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Chapter 20 - Capitulo 19

Capitulo 19.

Había en ciertos momentos en donde me sentía realizada, tenia una casa hermosa, una familia espectacular y un esposo que me amaba, mi negocio iba viento en popa, no podía pedir nada mas, tenía más de lo que un día había podido imaginar.

Pero no todo era tan bueno y ficticio como se veía en las revistas, como le dabamos a demostrar a los demás, no, todo era un lindo montaje para que todo el mundo no supiera lo verdaderamente rota que me sentía, y esto no era por mi culpa, mi sufrimiento tenia un nombre, y era Amir Garnet, no entendía como es que yo podía soportar tanto.

Nuestro matrimonio era feliz siempre y cuando yo me hiciera la sorda, ciega y muda, pero por mas que lo intentaba en pro de mi familia me era imposible, Amir ya no quería las mismas cosas que yo, el no quería seguir agrandando la familia, el se había hecho una puta vasectomía sin mi autorización, nunca me lo consulto lo había hecho porque el quería, y yo no sabia el porque.

Si solo estaba conmigo ¿de que tenia que proteguerse? Luego descubri que visitaba prostíbulos a escondidas de la familia, el decía que no tenia amantes porque solo eran mujeres de una noche, pero igual me estaba enganñando, yo le daba todo, daba mi vida por el y nuestra familia pero al parecer eso no era suficiente, yo no era suficiente o así el me hacía creer.

Alejando todos esos malos pensamientos me arreglo para ir en su busca como todos los viernes, el me había prometido la semana pasada que no seguía frecuentando esos sitios y yo sabia que era cierto, el ya no iba a esos lugares, le tenia un detective solo para eso, el cual ya no voy a necesitar, mi esposo podía cambiar y yo haría todo lo que estaba en mis manos para recuperarlo, no podía dejar que todo se fuera a la basura, todos los matrimonios tenían crisis y yo salvaría al mío.

Conduci hasta la empresa, con solo un pensamiento en mente, reconquistar a mi esposo, ya basta de tantas peleas y dramas, ya basta de que no quisiera pasar el tiempo a mi lado, era hora de que todo volviera a la normalidad, yo sabia que podía lograrlo, aún nos quedaba amor, no todo estaba perdido.

Entro a la empresa con la vista de todos en mi como cada viernes, todavía tenia el toque, menee mis caderas hasta el elvador dándole las buenas tardes a los conocidos,espere que llegara al piso de mi esposo y fingui una sonrisa al bajar, en la recepción estaba Andreina arreglando su cartera para salir a comer como todos los viernes, ella era una buena chica y esperaba que mi esposo algún día la asendiera.

-Buenas tardes Andreina- le dije y ella me sonrio.

-Buenas tardes señora Garnet, como ha pasado la semana?- pregunta de manera amable.

-Muy bien Andreina gracias por preguntar. ¿se encuentra mi esposo?- ella asiente enérgicamente.

-Si esta en su oficina.

Con una sonrisa me despido y camino a la oficina de mi epsoso, escucho ruidos, y se que porfin mi esposo ha conseguido secretaria, sonrio alegre ante el hecho y entro, ya no tendría que hacer todo el trabajo el solo y tendría tiempo para que estuviéramos juntos.

-Buenas tardes…- pero toda mi felicidad se esfuma al encontrarme con Katherine Mosses en el puesto de la asistente de mi esposo, ella sonríe, mientras se para de su silla, no puedo creerlo.

-Hola buenas tardes señora Garnet, se ve usted hoy esplendida- la veo de arriba abajo sin poder creer que ella este aquí, no puede ser, no la soporto y no la quiero cerca de mi esposo, sabía que ella quería con el y aunque Amir negara que le gustará en más de una ocasión lo había descubierto viéndola más de la cuenta.

-¿ que haces aquí Katherine?- le pregunto seria directo al punto, no estoy para rodeos.

-Estoy cumpliendo las horas de mis pasantías en la empresa de su familia- ¿ acaso no piensa dejar de sonrir la chiquilla?- su esposo es un exelente guía, me ha enseñado muchas cosas que desconocía- noto cierta burla en su tono, pero decido no prestarle atención, Amir nunca se fijaría en ella, puede ser su hija, joder.

-No te quiero cerca de mi esposo Katherine Mosses.

Antes de que ella pueda responder Amir sale de su oficina y me jala fuera de la estancia, aunque me niego el tiene mas fuerza y logra sacarme, trato de calmarme para que nadie note nada y cuando estamos solos en el elavador lo abofeteo, no puedo creer que me tratara de esa manera delante de lla como si yo no valiera nada, se estaba comportando como un idiota.

-¿Cómo te atreves a tener a esa niña de asistente?- le grito y el se soba la mejilla mienstras me ve con furia.

-¿Qué problema tienes con Katherine?- no puedo creer que el este preguntando eso en este momento.

-Todos, ella no me gusta, no quiero que este cerca de ti, o cerca de nuestra familia, no me gustan los Mosses- el se rie y niega como si no lo pudiera creer.

-No te gusta porque te recuerda a Fernanda- me dice el en un tono malisioso y lo vuelvo a abofetear, no podía creer que se estuviera comportando de esta manera conmigo.

-No vuelvas a mencionar el nombre de tu ex- estoy furiosa y no quería revivir fantasmas del pasado

-Y tu no vulevas a pegarme Taylor Gordon, deverias de superar de una vez a Fernanda, esta muerta, y al final de cuentas estoy es contigo no con ella- está tan molesto que lo desconozco el ya no es el hombre del cual me enamore.

Se baja del ascensor sin esperarme sale de la empresa dejándome con un sin sabor en la boca siento que mi matrimonio dia a dia se hace añicos. Salgo detrás de el finguiendo una sonrisa, pero me encuentro con que se ha ido dejándome sola, no me quiero derrumbar pero se me hace muy difícil, alguien toca mi hombro y me giro encontrándome con Wyatt el cual tiene una sonrisa en la cara sin imaginarse nada de lo que acababa de pasar.

-Tay Tay que sorpresa- le sonrio y acomodo un mechon de mi cabello que se había escapado de su lugar.

-Hola, solo vine a traerle unos papeles a Amir, pero ya me iba- le comento porque no quería que preguntara porque mi esposo se había ido sin esperarme y el solo asiente.

-Te ves esplendida- siempre tan lindo que me saca una sonrisa.

-Hay ojitos bonitos, ¿nunca dejaras de ser un coqueto?- el se rie y niega.

-Nunca querida, ¿quieres acompañarme a almorzar?

Me lo pienso, estuve a punto de declinar su oferta, poque primero no tenia ganas y segundo no se veía bien que la esposa de un gran empresario estuviera almorzando con un hombre, pero al diablo todo, todo este tiempo había estado comportándome de manera correcta y no me había llevado a nada, mi marido me era infiel, me trataba como basura y defendía a esa niña sobre mi, no, ya estaba cansada de todo esto.

-Seria un placer querido.