forma… Aizawa
La tensión es palpable en el ambiente.
-No me agrada que el director Nezu te haya asignado como guardián de la rusa… especialmente después de la queja de los alumnos en tus métodos
Shiba se encoje de hombros.
-Expulsaste a un chico por bajo rendimiento el año pasado, ¿Es necesario discutir sobre métodos ahora?