Alexa.
En menos de media hora, la fundación ya está llena de ambulancias y de policías.
Mi tío está a mi lado mientras me atienden unos paramédicos, porque una esquirla de vidrio me ha rozado la frente y tengo un corte algo profundo. Alguien de la fundación me ha traído un té y me lo bebo mientras terminan de curarme.
Un minuto después, el general Bike se acerca a nosotros.
- La policía va a investigar por medio de las cámaras de seguridad de ustedes y de las calles para ver si podemos hallar a esos delincuentes. - Nos dice el general Bike.
- Creo que ya la hipótesis de que podría ser una broma queda descartada. - Comento mientras bebo otro trago de mi té, mi tío me da un golpecito atrás en la cabeza.
- Este no es momento para bromas Alexa, te pudieron haber matado o a alguno de los niños o a alguien de los empleados. - Me dice mi tío Roger bastante molesto.
- Ahora que sigue Bike?, qué debemos hacer? - Pregunta mi tío.
- En mi opinión Roger… creo que ya es hora de contratar seguridad para la familia, conozco a alguien que tiene una empresa de seguridad y son los mejores del medio, con ellos van a estar seguros. - Contesta el general y mi tío me observa.
- Está bien… general usted puede contactarnos con ellos?. – Le pregunto.
- En este mismo momento hago unas llamadas para arreglar una cita con ellos lo más pronto posible. - Nos responde al sacar su celular y luego al alejarse un poco para poder hablar.
Le hago señas a Kelly James, mi asistente y mejor amiga desde la universidad. Cuando ella me ve, se dirige rápidamente hacia mi posición.
- Cómo estás? - Me pregunta Kelly.
- Estoy bien, solo un rasguño, pero tú cómo estás?. - Le pregunto mientras la observo de arriba abajo para verificar que no esté herida, solo le veo la ropa un poco sucia como la mía.
- Yo también estoy bien, no te preocupes. Me alegro de haber venido con tenis. - Me responde y las dos nos reímos.
- Estoy de acuerdo contigo. El que inventó los tenis era un genio. - Comento.
- Hay alguien herido de gravedad?. – Ahora pregunto.
- Hay algunos miembros del personal y niños con raspones, nada serio. Pero si hay algunos asustados pero estarán bien. - Me contesta Kelly.
- Y los daños?.
- Hay algunos daños en ventanales, cristalería, en fin… - Me contesta revisando sus notas en la agenda que tiene en la mano.
- Hazte cargo de eso por favor… sabes que no importa lo que cuesten los arreglos. Además podemos aprovechar y hacer las reformas que habíamos pensado.
En ese momento el general Bike se acerca a nosotros de nuevo.
- Acabo de hablar con el dueño de la empresa de seguridad y me dijo que nos podíamos reunir con él y con la persona que pondrá a cargo de todo en su casa señorita Lennox, en horas de la tarde. Me tome el atrevimiento de aceptar la cita, espero que no haya ningún problema.
- Muchas gracias general… no hay ningún problema, no sé preocupe, los recibiremos en mí casa en la tarde. - Le respondo al general.
- En esa reunión te quiero presente Kelly, para arreglar costos y lo que se vaya a necesitar. - Kelly asiente con la cabeza sin decir nada y haciendo anotaciones en su agenda.
- Es mejor que nos vayamos para la casa, para que te cambies y descanses. - Me dice mi tío.
- Yo los acompaño y ya di la orden para que algunos de mis hombres nos custodien mientras llegamos a la casa y hasta que la agencia se haga cargo de la situación. - Nos dice el general cuando nos disponemos a salir.
- Gracias General, vámonos a casa entonces. - Dice mi tío.
Nos subimos a los autos y nos dirigimos hacia la casa. Cuando llegamos, como era de esperarse, mi pobre nana estaba como loca de la preocupación, me preguntó cómo mil veces si estaba bien y me llevó como media hora convencerla de que no me había ocurrido nada, a excepción del roce que tengo en la frente.
Después de darnos un poco de chocolate caliente, se va a buscar ropa para que Kelly se cambie mientras yo me voy a mi habitación a darme un baño e igualmente cambiarme de ropa.
Por otro lado, mi tío en cuanto llegamos a la casa, se encerró inmediatamente con el general en el estudio y por lo que me di cuenta, creo que se bebieron toda la despensa de café que había en la casa.
Cuando estoy en el jardín bebiendo un poco de jugo con Kelly y organizando pendientes de la oficina, entra Gisselle corriendo, tirándose encima de mí cuando me ve.
- Hay primis, me acabo de enterar sobre lo que te paso, estás bien?. - Me dice casi al borde de la locura y de dejarme sorda.
- No te preocupes Gisselle, estoy bien, sólo tengo un rasguño. - Le contesto en un tono tranquilizador.
- Hay menos mal primis, si te ocurriera algo que sería de nosotros. - Me comenta acariciándome el cabello.
- No te preocupes Gisselle, yo nunca los dejaría desamparados. - Le respondo.
- Bueno ahora que estás bien, me iré a dar un baño. - Dice y se va.
- Perdóname amiga, pero tú prima me cae como una patada al hígado. Preocuparse por cómo quedaría económicamente si te pasa algo y precisamente en este momento… - Me dice Kelly indignada.
- Gisselle es un poco superficial, pero en el fondo es buena chica. Yo creo que las cosas que dice, la mayoría las dice sin pensar. - Le respondo a Kelly.
- No importa lo que me digas, tú prima nunca me ha inspirado confianza, ella y yo somos como el agua y el aceite, nunca nos mezclamos. Además, me dices que ella es buena, pues será muy pero muy en el fondo. - Me contesta alzando una ceja, yo solo me sonrío y sigo trabajando.
En horas de la tarde, recibimos la visita de las personas que se harían cargo de la seguridad de todos. El señor Matthew Reagan, dueño de la empresa, amigo y ex compañero en las fuerzas especiales del general, junto con el señor Robert Bale agente retirado con honores en inteligencia, son las personas que hacen acto de presencia.
Nos reunimos en el estudio y mi tío junto con el general, pone al tanto de todo a los dos hombres. Después de un tiempo de estar reunidos, nos comunicaron los pasos a seguir y lo que se necesitaba para comenzar con el protocolo de seguridad. Así que le pedí a Kelly que estuviera pendiente y les ayudara con lo que solicitaran y todo lo demás que se pudiera presentar en el camino.
El señor Bale quien sería mi jefe de seguridad, se quedó en casa con algunos hombres para hacer reconocimiento de la casa, sus alrededores y dejar una especie de seguridad improvisada, mientras comenzaban hacer los arreglos necesarios. Esa misma noche, nos reunimos con todo el personal de la casa y el resto de la familia, para contarles más o menos los cambios que se iban a realizar en la casa y como me lo esperaba, Gisselle armó tremendo berrinche como siempre, pero mi tío la tuvo que poner en su sitio.
Un mes había pasado desde el atentado, ya toda la seguridad estaba más que implementada tanto en mi casa, como en las oficinas y en la fundación. Mi vida siguió con normalidad, de la oficina a la casa y de la casa a la oficina, a la fundación iba como tres veces a la semana.
Todo el personal de seguridad es muy amable y profesional, la mayoría de las veces ni siquiera te das cuenta de que están ahí, bueno eso quería pensar.
Un día estoy en un restaurante con Kelly almorzando para organizar unas cosas de la línea de cosméticos que se van a lanzar el próximo semestre del año. Después de dejar todo listo, estamos hablando de cosas de chicas, riéndonos y bebiendo un poco de vino para relajarnos de tanto trabajo, cuando de pronto siento que Simons quien es mi guardaespaldas y otro de ellos, nos agachan y nos meten debajo de la mesa para resguardarnos de las balas y de los cristales rotos que vuelan por el restaurante.
Cuando cesan los disparos, algunos agentes de mi esquema de seguridad, están hablando por radio para seguir al auto que acaba de disparar. Simons nos pregunta si estamos bien y cuando obtiene una respuesta afirmativa de nosotras, se va hacia el otro lado del restaurante para revisar.
- Vaya, contigo uno nunca se aburre. - Comenta Kelly con una sonrisa en el rostro para hacerme reír y no estar tan tensas.
- Tú sabes amiga, me gustan los deportes extremos… - Le contesto con una ceja levantada pero súper tensa al mismo tiempo y muy seria.
Nos miramos y comenzamos a reírnos, tratando de relajarnos un poco cuando alguien se acerca a nosotras.
- Disculpe señoritas, este bolso es de alguna de las dos?. - Nos pregunta un hombre extraño.
Simons inmediatamente se acerca y se interpone entre el hombre y nosotras.
- Tranquilo hombre, sólo quiero regresarle el bolso a las damas. - Le dice el hombre a Simons mientras retrocede unos pasos con las manos arriba.
Simons me mira y le hago una señal de que está bien, así que se ubica a mi lado izquierdo.
- Si, ese bolso es mío, muchas gracias señor. - Le contesto mientras le recibo mi bolso.
- Dígame Ryan, Ryan Hall. - Me dice cuando se presenta y me toma de la mano para besarla, Kelly queda sorprendida al igual que yo.
- Un placer conocerlo señor Hall y una vez más, muchas gracias por devolverme el bolso. - Le digo al sacar mi mano de su agarre.
- El placer es mío, pero no me diga señor, soy Ryan. Cuál es su nombre?. - Me pregunta con una mirada extraña.
Es un hombre alto, se ve que hace ejercicio por que se le pueden notar los músculos a través del traje gris que usa, tiene el cabello negro corto y los ojos cafés oscuro. Es un hombre bastante atractivo.
- Disculpe mi falta de cortesía, soy Alexa Lennox y ella es mi amiga Kelly James. - Le contesto.
- Un nombre hermoso para una mujer hermosa como usted. - Me dice sin pestañear, se ve que es un hombre bastante seguro de sí mismo.
Kelly hace un sonido de carraspeo en la garganta y luego él la observa.
- Un placer también conocerla señorita James. - Le dice apretándole la mano como si fueran colegas.
- Discúlpeme señorita Lennox por la interrupción, pero debemos irnos. - Menciona Simons después de recibir una orden por el auricular.
- Hasta luego señor Hall, ha sido un placer conocerlo y le doy las gracias por mi bolso una vez más, es lo último que le digo al hombre cuando salimos del restaurante.
De pronto mis pensamientos son interrumpidos por un frío desgarrador, todo se vuelve oscuro, me invade un dolor indescriptible y nuevamente siento un sabor metálico en mi boca, dejándome totalmente inconsciente de nuevo…